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sábado, 30 de junio de 2012

REVALIDAR

Por mis mulas todas. El fracaso escolar en España no es culpa del profesorado. Es el resultado de un sistema educativo surgido de la LOGSE, una ley extraordinaria desde el papel y una norma vergonzante en su aplicación. La cumbre de la demagogia felipista se hizo carne fétida en esta ley orgánica. Huérfana de medios y henchida de voceros mercenarios, los psoecialistas hicieron de ella un trapo sucio de engañifas y de disvalores. No contempló premio al esfuerzo ni a la inteligencia ni a la calidad. Los profesores se vieron envueltos en una nube de documentos insulsos, en una burocracia siniestra y en un charco de babas políticas. Los chistes sobre la promoción académica de los chavales eran toda una premonición de la baja estofa académica de unos cientos de golfos metidos a asesores de la incuria, a inspectores de la desidia y de comisarios de la miseria.

Nunca se ofendió tanto al colectivo de enseñantes ni se abochornó de esta manera a la clase docente. Nunca. Jamás el nivel de conocimientos escarbó tan profundo. Una sociedad que reniega del valor de la abnegación está enferma de cuidados intensivos. La decisión del ministro Wert de restablecer la reválida me parece unas medida tan razonable como certera. Los que vivimos la generación del “preu” sabemos el valor de la reválida. Nos enfrentamos al tamiz del ingreso en el bachillerato, al cedazo que nos permitía pasar del bachillerato elemental al superior, a la criba que suponía el tránsito al curso preuniversitario y, por fin, al filtro de acceso a la universidad. Entre los diez y los diecisiete años, aquellos estudiantes experimentaron la altura de los estudios, la madurez de los bachilleres, la esplendidez de la universidad y el valor de unas becas.

La LOGSE acabó con la aristocracia de la democracia. Los chicos tienen que ser felices, espetaban los prohombres psoecialistas que alumbraban las calles de los centros públicos y, sin embargo, matriculaban a sus hijos en las más afamadas escuelas privadas. Malvados de toda depravación moral. Traidores de la máxima vileza. Los grandes paganos de este dislate fueron los profesores. De aquellos polvos, los actuales lodos. Ratificar el actual status de perversidad educacional sería apostatar de los valores más humanos y dar firmeza a una conjura de necios.

Si el Gobierno de Rajoy instaura la reválida al final de cada etapa educativa para determinar qué alumnos disfrutarán de ayudas del Estado para seguir estudiando sin discriminar a ricos de pobres ni segregar a listos de torpes, habrá dado un paso trascendental para asfaltar la gran autovía de la regeneración. En definitiva, pruebas externas que midan el rendimiento de discentes y docentes, de instituciones y de sistemas.

A partir de este momento, el informe PISA nos manifestará el crecimiento cognoscitivo de nuestros jóvenes y la capacidad de respuesta –responsabilidad- de nuestros hijos y nietos. España se beneficiará. Todos saldremos ganando. Apuesto por ello.

Un saludo.

viernes, 29 de junio de 2012

EL CACHONDEO DE LA JUSTICIA

El señor Homs, portavoz del Gobierno de la Generalitat de Cataluña, es un insensato. Qué digo insensato. Un bárbaro. El político ha advertido al Supremo que se pasa por salva sea la parte su resolución acerca de la obligación de introducir la vehicularidad del castellano en la educación infantil. Ahí, con dos bemoles. Diga lo que diga el Alto Tribunal, se chulea el referido político, se va a mantener el modelo de inmersión lingüística.

La demagogia es mala compañera de la razón y abano gigantesco de incendios sociales. Homs hace bien en defender la idea de la lengua como tesoro. En este sentido, pienso lo mismo. La maldad no deriva de esta protección. En absoluto. La infamia se produce en una doble vertiente. En primer lugar, porque discrimina, rechaza y pisotea a la lengua castellana, a pesar de lo que explicita la Constitución. Por esta ladera del discurso, el individuo es un golpista de iure y un cretino de facto. En segundo lugar, porque no es que desacate una sentencia judicial, sino que se crece en la desobediencia y proclama su impunidad a los cuatro vientos.

Así se expresa este hombre y así se potencia desde el gobierno de esta Autonomía. Bueno, las cosas son como son desde un punto de vista político y, plazca o disguste, serán objeto de toda clase de opiniones. Lo malo es que las leyes establecen el modo de actuar respecto a la ejecución de sentencias. Si el Tribunal Supremo calla ante semejante agravio, el estribillo rechina.

El vigente Código Penal tipifica el delito de desobediencia. Lo describe como la negativa abierta de las autoridades, en este caso, a dar el debido cumplimiento a las resoluciones de los jueces que se dictan dentro del ámbito de sus competencias, que se revisten de las formalidades legales y que se acompañan del requisito subjetivo de dolo o de intencionalidad. Las declaraciones del señor Homs revelan, hasta la fecha, la existencia de una voluntad rebelde que excluye el error, la mala inteligencia o la versión imprudente. Su exposición de motivos denota un ánimo indudable y patente, indisimulado e inequívoco, de cometer el acto anunciado.

Lo cual nos coloca en la posición de combate contra el abuso de la ley. Si el señor Homs delinque, allá él con sus actuaciones. Lo que repugna a la ciudadanía es que los aparatos del Estado de derecho duerman el sueño de la desidia y del abandono. El ministro de justicia, la fiscalía, entre otros, deben poner el punto sobre la i. Si no lo hacen, nadie se extrañe de que la sociedad se tome a choteo la administración de la justicia. Que Pedro Pacheco lo dijera en un momento dado, no sirve de consuelo ni de precedente ejemplar. Que los poderosos mantengan un status diferenciador sobre el resto del pueblo, me hace maldita la gracia.

Los poderes públicos democráticos están en entredicho. Por esta y tantas razones similares. Y a ellos les dirijo mi descontento y mi repulsa con estas palabras: cachondéense de sus respectivos…

Un saludo.

jueves, 28 de junio de 2012

REMENDÓN


Sé que a Conchita no le gusta. Me reprocha en sus comentarios de facebook las invectivas contra el personaje. La intervención de este sujeto agente proporciona carnaza para algunos de mis artículos en esta época en que la canícula afecta a las meninges. Y aprovecho cualquier excusa para propinarle alguna colleja dialéctica. A Zapatero, claro.

Entre recuento de nimbos y cómputo de estratos, Zapatero mata el tiempo y se gasta nuestro dinero en actividades varias. Por ejemplo, acude con cierta regularidad a la sede del Consejo de Estado a fin de recordar a los españoles la importancia de su insulsa función en el seno de tan apagado órgano. Se mete en el bolsillo un buen puñado de miles de euros mensuales por tan singular labor. Entre nube y nube, viaje al centro de la tierra. Así va tirando el gran deshacedor de la España del siglo XXI.

Que si una conferencia sobre economía en no sé qué universidad de qué país distraído. Algún paseo por su ciudad de adopción para interesarse por las obras de su casa leonesa. Determinadas entrevistas sobre la figura del exentrenador Guardiola. Y cosas de este estilo. Propias de un señor cuya fama nada tiene que envidiar a los despistes mediáticos de la impar Carbonero.

La Iglesia me ofrece una sorpresa noticiable sobre don José Luis. Resulta que el cardenal Cañizares ha compartido tertulia con él. El tema a tratar, el humanismo. Tiene narices la cosa. Para tratar tan delicado asunto, entendido como base de la verdad, se invita a un inconmensurable practicante del embuste más lacerante. Y claro, el público congregado ha abucheado a ZP. Como si se pagara a Luis Roldán por una charla sobre la Guardia Civil o a Barrionuevo se le remunerara por conferenciar acerca de los GAL. Qué se puede esperar.

Es lo que digo: en casa del herrero, cuchillo de palo. Entre escorpiones, atiendan al instinto, que no a las razones. Quien con niño se acuesta, chorreando amanece. El humanismo de ZP se canta en tonos graves. Si yo fuera rico, tarataratarataratarata. Bájenlo del cartel. Agravia nuestros sentimientos, insulta la inteligencia y atiza las ascuas de la memoria. Cañizares es un santo que nos pone a prueba. Debatir con Zapatero es como llamar a Blahnik, remendón y a sus manolos, babuchas. Una ofensa. Conchita, una ofensa.

Un saludo.

miércoles, 27 de junio de 2012

LA TRÍADA

En la antigua Roma, la tríada designaba a un conjunto de tres dioses: Júpiter, Juno y Minerva. Era la tríada clásica o capitolina. En China, la tríada nombra a una organización criminal que se organiza en grupos de tres que se conectan en una jerarquía impenetrable. En la tradición del simbolismo oriental, la tríada señala el rol que desempeñan el cielo, la tierra y el hombre. Tantas otras acepciones y definiciones harían prolijo este artículo.

En España acaso no esté acuñado el concepto la tríada institucional. Estaría conformada por los partidos políticos, los sindicatos y la patronal. Las subvenciones vinculan a estas tres organizaciones en una red de influencias, favores y silencios obligados. Desde hace muchos años, el dinero del Estado riega los canales de estas formaciones. El caudal es asombroso. Ningún Gobierno, ni de izquierdas ni de derecha, se atreve a poner compuertas o a cerrar esclusas.

El Boletín Oficial del Estado ha publicado hace pocos días el monto de subvenciones para el funcionamiento ordinario de los partidos políticos con representación en el Congreso. Más de 17 millones de euros. Sólo para cubrir el presupuesto del primer trimestre de este año. Tres mil millones de pesetas. Sumen las que corresponden al Senado. Adicionen las ayudas a cada parlamento autonómico. Tengan en cuenta a los organismos oficiales, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos y terminarán escandalizados por la cifra final. El primer elemento de la tríada está bien servido.

La primera pata del banco es la que, en gran medida, condiciona la solidez de las otras dos. Empresarios que emprenden poco y explotan mucho y dirigentes sindicales de mesa en El Bulli y copas en el Villamagna no se quedan atrás en la remuneración. Pillos los gobernantes, pícaros sus cooperadores necesarios. El ciego come el triple merced al concurso deshonesto de sus lazarillos. La tríada de las subvenciones se alimenta de delicatessen en los comedores sociales del paro y de la pobreza. Ejemplares.

Con todo, la rapiña de la terna no se agota en los manantiales de los impuestos. Ni mucho menos. La fuente se amplía en los parques de la banca. La sed de riqueza de la tríada trasciende el ámbito de lo público y penetra en la esfera de lo privado. Las entidades bancarias y cajistas saben el valor de unos préstamos condonados. A un ciudadano se le estruja el bolsillo hasta arrebatarle el último euro o despojarle de la vivienda que lleva pagando toda una vida. A la tríada, no. Lo que pidan. Si es que están dentro del sistema corrupto. Ahora dicen que hasta 100.000 euros podrán condonar los préstamos a los partidos. Serán golfos. Si piden créditos, que los paguen. Como todo quisque. No se puede seguir echando leña al fuego de seis millones de parados y a la candela de los recortes salariales.

La tríada funciona como una mafia. Occidental u oriental qué más da. El Gobierno tiene que poner freno a esta desigualdad. No es que los españoles estemos hasta el gorro de los partidos, de los sindicatos y de los patronos. Es que echamos pestes de los sinvergüenzas que entregan miles de millones de euros para rescatar a una banca a la que ellos mismos han hecho cautiva. Cautiva. Prisionera de la maldad de sus consejos de administración. Al final, el pueblo paga las fechorías de sus dirigentes sin escrúpulos.

Vamos de cráneo. El suelo es de pedernal. Ya saben. La cabeza rota. El cuerpo social, hecho cisco.

Un saludo.

martes, 26 de junio de 2012

EL RUBICÓN

La decisión está tomada. No importa el riesgo que se ha de afrontar. El siglo primero antes de nuestra era, Roma estaba sumida en la incandescencia política. Conjuras, rebeliones y pactos acompañaban a los plañideros que lloraban el final de la república. Pompeyo se arrogó una autoridad que no le correspondía por más que el Senado la secundara. Se dictó estado de excepción. Mano dura. Julio César se levantó en armas y, atravesado el río Rubicón, condujo a sus legiones hacia la capital. El resultado, la guerra civil.

ETA acaba de cruzar su Rubicón. La travesía se ha efectuado sin mojarse los pies. A través del puente de barcas construido por seis magistrados del Tribunal Constitucional. La legalización de SORTU es todo un ejemplo de deriva legal. Los magistrados de este tribunal no jurisdiccional han fundido todas las bombillas de la avenida democrática. Hecha la oscuridad, los asaltantes destruirán cuanto encuentren en su paseo militar. Las fuerzas de seguridad del estado lamentan el desprecio a sus avisos. La suerte está echada. Los independentistas vascos multiplican sus esfuerzos en pos de afianzar su actividad pública. Las elecciones proporcionarán a los golpistas de Euskadi el capital que precisan para pagar a sus mercenarios.

SORTU dispondrá de financiación española para su voluntad soberanista. A este fin ha colaborado con notable acierto el Partido Socialista de Patxi López y de Chus Eguiguren. Hay que agradecerles su contribución a la causa del desmembramiento de España. Junto a ellos, Zapatero. Su actuación en esta urdimbre ha sido fundamental. Cumplió su palabra de que España era una nación discutida y discutible. Recorrió el camino para mostrar a todos que el País Vasco es una nación independiente. El Tribunal que preside Pascual Sala, el que fuera presidente del Consejo General del Poder Judicial, ha colocado el broche de oro de la ignominia. La democracia se enfrenta a uno de los mayores ataques contra el pueblo. Sin más armas que las instituciones forjadas en el yunque psoecialista. Las maniobras del partido de ZP y de Rubalcaba han tenido un final feliz para los etarras y luctuoso para los españoles. Al grito de César (zar, káiser) “vayamos donde nos llaman los dioses y la injusticia de los hombres” ha respondido el clamor de la soldadesca: “O César/ETA o nada”.

España no quiere ni a un Bruto ni a un Casio. Tampoco a un Octavio emperador. Ninguna guerra más. Para imperio, el de la ley. El problema es que algunos apostaron por torcer la espada de la justicia y retirar la venda de los ojos de ciertos jueces.

Pronto vendrán las hordas abertzales a cortar el cordón umbilical de nuestra Constitución. Desde el interior del parlamento español le lanzarán las tijeras de la indignidad. A continuación, secarán el río de la comunicación, abortarán la “y” de la solidaridad y elevarán murallas chinas del paleoaislamiento.

Las gracias, a Zapatero. Y a quienes con él hacen de España una muñeca rota. Qué pena.

Un saludo.

lunes, 25 de junio de 2012

SERÍA UN ERROR

Con categoría de catástrofe. La presencia de tropas españolas en cualquier territorio de España sólo tiene acomodo si se hallan de maniobras, si actúan en situación de emergencia o si están acuarteladas. Cualquier otra circunstancia constituiría un despropósito.

Desde estas páginas, ya nos hemos referido al tema de Elgeta. Únicamente en el contexto descrito, se ha de entender la secuencia de movimientos del ejército. En el País vasco o en Cataluña. El estallido de algunas revueltas de mineros en Asturias genera ciertas dosis de preocupación. Muchos son los que consideran la rebelión de los mineros como una estrategia urdida por los enemigos del Gobierno de Rajoy y alentada por parlamentarios de Izquierda Unida y del Psoe. Me incluyo entre los que opinan de esta manera.

En política caben casualidades. Sin duda. Sin embargo, el azar juega un papel pequeñito en un mundo de causas. El ministro Morenés no tiene en la cabeza, porque no es un descerebrado, movilizar compañías para sofocar las barbaridades cometidas por algunos mineros. Menos aún el Consejo de Ministros. Lo cual no excluye a la destructiva Oposición formada por los rubalcabas, laras, erkorekas y otros compañeros de farra. En su pensamiento anida la posibilidad de desbarre mental y dicen: a ver si pican. La hecatombe beneficia a los hacedores de conflictos.

Ya saben aquello de cuando el río suena. A fin de buscar efectos nocivos a la ciudadanía, los depredadores de la sociedad exploran sitios de desencuentros. Las protestas de los mineros de Asturias son recurrentes y sus decibelios alcanzan niveles de historia cercana. Vuelvo a repetir la tesis del carácter dialéctico por encima de la historia lineal o de la historia cíclica. Si la historia se repite, que no, se debe a la inmutable relación dialéctica entre los individuos y los grupos. La revolución asturiana de 1934 nada tiene que ver con las escaramuzas de 2012. Los protagonistas son distintos y la estructura social y económica dista mucho de parecerse. No obstante, aunque cambian los sujetos, las ideas permanecen y las consignas cobran actualidad. Hoy, como entonces, gobierna la derecha y hoy, como ochenta años atrás, la izquierda revuelve entre la basura para su provecho partidista. He ahí el peligro.

La marcha negra del carbón se dirige a Madrid. Se apoya la causa. Si durante el largo trayecto se incorporan miles de ciudadanos, bienvenidos sean. La libertad es una bandera al aire. El problema no estalla por defender los derechos de los trabajadores. El problema surge cuando algunos utilizan la violencia como coartada. Ahí sí que no. Para reconducir las aguas desencauzadas están instituidas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El ejército se ha de emplear para otros menesteres. Los que establece nuestra Constitución.

El gran error es perder la calma y arremeter contra la muleta. Podemos ser toros en cuanto a fuerza bruta y nobleza. En lo que respecta a arte, temple, inteligencia y valor, toreros. Siempre toreros.

Un saludo.

domingo, 24 de junio de 2012

RIBÉRY

El calor del partido. La mala leche. El descontrol de las pasiones. La intención de dañar. Tantas cosas. Cuánta maldad. Qué cinismo.

Doña Elena Valenciano es la vicesecretaria general del Psoe. Mujer de armas tomar. El filo de su lengua nada tiene que envidiar a la de Alfonso Guerra de sus mejores tiempos. Conoce perfectamente la herida de las palabras y aplica en ellas el veneno que más duele.

Sus descalificaciones sobre Ribéry, el grandísimo futbolista francés, reflejan un sentimiento homófobo y xenófobo. Hacia un hombre y hacia un extranjero. Un tío feo, dice. Acaso el más feo que conoce, parece desprenderse de su comentario maligno.

La fealdad. Carencia de belleza y de hermosura. La señora Valenciano se mofa del aspecto físico del rostro del deportista. La honradez humana, la calidad de su trabajo, el derroche de esfuerzo, la nobleza de su alma no interesan a doña Elena. Qué feo. Ofende sin ver y ve para ofender. Borges escribió que “los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres". Espejos.

Doña Elena Valenciano debe mirarse en el espejo. Pero no en ese adminículo que da fe de nuestros defectos. No. Estoy seguro de que le devolvería una imagen bella. Lo que debe hacer la señora madrastra de Blancanieves es preguntar a su yo interior si el eco de su conciencia repite la pulcritud moral del señor Ribéry. En la Ilíada se habla del síndrome de Tersites para designar al hombre más feo que pisara Troya. Feo de cuerpo y de cara. No importa el sufrimiento del que está encadenado a la imagen física. Se desprecia la bondad de su conducta social. Feo como Picio.

La señora Valenciano se muestra, por mucho que después rectifique, como una pija supernova con el puñal entre los dientes. En esta sociedad de espejos, ella misma escribe en letras de molde la fatalidad de su ánimo. Ánimo de herir. Intención de matar. El odio y el amor son manifestaciones del fuego que se lleva dentro. La declaración sobre Ribéry no es de amor. Acaso ni de odio. Desprecio. Falta de aprecio. Oda a la superficialidad. Muerte de la esencia. La vicesecretaria general del Psoe ha vuelto a meter la pata. La pobre bella.

Un saludo.

sábado, 23 de junio de 2012

CONFORME A NORMA

Es Dívar. Señalado está. Si tuviera dignidad, ya habría presentado la dimisión. No lo ha hecho pero está al caer. Estoy convencido de que no ha cometido delito alguno. Igual que estoy seguro de su culpa en el modus actuandi. Son las normas las que marcan la frontera entre lo penal y lo administrativo. Las conductas determinan, en cambio, la falla entre la ética y la estética. El proceder de don Carlos abjura de lo ético y repugna a la belleza. Con todo, no existe crimen y, en consecuencia, no cabe pena.

Más vale tarde que nunca, sobre todo si la dicha es buena. El señor Dívar está invitado a desalojar la presidencia de la más alta magistratura judicial del Estado. Rechazarla sería un despropósito incalculable. Aceptarla constituiría un acto de buen perdedor que quiso jugar con cartas marcadas y fue pillado antes de que la partida se celebrara. Sin embargo, como jugador de rol, tiene la obligación moral de no marcharse en solitario. Si ha de partir, que embarque en su navío a los otros participantes en las corruptelas que le imputan. Perdida la batalla personal, puede ganar la guerra de la vergüenza. Las cuentas de todos sus compañeros de puñetas, sobre la mesa. Viajes, dietas, escoltas, semanas caribeñas y, en fin, toda la trastienda de los hacedores de jurisprudencia.

Doña Margarita Robles es un modelo de psoecialismo. La que fuera compañera de Dª María Teresa Fernández de la Vega durante el superministerio de Belloch, ha mamado la fraseología del partido de Felipe González y suelta alguna paparruchada de padre y señor mío. La destacada miembro del poder judicial admite que Dívar actuó conforme a norma pero que en política las apariencias se imponen a la realidad. Por eso, la excelentísima señora se torció el cuello durante su mandato en la Secretaría de Estado, por mirar a lado distinto de donde se fraguaban los GAL, los fondos reservados, el caso Roldán y tantas otras bestialidades políticas que, todavía, nos estremecen. La memoria selectiva de la señora Robles nos deja perplejos. Para mayor escarnio, la señora juez se atreve a decir que Dívar no es un corrupto. Mire, distinguida señora, mire el diccionario. Lea la definición sobre el vocablo corrupción. Escríbalo cien veces a ver si lo aprende: práctica consistente en utilizar funciones y medios de las organizaciones públicas en provecho de sus gestores. Sic. Ser corrupto no comporta ser delincuente. Los hay. Por ejemplo, los corruptores de menores. Todo corrupto no implica ser delincuente pero todo delincuente sí es corrupto.

Y qué pasa con el señor Gómez Benitez, experto en explosiones ajenas y desactivador de bombas propias. Nada. Aquí no pasa nada. Ojo. Que me importa un bledo que su denuncia contra Dívar obedezca a fines espurios. La cuestión no radica en el interés personal del caballero, sino en la veracidad de los hechos. El amigo de Garzón no se autodescalifica por su ojeriza hacia el presidente del Consejo General. En absoluto. Su credibilidad descansa ya en la seguridad de las actuaciones, ya en su limpidez personal, ya en la certeza de que ningún otro de sus compañeros se ha bañado desnudo en jacuzzis de cinco estrellas con cargo a los presupuestos públicos.

Conforme al principio de la buena fe, el señor Dívar debiera abandonar su cargo institucional. Se le pide que en la travesía se lleve a todo el personal que pueda haber cometido las mismas fechorías que a él atribuyen. Sean del poder judicial o del poder legislativo. Normas éticas que muestren el mecanismo rector de los comportamientos individuales. El de los jueces del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.

Un saludo.

POLICÍA POLÍTICA

Presunción de veracidad. La Guardia Civil la tiene. Los hechos constatados por funcionarios a los que se reconoce la condición de autoridad, y que se formalicen en documento público observando los requisitos legales pertinentes, tendrán valor probatorio sin perjuicio de las pruebas que en defensa de los respectivos derechos o intereses puedan señalar o aportar los propios administrados. Las únicas denuncias policiales válidas serán aquellas en las que se cumplan los requisitos legales, de la misma forma que en la jurisdicción penal, la presunción de inocencia no se desvirtúa, si el atestado policial no es ratificado en el acto del juicio oral. La finalidad específica de las denuncias policiales y de las diligencias de investigación, no es la fijación definitiva de los hechos para que éstos trasciendan a la resolución judicial, sino la de permitir la apertura del juicio. Los datos de investigación policial que constan en el atestado, tienen únicamente valor de denuncia, siempre y cuando cumpla con los requisitos legales.

El informe de la Guardia Civil es un texto o una declaración que describe las cualidades de un hecho y de los eventos que lo rodean. No es, pues, una sentencia. Esta resolución requiere un procedimiento de invstigación previa, de instrucción posterior y de probanza. Al cabo, se absolverá o se condenará al acusado. El informe de la Benemérita sobre el escándalo institucional de los EREs goza de presunción de veracidad. Durante el franquismo, el Psoe descendió a la Guardia Civil a los infiernos del descrédito. Después se sirvió de ella durante la larga etapa de gobierno de Felipe González. ¿Y ese cambio? La conveniencia. El interés. Si sirve al poder, a los cielos. Si al poder molesta, a los avernos.

Los padrinos del Psoe saben cómo elevar a los altares a un ladrón y enterrar a un santo. Son maestros de la desacreditación de los adversarios y de los críticos. La policía política halla su asiento en dictaduras. En el seno de la democracia española, las fuerzas de seguridad actúan, salvo excepciones deshonrosas, conforme establece el estado de derecho. La juez Alaya solicitó un informe y la Guardia Civil se ha limitado a elaborarlo. Como quiera que su contenido coloca en los umbrales del procesamiento al presidente Griñán, los ataques de la secta han multiplicado los cañonazos de mezquindad que le son carácterísticos.



Doña Susana Díaz quiere consolidar su vicepresidencia de facto y ha saltado colérica sobre los autores del dossier. Se trata de valoraciones y suposiciones, asegura. No hay una prueba, subraya, de que la Junta conociera o permitiera irregularidad alguna. Y, además, me da la gana, concluye. El testigo de las repulsas lo toma don Mario Jiménez, ese prodigio de política descalificatoria que resuena por todas las esquinas del Parlamento. La Guardia Civil y la juez Alaya buscan, espeta como quien escupe, implicar a Griñán a cualquier precio. Menudo es el portavoz. Si su compañera grita, él brama.



La magistrada y los agentes, con el paraguas abierto y colocado el chubasquero, prosiguen con su trabajo. Al nuevo consejero De Llera no se le cae la cara de vergüenza al compatir mesa y mantel con estos señoritos que respetan a las instituciones de tanto como denuncian los desmanes de sus compañeros de pandilla. Por ejemplo, Guerrero. Por ejemplo, Fernández. Por ejemplo,...



No están todos los que son. Son los que están. El descontrol del dinero público era un caos perfectamente organizado. Todos los que contribuyan a esclarecer esta vergüenza nacional son reos de ofensivas programadas en las que está prohibido hacer prisioneros. Si pueden liquidarnos, no les temblará el pulso. Guardia civil democrática. Los comisarios políticos son los que bombardean a la gente honrada.



Un saludo.

jueves, 21 de junio de 2012

TIRAR Y USAR

A lo largo de mis sesenta años de vida, jamás sentí el precipicio bajo mis pies. Ahora, sí. Me alineo con una multitud de edades variopintas que sufre el mismo mal del vértigo. Miramos a nuestro alrededor y no vemos sino simas y estrellas. En medio, la soledad, el desasosiego, la ausencia de porvenir, alarma por el futuro próximo de hijos, parientes y amigos.
Nada es conforme a principios. Los comportamientos de los individuos están sumergidos en alcoholes de pipetas de laboratorios clandestinos. Uno se atiene a normas de ayer que hoy se repudian. Las dictaduras se camuflan de forma que nadie las distingue. Los responsables de los máximos órganos del poder del Estado difuminan su autoridad en el éter que adormece. Las apariencias se han adueñado de la realidad y ésta se somete al dictado de la imagen. La verdad ha desaparecido de la vida pública. Lo políticamente correcto forma parte esencial del macroproyecto de la alucinación colectiva.
Los medios nos venden vestidos de saya a precio de seda. Si se quiere exaltar la figura de un amigo, aparecerán hechos que nunca vivió a fin de elevar la insulsa mediocridad e incluso la nula personalidad del homenajeado. En cambio, la facultad de escarnecer las virtudes se convierte en sangre derramada del enemigo a batir.
Silvyna Walger ha declarado que Garzón se dejó usar por los mayores ladrones de Argentina. Estoy de acuerdo parcialmente con la escritora. Se dejó usar pero no tirar. Ya llegó arrastrado. Venía de reptar entre legajos polvorientos y entre instrucciones deficientes. Escuchas ilícitas y cobros irregulares habían acabado con un escaparate de Loewe con trastienda de roedores. No se dejó usar por la Kirchner. Era entonces un juguete de segunda mano. Su acercamiento a los ladrones fue posible por su lejanía del buen orden que predicaba.
El juez estrella se convirtió en un plato de huevos estrellados por su propia codicia y su afán de protagonismo. Fue a beber en las copas del reino de la Argentina neofascista. Uno de los países más ricos y más corruptos de la faz de la tierra. La falsa defensa de los derechos humanos unió al exjuzgador con la primera dama de brillantes. La vinculación con los gobiernos bananeros de Cuba y Venezuela llenó de gozo los estómagos de la señora y del caballero. No comparten otro patriotismo que el de la opresión ni más sentido de país que el del lucro personal.
Garzón y la presidente son pañuelos de usar y de seguir usando. Tirados ya estaban antes de conocerse.
Un saludo.

miércoles, 20 de junio de 2012

HAGAN JUEGO


La gente de Izquierda Unida es un encanto. Modosa, prudente, desprendida, progresista. No tienen nada suyo. Cuando se comprometen, digan ustedes que sus principios son inalterables. Primero, el pueblo y después del pueblo, ellos. Una cosa.

Después de los nombramientos de altos cargos para la Juntasuna, más suna que nunca, Valderas está colocando a los amigos de la ciudadanía. Obvio. No sean malpensados. Cómo van a caber todos los ciudadanos en las consejerías. Puesto que es una aspiración imposible, entre otras cosas porque ya el socio psoecialista había malmetido a decenas de miles de los suyos, aplican el calificativo de probable al arte de su política. El hijo de Valderas ya está dentro del sistema. Detrás viene toda una recua de trajinantes. Ha llegado el turno de doña Dolores Muñoz.

Esta señora ha sido concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Huelva. Número dos de Pedro Jiménez, ha dejado, a su pesar, su función política en el consistorio de la capital. Tan alta vida espera doña Dolores que abandona su actividad municipal y se echa en brazos de la alta burocracia de Griñán. Merced que debe a su protector de Bollullos, el coordinador del tinglado pactista con el presunto implicado en los EREs. No conozco el sueldo que lleva aparejada la nueva actividad política de la señora Muñoz. Sí les apuesto a que dobla los emolumentos que recibía como edil. Por qué será que los portavoces de los desvalidos siempre echan las redes en bancos de peces gordos.

Unos aprovechan la subida de la marea para aumentar los ingresos y otros soportan la fuerza motriz negativa de las olas. Por ejemplo, los funcionarios de justicia de la Junta de Andalucía sobreviven a duras penas con los recortes realizados por los nuevos compañeros de oficina de Dolores. Los sanitarios denuncian la situación de precariedad en que han sido postrados por el Gobierno de Griñanderas –con permiso de Rafa Unquiles-. El estado de bienestar permanece. Eso sí, reducido a los límites de los nuevos señores feudales, de sus vasallos políticos y de sus bufones mediáticos. La plebe sigue sojuzgada en el manso.

Los vendedores de la paz se han convertido en señores de la guerra. Siempre nos quedará Pedro Jiménez. El silencio del líder revela su complicidad con el aparato de su coalición. No obstante, las expectativas de su salto a lides destacadas en la archidiócesis hispalense suenan cada vez más fuertes. Por eso, les digo: hagan juego. Cuántos más caben en la ruleta del casino de la Junta. Tropecientos, digo.

Un saludo.

martes, 19 de junio de 2012

LA GRACIA DE GRECIA


Las elecciones del pasado domingo diecisiete de junio se orientan hacia un gobierno de coalición entre la derecha de Nueva Democracia y la izquierda del Pasok. Miren, a un servidor estos gobiernos de cohabitación les merece el respeto de un castillo de naipes. Compartir casa, baño, mesa y mantel es una praxis complicada entre parejas bien avenidas. Piensen en la problemática que se suscita cuando un mismo techo cobija, por razones de fuerza mayor, a animales políticos, dicho en la terminología aristotélica, del calado de Samaras y de Venizelos.

La gracia no es el jolgorio. Hace tiempo que Grecia se echó en brazos de la corrupción y en los últimos años no hay quien recoja los platos rotos del festival de despilfarro. No hay un euro, y esperemos que la amenaza del dracma no se haga realidad, para contratar a personal de limpieza. Si no se recogen los restos del naufragio de la vajilla institucional, cómo se va a disponer de acreedores que confíen. Imposible. Oiga, arreglen el estropicio y después soliciten un nuevo crédito para adquirir nuevas escudillas, aunque sean de latón. Los bien pensados defienden la constitución de un gobierno de unidad nacional entre los dos partidos helenos, olvidando que la realidad de aquel país pasa por el salvoconducto de la izquierda radical representada por Syriza.

La polis de polis poco tiene que ver con la Atenas de Pericles. Es verdad que las ruinas del Partenón mantienen la hermosura de veinticinco siglos antes. Sin embargo, no se puede vivir del pasado, salvo como referencia cultural y económica. Los nuevos tiempos carecen del brío, de la elegancia y del nirvana de otrora. Por el contrario, la genialidad ha dado paso a la chuscada y la bendición ha cedido su plaza al chiste. Los dirigentes de la Unión Europea conocen bien a los dos urdidores de la coalición. Si se fían de ellos, habrá que propinar un duro correctivo a los de Bruselas.

Para gobernar un país en las condiciones actuales de Grecia, es preciso mucho más que una mayoría suficiente de gobierno. Es imprescindible un derroche de buena voluntad y, sobre todo, la demostración palpable de grandes dosis de patriotismo. Sólo así se podrá atisbar una realidad de comunidad. Y de comunidad en precario. La austeridad disgusta a los enemigos del rigor. Syriza tiene la oportunidad única de subvertir el orden europeo. Si se opone, lo que es seguro, a ese gobierno de coalición, estará arbitrando los medios para retornar a una Europa desmembrada. Algunos añoran tiempos pasados. Otros contemplan el mal de muchos como consuelo de tontos. Ciertos señores aprovechan el río revuelto para apropiarse los peces ajenos. Los totalitarismos de derechas y de izquierdas abonan estas tierras para cosechar frutos envenenados.

Estas mercaderías políticas tienen fecha de caducidad. No caben préstamos a malos pagadores. Prolongar los regates produce hartazgo. Los amagos generan más incertidumbres. O se realizan obras de limpieza, o la gracia de Grecia se escurrirá por los sumideros de la eurozona e inundará los palacios y conventos de los países de barbas parecidas.

Un saludo.

lunes, 18 de junio de 2012

ABUSO DE DERECHO

En manos de quién estamos. Algunos dirán que mis ataques a la Junta de Andalucía son, a veces o con excesiva reiteración, desaforados. No les quitaré toda la razón. No toda. Matizo la mayor. No acometo con ánimo de dañar. Sí impugno y refuto. Sí aprieto en ciertos argumentos peregrinos o sobre pretensiones nauseabundas. Mas no actúo para destruirla. Perfilo la menor especificativa. El empleo del término desaforados no es propio porque no entra en el terreno de la desmesura ni del exceso ni del atropello ni del obrar sin ley. No obstante, si no logro convencer al lector de mi propósito, sí doy fe de que el sujeto de mi cólera dialéctica no es la Junta, sino el grupo de canallas que se han puesto al frente de tan digna institución sin más interés que el de cargarse el mundo del derecho.

Considero que los ataques y los desafueros son aplicables a quien posee la fuerza suficiente para ejecutar acciones que son prácticamente imposibles para un ciudadano cualquiera. Las embestidas nacen en los sujetos que dirigen los destinos de Andalucía desde hace varias décadas. Todo un ejército de funcionarios incondicionales y de abogados sostenidos con dinero de los administrados constituyen un poder temible. Lo mismo se oponen al Supremo que a la Audiencia Nacional, a un tribunal superior que a un juzgado de primera instancia, a un colectivo de empleados que a un empresario no sometido al chantaje ni a la corruptela. Pregunten a la juez Alaya. Si no, indaguen acerca de cómo torean a un magistrado al negarle por gaoneras o por verónicas la remisión de un expediente.

Abuso de derecho. Desde un punto de vista subjetivo, la Junta puede que no persiga siempre perjudicar a los críticos, pero en los casos no tasados, sí es evidente que busque el interés propio. Media dolo y culpa. Advierte el perjuicio causado, lo acomete con el ánimo de lesionar, lo hace a sabiendas de la capacidad disuasoria de sus mesnadas y, sólo en casos excepcionales, se sujeta a la indemnización que establecen los jueces. Los dirigentes institucionalizan su cometido y los organismos se subordinan al albur de los dirigentes. Ejercitan sus funciones de forma contraria al fin de las entidades públicas, despreciando la moral y pisoteando las buenas costumbres.

Ejemplos. Los que quieran. Ese tipo no aprueba las oposiciones mientras yo sea el presidente de un tribunal. A Fulanito le cierro el negocio si no se presta a colaborar. El grifo cerrado a los ayuntamientos de la otra cuerda. Ya les digo, los que quieran. Abusan del derecho. Desvían el poder. Se ciscan en la ley. Rien va plus.

Un saludo.

domingo, 17 de junio de 2012

LAS NÓMINAS

Los trabajadores del emblemático hospital sevillano “Virgen del Rocío” no caben en sí de ira contenida. El gerente del centro se ha dejado caer con que no hay dinero para pagar las nóminas de julio. Por lo menos, para abonar los salarios de los tutores de los médicos internos residentes. La consejera de Salud no ha salido al paso de las declaraciones de este directivo. No sea que sufra un atropello dialéctico o incluso físico.

La gobernanza de los organismos públicos, de casi todos ellos, es uno de los graves problemas que plantea dejar el gobierno en manos de una serie de desaprensivos políticos. Como tales, nombran a los más dóciles para puestos que reclaman un plus de especialización y un minus de desvergüenza. La incógnita a despejar no es, por desgracia, única. No se trata de una ecuación de primer grado. Hay que hablar de logaritmos, de derivadas y de integrales, si manejamos los términos matemáticos. El problema no es de contabilidad, sino de captación. A ver de dónde se sacan dieciocho millones de euros mensuales para pagar a los sanitarios de ese hospital.

Más que sanitarios, los profesionales de los centros de salud en general han de ser denominados santitarios, por su labor callada, sufrida y esencial. Los hay golfos, como no puede ser de otra manera, pero lo que no admite duda es que en un colectivo tan numeroso, los profesionales dan tres vueltas en calidad y honradez a los directivos ejecutivillos. En este punto, cobra relevancia especial el tema de la productividad.

La productividad constituye un complemento salarial que se debe estudiar a fondo. Más que a fondo, en profundidad. A tal profundidad que se pueda descubrir si en el subsuelo existe algún agujero negro por el cual se pierden las monedas y van a parar a los bolsillos de unos cuantos jacarandosos. A tal profundidad que pudiera ocurrir que ciertos sanitarios nada santitarios se lleven miles de euros en crudo. A tal profundidad que se detecte que algunos realizan visitas domiciliarias en las que los enfermos no son tales, sino muertos desde hace meses. A tal profundidad, que si algunos golfos de la medicina o de la enfermería están ultrajando las arcas públicas, habrá que pensar que tan infame acción pudiera estar respaldada, por negligencia o indiligencia, por sus superiores jerárquicos, los cuales acaso se lleven una pingüe porción de la tarta de la corrupción institucional.

Las golferías de algunos barandas ejecutivillos de la sanidad están conduciendo a ésta a la bancarrota, a la quiebra. Con la aquiescencia de algunos de los más beneficiados por el improductivo complemento de productividad. Mientras esto ocurre, miles de empleados sujetos al marco estatutario entran en ansiedad cuando noticias como la de Sevilla puedan afectar a otros territorios de la Andalucía en manos de Griñán.

Vuelvo a parafrasear a Zola: Yo acuso. Acuso a los que roban y acuso a los que permiten robar. Nominalmente si lo supiera y salarialmente si se determina el concepto. Cuando no se pagan las nóminas, aparece el fantasma del descubierto. El embozado sigue, mientras tanto, poniéndose las botas.

Un saludo.

sábado, 16 de junio de 2012

NEPOTISMO, PUAF

Desmedida. Preferencia desmedida que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos. El nepote es, por definición, el pariente, sobrino del Papa. Lo público del Estado y lo privado de la Iglesia se funden, una vez más. El cesaropapismo se reedita en la política española de las izquierdas tanto más religiosas como más anticlericales. En realidad, Psoe e Iu aspiran convertirse en los nuevos sacerdotes de la Iglesia cristiano-comunista. Las ideologías de unos y otros no logran tapar el complejo de sagrado que les embarga ni la ambición totalitaria de sus pontífices políticos.



Un estudio en profundidad de los altos cargos públicos en la Andalucía del período democrático arrojaría luz sobre el tema. Por miles. Se cuentan por miles los parientes y amigos de los mandamases del Psoe. Una cosa. La red de estómagos agradecidos se extiende más allá de los puestos de responsabilidad. Atrapa todos los grupos de la Administración y se apodera de los mecanismos de decisión de la Junta. Desde Huelva hasta Almería. Consejerías, diputaciones, ayuntamientos, empresas públicas y cualesquiera entidades con olor a dinero e influencia son los escenarios de la trama institucionalizada. Ni las logias masónicas más importantes ni las sectas más reconocidas se acercan a la fortaleza de esta gigantesca ola de corrupción.



En cuanto a Izquierda Unida, las cicatrices de la pobreza se hacen heridas abiertas a la riqueza cuando ocupan los bastiones de Gobierno. El leninismo de Lara cede el asiento al estalinismo de Valderas. Don Cayo, desde la oposición, atiza el fuego y don Diego, desde la vicepresidencia de la Junta, arrima el ascua a su sardina. Con permiso de Rafael Unquiles, el griñanderismo se personifica en el refrán de los dos que se acuestan en el mismo colchón. Quiá. Antes de yacer, las inclinaciones eran idénticas. La diferencia radica en que los griñanes son redondos y los valderas, ovoidales. La cópula gubernamental se traducirá en un nasciturus totalmente esférico a fin de que los botes sean absolutamente regulares.



Los hechos son tozudos y la realidad de la unión política se reduce al concepto de escarnio a los ciudadanos, de tiranía a lo Pisístrato, de república pompeyana, de basileus bizantino o de pontificado a lo Borgia. Los hijos ilegítimos de Izquierda Unida se llaman sobrinos del Arzobispo Centellas o del Vicario Meyer. Todos a la Junta. A saco. Los bárbaros del norte se han colocado la corona del césar y la tiara papal en menos que han obtenido una docena de escaños parlamentarios. A cambio, la “famiglia” perdona las vendettas del corleone.



Ejemplares los griñanderos. En vez de publicidad, tapadera; en lugar de mérito, parentesco; la capacidad es relegada por la afinidad; igualdad, eso qué es. Ejemplares. Los sobrinos de los reyes comunistas casan con los hijos de los emperadores psoecialistas. Asco de nepotes.



Un saludo.

viernes, 15 de junio de 2012

MINEROS, SÍ. MAQUIS, NO.

El fenómeno del maquis se acuñó, como moneda de valor, en la guerra civil española y durante la resistencia francesa contra el ejército invasor de Hitler. Eran guerrilleros antifascistas que se echaban al monte en defensa de sus ideales y se confundían en la maquia del paisaje. La televisión me proporcionó ayer una imagen de nuevos maquis. Los maquis negros de la minería que se muere y a la que nadie presta ayuda. Impactaba. Ver a esos hombres cortando carreteras, incendiando neumáticos, arrancando quitamiedos o lanzando cohetes de fabricación casera, era impresionante.

Picadores de carbón estremecidos por la negritud de su presente. Marcha negra en una España lívida de miedo propio y pálida de vergüenza ajena. Camino a ninguna parte. El romanticismo de la cita con el rey ha dejado de vender titulares. Desde el norte al sur, desde León a Huelva, la mina padece el cáncer de la especulación. Los planes de viabilidad económica duermen el sueño mísero de los cajones a la espera de que algunos explotadores de la sociedad consientan emprender una actividad condenada a la clausura en pocos años. O subvención o nada. Nada. La amenaza no alivia los males ni crea prosperidad. Si acaso extiende pobrezas.

Los mineros de Asturias no sufren más que los de Andalucía o que los de Aragón. La violencia del alma no se debe trasladar al cuerpo. Los ataques físicos, e incluso los verbales, son reprobables. El respeto preside las relaciones humanas y si faltare, las leyes son la continuidad de la moral. Si algunos quieren reeditar la revolución asturiana del siglo pasado, han elegido mal el camino. La ciudadanía confía en soluciones y desespera de problemas añadidos a los que ya les oprimen. Los trabajadores de la mina tienen todo el derecho del mundo a la protesta y a la reinvindicación. Faltara más. Lo que sobra, sin embargo, es el combate, la lucha encarnizada, la subversión del orden constitucional. No son los maquis que camuflan el negro del mineral en la noche. No son guerrilleros que se enfrentan al fascio ni a la dictadura. Son trabajadores que no se resignan a vivir en la deslizante realidad que les ha tocado vivir.

Marchen, compañeros de la mina, marchen. Desplieguen las banderas de la libertad democrática. Defiendan sus derechos con firmeza y denuedo. Con violencia, no. Si las guerrillas urbanas o montescas reaparecen en la España de hoy, las víctimas van a ser, además de otras, muy numerosas.

Por cierto, el Decreto del carbón no ha sido publicado por el Gobierno del PP. Fue cosa de Zapatero y de su gabinete. La herencia envenenada que aceptó Rajoy incluía un componente de grisú capaz de provocar explosiones gravísimas. La cosa está demasiado mal como para que algunos se tomen la justicia por su mano y crean que la Guardia Civil son las milicias golpistas. Ya les digo: mineros, sí; maquis, no.

Un saludo.

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jueves, 14 de junio de 2012

SANTANA, ROMERO, ENRIQUE


Dos cuadros de Santana impregnan de categoría el salón de mi casa. Uno de ellos está firmado cuando el hoy reconocido artista firmaba como Enrique Romero. El otro sí lleva estampado el nombre de la celebridad. El marketing no engaña, sin embargo, al arte. Santana fue, primero, Enrique Romero y, antes que nada y sobre todo, Enrique. Un tipo de origen humilde, de alma ingenua, de inteligencia despierta y de sensibilidad desbordante.

Enrique decidió establecerse en Chicago. La belleza de su Lepe natal no pudo sujetar sus ansias de exploración de territorios distintos, de culturas antagónicas y de mentalidades que compiten entre la velocidad de los neutrinos y la de la luz. De vez en cuando se acerca a respirar el aire de su tierra antes de volver a sumergirse en las aguas frías y profundas de Norteamérica. Ahora está en Huelva. Exponiendo sus cuadros y motivando sus composiciones.

He aquí la diatriba. Enrique gana a Santana cuando insufla al pintor su silencio interior y exhibe sin palabras, en imágenes elocuentes, la riqueza de sus emociones. En cambio, cuando el artista consagrado quiere explicar su obra, estrangula a su yo creador. Acaso sea el sino de los que, alcanzada la justa fama, sucumben al precio de la gloria. Les ocurre lo que a la tortuga salvada de la sequía por una pareja de ánades, que no resistió a la tentación de la boca.

Enrique se manifiesta en sus marinas y en sus bosques. Barquichuelos zarandeados por una tempestad que se experimenta y árboles humedecidos por el rocío de la mañana que otorgan vida propia al bosque. Paisajes urbanos increíbles. Soledades machadianas (Deshójanse las copas otoñales/del parque mustio y viejo./La tarde, tras los húmedos cristales,/se pinta, y en el fondo del espejo) románticas que no han de caer en el gongorino poema (Pasos de un peregrino son, errante,/Cuántos me dictó versos dulce Musa/En soledad confusa,/Perdidos unos, otros inspirados.). Dónde Enrique. Dónde Santana. Romero, en medio.

“Tránsito de la luz impresiona”. Decía Monet: "Cuanto más viejo me hago más cuenta me doy de que hay que trabajar mucho para reproducir lo que busco: lo instantáneo. La influencia de la atmósfera sobre las cosas y la luz esparcida por todas partes". Monet no conoció a Santana. Mucho menos a Enrique. De ser posible el encuentro, ambos coincidirían en el aborrecimiento por las cosas que salen bien al primer intento. El maestro francés logró representar el tiempo en la pintura, la cuarta dimensión en el lienzo. El paso de la luz sobre su catedral normanda. El tiempo. A expensas de la nube curiosa, del rayo pleno del sol, de la niebla de la mañana.

Santana es un grande. Romero no desmerece del elogio. Enrique supera a los dos. Y ello porque, parafraseando a Aristóteles, el estagirita, Enrique da cuerpo a la esencia secreta de las cosas por encima de copiar su apariencia.

Un saludo.

PIEDRA, PAPEL, TIJERAS

La toma de San Telmo. La Bastilla andaluza es el edificio de bellísima portada barroca donde ha instalado su cuartel general la presidencia psoecialista de la Junta de Andalucía. Durante los años de bonanza y de prosperidad, los empleados públicos fueron los grandes sufridores de los elevados precios del mercado. El resto de trabajadores lograba mejoras salariales adecuadas al nivel de vida. Los funcionarios permanecían asidos al duro banco de unos salarios escuchimizados. El ciclo económico y financiero atraviesa las aguas movedizas de la depresión y los beneficiados de ayer se someten a las restricciones de hoy. El despido laboral sacude la dignidad de millones de personas y de familias. Bien es cierto que entre los empleados públicos se contiene el castigo bíblico del trabajo con el sudor de la frente. Mas lo que no cabe duda es que los famélicos sueldos de los felices años dos mil se han rebajado a categoría limosnera a causa del crack de 2008.

Los empleados públicos padecieron el asalto del IPC cuando el pasto saturaba los estómagos de las vacas gordas y subsisten patéticamente en el reino de las vacas flacas. Y ya está bien. Estos trabajadores pueden clamar al cielo en busca de respuesta a su eterno interrogante: ¿por qué somos los últimos de la fila contigo y sin ti? ¿Por qué? Este mes de junio, el recortazo a las nóminas de este colectivo va a rasgar vestiduras, epidermis y carne. Más que unas tijeras, les van a clavar un estoconazo. Los tratan como a toros liquidados de mala manera por los maletillas de la corrida que cobran honorarios de José Tomás. Los tendidos de la plaza, llenos a rebosar. Miles de cargos a dedo, de asesores de la mano, de sindicalistas de entrepierna, de patroncitos de oficinas y de políticos de algarabía aplauden a rabiar la masacre. Los pañuelos flamean al aire solicitando las orejas y los rabos para los lidiadores de la matanza sangrienta. La empresa, con sede en San Telmo, mira con avaricia los paquetones de billetes expropiados. Griñán y Valderas no disimulan el contento en privado mientras derraman lágrimas de cocodrilo en público. La culpa, apuntillan, del PP.

Desgraciados los que creen que el hambre y la sed de justicia será saciada por estos ganapanes. Desgraciados los pobres de espíritu si confían en el reino de los corruptos de los EREs. Desgraciados los que lloran porque no tendrán ni para secar su llanto. Desgraciados los mansos que se conformarán con hartarse de tierra. Desgraciados los que se apiadan de estos gobernantes porque ellos nunca tendrán misericordia. Desgraciados los que nunca verán a Dios porque su corazón sucio ciega sus ojos. Desgraciados los pacíficos que prefieren el silencio de los corderos a la lucha por su dignidad. Desgraciados los que sufren persecución por la justicia de nuestros mandatarios porque van de cráneo si piensan que el acoso y derribo tiene fecha de caducidad. Desgraciados.

Con la piedra, nos golpean en la cabeza. Con el papel, nos torean. Con las tijeras, no sacan las vísceras. Funcionarios de España, uníos. Todos contra los golfos del dedo y del mangoneo. Todos unidos.

Un saludo.

martes, 12 de junio de 2012

COCINAR UN CRISTO

Muchos años como lector empedernido tiene eso. Que uno se conoce el material y que advierte que lo antiguo se repone en la modernidad. El numerito de Krahe es un insulto a la sensibilidad. No importa la fecha. Nada que ver con las creencias. Sea cual fuere la resolución judicial. Sin hacer mención de su presunto carácter delictivo. Que no. Que la expresión revela ansias de sobresalir de la minusvalía creadora a base de martillazos a los símbolos. A falta de inspiración, estridencia y mal gusto.

El arte trasciende la figura y el naturalismo. A medida que faltan ideas, los artistas exploran caminos alejados de la imitación o de la reproducción. Antonio López es un pintor genial que sigue aferrado a posiciones ultrarrealistas. No obstante, su obra exhala una espiritualidad que muchos no llegan a aprehender. Tapiès no queda a la zaga del anterior. Forjador de elementos físicos, hasta vulgares, su riqueza interior se desborda como un río que recibe las aguas derretidas por el sol de primavera. Ni uno ni otro han hecho de la iconografía religiosa una plataforma de escándalos mediáticos. No lo necesitan. Pese a lo que pudiera parecer, ni sus personalidades ni sus obras son excluyentes.

Javier Krahe forma parte de lo que se ha dado en llamar la nouvelle vague del canal plus de los Polanco y de los Cebrián. Un grupo de pijos ricos que viven de "uta are" disfrazados de pobres. No les niego la valía. Lo que rechazo es la inflación. Se insertan en el sistema capitalista más cruel y ofrendan víctimas en el altar del comunismo castrista. Más allá de Franco y de la Iglesia católica, sus cátodos se aglomeran en la bohemia de una vida burguesa. Viven del mamoneo de esa teta y a ella se subordina toda la sátira de sus canciones. Luego llega la productora de los políticos de la pana y editorializan el fenómeno con tintes demoscópicos.

Suelo referir que la injusticia provoca dos víctimas: el que la comete y el que la sufre. Desde mi punto de vista, el más afectado es el primero. Éste puede matar, robar, calumniar, violar y todo lo que les disguste. No puede sustraerse a su maldad. Carece de salida a su problema. El segundo sí tiene solución. Puede costarle la vida, el patrimonio o el honor. Salvo la muerte, todo tiene remedio. Le queda la decencia. La virtud de no hacer daño a los demás. Los otros son indecentes por mucho que presuman de solidaridades. Sus padres no les enseñaron la virtud de respetar las normas.

Cocinar un cristo es como guisar un escapulario. Actividad propia de gentecilla sin dientes que no mastican y, en consecuencia, engullen. Ni siquiera pueden rumiar. No hablo de delitos. Únicamente de indecentes. Físicos o jurídicos. Individuos o empresas. Penosos.

Un saludo.

lunes, 11 de junio de 2012

ZAPATERO Y JUEZ

El affaire Dívar provocará ondas expansivas de presumible respuesta. Los psoecialistas se creen que todo el monte es orégano. La bula acusatoria se vuelve contra los privilegiados y el efecto boomerang ha dejado numerosos lisiados por causa del exceso de confianza.

Un juez de Madrid ha admitido a trámite una denuncia contra Zapatero y Salgado y ha abierto diligencias previas. De Islandia a España, tantas diferencias y algunas realizaciones en común. La crisis va a hermanar a los que fueron primeros ministros de ambos países, Haarde y ZP. Hermanados en las querellas, emparentados por las causas de las mismas y afectados por la analogía de su horripilante política.

Los presuntos delitos se concretan en falsedad de documento público y en daños a la economía nacional. A simple vista, ambos hechos son legibles en cualquier hemeroteca y audiovisualizables en cientos de videos de telenoticias. Desde una perspectiva jurídica, su consideración como delitos es otro cantar. La lectura de dichas actuaciones como irresponsables sí se adentra en un marco más estricto. Dívar pudo gastarse unos cuantos miles en Marbella y librarse de procesamiento por la sencilla razón de que si sus vacaciones en el mar no estaban prohibidas y se movía en el seno de la regulación en blanco de la dación de cuentas, el gasto no entra en el tipo penal ni siquiera en el de infracción administrativa. Lo cual no le exime del fango de la moralidad personal, de un lado, y de la ética presidencial inherente al ejercicio de tan elevado cargo institucional, por otro.

A Zapatero puede serle aplicable lo anterior. Aplicable, salvo que se demuestre la existencia de “animus defraudandi”. Lo cual está por ver y será bien difícil de demostrar a poco que la defensa airee los centenares de criterios divergentes de economistas eximios.

Por esta razón, las herencias políticas pueden ser bombas de relojería que estallan con efecto retardado. Resulta difícil mantener eternamente una mentira. Este principio se proyecta a Rajoy como afecta a cualesquiera responsables de cargos públicos que aceptan el barro de sus antecesores como un chaleco de lastre. Y no es así.

Si en un órgano ejecutivo o consultivo, de naturaleza vinculante, o no, pero que pudiera quebrantar la ley y perjudicar a terceros, los miembros de ese Consejo no se oponen y así lo hacen constar, adquieren la misma responsabilidad que aquellos que secundaron la propuesta ilícita.



Zapatero deberá defenderse ante la jurisdicción. Esperemos que lo haga mejor que ante el cuerpo electoral. Al fin y al cabo, el pobre no dio más de sí ni se puede estirar su capacidad de decir la verdad. Va con el partido. El suyo.



Un saludo.

domingo, 10 de junio de 2012

EL DEFENSOR DE QUIÉN

Ea, ea, ea, Rodríguez, don Manuel, se cabrea. El alcalde va a cerrar el chiringuito que el primer edil de Huelva le procuró. La rabieta es el cabreo de un niño consentido. Antier le regalaron un juguete con pilas y mañana, a falta de baterías, carísimas, le expropian el artilugio mecánico. Sentido de administración se llama eso. En vez de comprender la tragedia económica del municipio, el Defensor del ciudadano se irrita y acusa a Pedro Rodríguez de moverse por intenciones políticas, que no económicas. Papá, estalla iracundo el hijo del comunismo bufo, la tienes tomada conmigo.

Manuel Rodríguez es un alto cargo del Ayuntamiento. El exconcejal de Izquierda Unida fue fichado por el alcalde Pedro para desarrollar una actividad municipal de bastante trascendencia. No se reparó en que esta labor fuera políticamente molesta ni se subjetivó la procedencia izquierdosa del prócer. La nobleza de los populares tropieza en incontables ocasiones con la vulgaridad de algunos de sus interlocutores. Si la idea inicial de su nombramiento fue buena, por qué la del cese ha de ser mala. Sin embargo, si el caballero defensor de causas ciudadanas se ha venido llevando un pastón cada mes, por qué no reduce el sueldo a la cuarta parte si tal es su vocación de servicio público. Dicho de otro modo: por qué no se alista en las hermanas de la caridad o en el voluntariado laico o participa de los fines de Cáritas, a fin de dar rienda suelta a sus benéficas actitudes humanitarias.

El desafío de los demagogos es convencer de la pequeñez de su ego. A partir de esa premisa, afirmar la imparcialidad y la independencia de su gestión. En tercer lugar, garantizarse una abultada nómina cada treinta días. El negocio se levanta desde la base de un engaño personal y se erige con el cemento armado de una mentira incontestable.

La última proposición decente del líbero Manuel Rodríguez es que el Ayuntamiento construya un edificio municipal ómnibus. Demasiado gasto en alquileres, se lamenta. Lo cual es verdad. Una macrodependencia consistorial capaz de absorber todos los servicios municipales, entre ellas la oficina del adalid de los ciudadanos más desvalidos. Un héroe. Ahora bien: la edificación debe construirse en lugar céntrico. Las tentaciones de doña Petri se prolongan en la personalidad de don Manuel. En el Torrejón o en Pérez Cubillas o en la Navidad, no. La fuerza, centrípeta. El centrifugado, para las lavadoras.

La idea es buena. Sin duda. Lo malo es materializarla con dinero ajeno, en tiempos de cólera social y con los contribuyentes acribillados a impuestazos. Una ganga. El nuestro es un país de bandazos, de bandadas y de banderías. Incluso de bandidos célebres.

D. Manuel Rodríguez azuzaba en 2006 el fuego guerracivilista al reivindicar la construcción de un monolito en El Conquero en memoria de los fusilados por las fuerzas franquistas. El Defensor de los Onubenses atizaba entonces las memorias de unos y fustigaba el olvido de los otros. Hoy se proclama defensor de sí mismo, de su continuidad en el cargo público y de la conservación de las retribuciones plurimileuristas. El progresismo de algunos es tan ficticio como su ideología.

El cierre del despacho de don Manuel no comportará, en ningún caso, la atención a los problemas de la ciudadanía. De ello estoy seguro. Muy seguro.

Un saludo.

sábado, 9 de junio de 2012

VIDEO CONTRA LA IMPUNIDAD

Lo promueve Izquierda Unida. Con la excusa de las infamias financieras de algunos banqueros, Cayo Lara arremete contra los políticos de la derecha. Como el Manzanares cursa por Madrid, los amigos de Zapatero y de Rubalcaba navegan en barca de remos por las aguas mansas del Partido Popular. Como si las finanzas no trabaran lazos de sangre allende las posiciones políticas.

Tendrán cara. Las crisis financieras son más antiguas que los paños de cocina. Los autores son los profesionales de la especulación. Sin embargo, los cómplices de este asco se reúnen en salones institucionales. Los seguidores de IU, que no los secuaces de Lara, persiguen algo más que una vendetta. Pretenden un aseo a fondo. El miedo no está en las trincheras de las entidades bancarias. Anida en las madriguera de los politicastros que tapan las canalladas de las primeras. Desde el momento que solicitan préstamos que nunca pagarán. El miedo es la coartada del lobo. Claro, que el lobo terminó devorando a Pedro, digo a Cayo.

Y si de impunidad se trata, para cuándo, señor Lara, investigar a Griñán y a Chaves. El fondo de reptiles no es la única baza. Existe un fondo de babosas. Otro de gusanos. Uno más de hienas. Y tantos otros de animalitos repugnantes. Todos ellos establecieron su residencia en Andalucía, en terrenos usufructuados por la Junta del Psoe. O acaso no le interesa que Valderas pierda el único punto de apoyo gubernamental que el pueblo ha permitido a su partido. El pueblo engañado, claro está.

Si de verdad luchan por la limpieza y combaten el engaño, comiencen por la casa propia. Los pocos que disfrutan de una parcela de poder, están henchidos e hinchados. Antes que les estalle la borboja del poder, alargan indefinidamente la noche.

Estos dizque comunistas de guasa actúan como los del chiste. Ponen en común todo el patrimonio de los ciudadanos. Lo que no están por la labor es de repartir la riqueza propia. Cómo van a destruir la impunidad si en ella germina su miseria.

Déjense ya de mensajes demagógicos. Aprendan el catón de la democracia.

Un saludo.

viernes, 8 de junio de 2012

CAROD NO ESTÁ PRESO


El señor Carod Rovira es uno de esos personajes que sólo caben en norias y productos televisivos de poca entidad dialéctica. Salvo que por dialéctica algunos entiendan la capacidad de vocear, de interrumpir al interlocutor, de disparar ofensas con balas fonéticas o de buscar la complicidad del presentador pijo o el aplauso fácil del público conducido.

Después de años de andanzas políticas reprobables, el aburrido señor Carod busca la portada de alguna prensa merced a su foto con el número de preso de Otegi. Es posible que el catalanista de contra prefiera la cárcel al anonimato que le priva de la imagen continuada. Antes en prisión que en la sencillez de la libertad.

Don José Luis haría bien en ponerse la barretina, estirarla hacia abajo de forma que le oculte la cara, taladrar dos agujeros a la altura de los ojos y coronar el busto con una txapela a modo de los valientes etarras mataniños y ponebombas. Su espíritu independentista debiera ponerlo al servicio de causas más positivas. Por ejemplo, devolver el mal que, como vicepresidente, hizo a su Cataluña del bolsillo. La paupérrima situación que atraviesa la región escarba sus raíces en la política choricera que protagonizara Montilla y secundara él mismo.

Servidor prefiere que Carod disfrute de los aires de Montserrat y del Tibidabo. Que pasee por las ramblas barcelonesas o que, émulo de las estatuas humanas, se deje fotografiar con los turistas a cambio de unas monedas. Sus calentones separatistas se atemperarían con el frio de la normalidad nocturna cuando algunas rapaces salen a la caza de presas distraídas. Junto a él, la figura vulgar del expresidente y exministro cordobés, ataviado con el traje de luces que los pedigüeños se ponen para deslumbrar a guiris y guripas.

Uno y otro hicieron las Indias y los agostos. Tras ellos, las minas se agotaron y los sucesores de la ruina excavan las escasas vetas que abandonaron los minerillos.

Uno agradecería a Montilla que compartiera la fotografía oteguiana de Carod. Incluso que formaran parte del paisaje emocional de los maletillas que vieron truncadas sus aspiraciones toreriles cuando sufrieron el primer revolcón del morlaco de turno. La pena es que Artur mas, por qué será, no ha tirado de la manta de estos secesionistas de montera rota. Acaso le pueda el miedo del qué podrían soltar por esas boquitas de piñón.

Lo dicho, señor Carod. Quienes defendemos la unidad indisoluble de España, nos limitamos a cumplir la Constitución. Si el pueblo decide modificarla y permitir la independencia de algunas regiones, se acactará y punto. La democracia tiene eso. Que hace prevalecer el criterio del pueblo por encima de los fascistas que matan, roban y torturan.

Siga con el numerito. Pero que no le toque llevarlo por narices. Que no le toque.

Un saludo.