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jueves, 29 de noviembre de 2012

AL FINAL DEL OKUPA, EL OKUPA


Comentaba días atrás con  mi mujer, mientras disfrutábamos del café mediamañanero de todos los días, lo difícil que resulta hacerse entender cuando emisores y receptores utilizamos distintos canales o cuando la comunicación interpersonal es, en realidad, un soliloquio deformante con las paredes de tu propio interlocutor. Nada que hacer si no encendemos nuestra radiofrecuencia o si cambiamos constantemente de sintonía en un alarde paranoico de zapping auditivo.
 
En el mundo de las imágenes, de las redes sociales, de los efímeros trending topics y de las banalidades más glamourosas, no escuchamos ni leemos ni sentimos más allá de nuestra propia inconsistencia moral. Ventilamos los problemas con la ansiedad con que el enterrado vivo se apresta a salir de su túmulo fallido. No hay asiento para la reflexión sesuda o para el análisis sereno. La ética se escurre por el alcantarillado de las cajas tontas de plasma y alta definición. Es imposible mantener un  mensaje de esperanza fuera de los cauces señalados por las más burdas formas televisivas. Griterío, descortesía, ofensas, ultrajes y otras despreciables fórmulas de expresión se imponen. Fuera de ellas, todo es desafuero y la sangre no circula. Lastimoso.
 
Leía días atrás la noticia de que un okupa había requerido la intervención de la policía para que la fuerza pública desalojara de inmediato, por las buenas o por las malas, a un indigente que, a su vez, había okupado la vivienda. Sólo quería guarecerme del frio y de la lluvia, se excusaba el poseedor ocasional ante la insensible acusación del coyuntural detentador de la casa. A la calle, exigía el primero, escandalizado por la poca vergüenza del mendigo que se atrevía a entrar en sus lares. Cuál fuera la respuesta de la policía se me escapa porque la noticia se reducía a la anécdota del hecho.
 
Ocurre lo mismo con quienes esgrimen la necesidad de una democracia real. Qué democracia es esa. La democracia carece de adjetivos. Se predica con verbos. Con adjetivos, no. La muerte es la ausencia de vida. Otra cosa es que nos llegue súbita, dulce, dolorosa o prolongada. El embarazo mantiene su nombre hasta que se produce el parto. La democracia es un sistema que funciona mejor o peor, de manera vergonzante o con estigmas dictatoriales. Su esencia se ciñe a la teoría. Su existencia comulga con la práctica. Si es un disfraz, no oculta la dictadura del cuerpo.
 
La vida de la democracia se agota en su praxis. Ya sea en el núcleo familiar, ya en la comunidad de vecinos, en la asamblea del barrio o en el territorio de la aldea más despoblada. En todos sus ámbitos de aplicación, la democracia es la misma. Lo que no quiere decir que las personas no intentemos exigir actitudes y aptitudes democráticas allí donde no se perjudiquen nuestros intereses particulares. No conozco colectivo alguno en el que los más furibundos defensores de la democracia se salten las reglas del juego si tienen que pagar una nueva derrama, si hay que colocar una rampa para el minusválido del primero o negarse a abonar los gastos del ascensor porque habita la planta baja.
 
A la postre estos demócratas de juerga y de huelga se reúnen en la puerta del sol o en la plaza del pueblo exhibiendo banderas y pancartas en las que reclaman democracia ya. Son, en suma, como el okupa que se niega a compartir techo con otro de su condición. Es el egoísmo en clave de penosa insolidaridad. Es el comunista que colectiviza todos los bienes que él no posee y rechaza que su motocicleta entre a formar parte del lote de la comunidad. Porque es suya, oiga, porque es suya.
 
Malditas sean la falta de coherencia y la pérdida de humanidad de nuestros días. Malditas.
 
Un saludo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

MOFA, BUFA Y BEFA.

Lo de FAFFE no es burla o desprecio o broma o escarnio o choteo o rechifla o pitorreo. Es mofa, bufa, befa y chufla. Compilados. Lo de FAFFE es un hecho que pone en ridículo a toda la Junta de Andalucía. No así a los jerifaltes de la misma porque ellos nunca tuvieron  vergüenza política y, en consecuencia, no conocen el sentido del ridículo.

Cuando la pandilla de amigos que desgobierna Andalucía, la de los EREs o Invercaria entre otros casos lacerantes, quiso reordenar el sector público andaluz, vaya que lo hizo a conciencia. No reordenarlo, no. Desordenarlo. Conducirlo al caos más absoluto. Si creen que por ignorancia, se equivocan. Por mala fe. Por el logro de un río revuelto donde pescar prosélitos. La Administración  paralela es la consecuencia más infame de este modo de proceder del gabinete de Chaves y de Griñán.

Las sorpresas no son tales en política. Son realidades que, no por inesperadas, dejan de provocar el acto reflejo de llevarnos las manos a la cabeza. Entre la maraña de golferías, el noticiario de actualidad nos trae una que no desmerece las anteriores y más publicitadas. Se trata de la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que declara nula de pleno derecho una subvención de 16 millones de euros (alrededor de tres mil millones de pesetas) que la Consejería de Empleo, la de Antonio Fernández, Viera y otros compañeros mártires, otorgó graciosamente a la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo, más conocida por FAFFE.  Pero bueno, y por qué es nula una subvención de esta cuantía en la región de las subvenciones más peregrinas. Cuestión de fechas, amigos lectores. Cuestión de fechas.

La Junta concedió la subvención a FAFFE una vez que la fundación había sido disuelta. Como si el presidente de la Junta otorga una subvención a MATSA, la de Paula, una vez que la empresa ha cerrado sus instalaciones mineras y despedido al personal. Pues eso. Se carga con una porrada de dinero a una entidad inexistente. La iniciativa de judicialización del fraude hay que atribuírsela al buen hacer del sindicato CSIF. A cada uno lo suyo. Se ha podido demostrar que la Consejería de Empleo regaló estos fondos millonarios a la extinguida FAFFE, organismo cualificado concebido, desarrollado y ensalzado a la sombra del enchufismo más procaz en el que los jefezuelos, remunerados como emires, fueron colocando a familiares propios y deudos ajenos hasta sobresaturar el mercado de empleados públicos.

A partir de ahora, el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), destino de los trabajadores de la extinta FAFFE, deberá devolver el pastizal ilegítimo a la Consejería de Empleo. Y eso a qué se debe. A que la subvención fue nominativa a FAFFE y no asumida por el SAE. Cómo se les queda el cuerpo. Fatal. Como a servidor. Tanto enjuague en tiempos tan cortos sabe mal, muy mal.

A ver si alguien piensa que los de la Junta tienen la boca limpia pese a los colutorios continuados de los tribunales de justicia. Nada. Sucia. Negra. El empacho es sistemático y sistémico. Una faffe, digo una mofa, una bufa y una befa. Pura chufla.

Un saludo.

martes, 27 de noviembre de 2012

MUERTES VIOLENTAS


El asalto nocturno a la residencia familiar del presidente de la patronal de Gerona vuelve a poner de manifiesto que la violencia forma parte, y cada día más, de la sociedad española actual. Basta remontarse a la paliza que recibió, hace poco tiempo, el conocido artista y productor José Luis Moreno. La inseguridad invade las vidas de los ricos y no desprecia la de los menesterosos. Un mundo de gente sin escrúpulos no se puede sostener en un Estado de derecho. La alarma social se ejemplifica en los pequeños hurtos, tirones, robos domiciliarios, ataques discriminados a chalets urbanos o rurales y otras lindezas de este estilo.

No es la crisis. La explosión de este fenómeno del atropello domiciliario en el que los delincuentes primero golpean y después preguntan, no radica en la recesión económica. Ni mucho menos. Los autores pertenecen  a bandas organizadas que disponen de medios para que sus navajeros y pistoleros cobren la pieza con la celeridad del rayo y, con esta misma velocidad, abandonen los escenarios de sus bellaquerías. La vida de un ciudadano vale un porrazo mal dado. La continuidad de su delito estriba en la impunidad de que se valen.

No son parados ni desahuciados ni indigentes ni indignados ni miembros de movimientos político-civiles. En absoluto. Españoles y/o extranjeros con objetivos muy claros constituyen la base humana de estos crímenes. La crueldad y la vileza mueven a sus protagonistas. Las víctimas no son provocadas por etarras. Delincuentes comunes bien armados, mejor preparados y con la misma carencia de escrúpulos.

En tanto, las fuerzas de seguridad hacen lo que pueden. Demasiado para sus escasos y recortados medios de defensa. Los ciudadanos, como siempre, hemos de soportar las agresiones y hacer del miedo nuestro compañero de viaje. Los joyeros Tous sufrieron en sus ricas carnes mortales el cáncer de la violencia mafiosa. Un familiar se enfrenta a 14 años de cárcel por el homicidio de uno de los supuestos asaltantes a la mansión de los comerciantes catalanes. El jurado popular tiene la llave de la cerradura oscilante de la legítima defensa. El acusado admite la mayor, que se cargó a uno de los que, a su juicio, intervino en los hechos. Lo que rechaza es que la muerte viniera precedida de premeditación y alevosía. El miedo asciende al nivel de lo insuperable en determinadas circunstancias. Nadie está ajeno a reacciones disparatadas. Ya sea a repeler el ataque con lo primero que tenga a mano, ya sea para acoquinarse hasta el aborregamiento, ya sea a la cooperación quasi cómplice con los bandidos. Mal consejero el miedo.

Decía el gran Tucídides, el gran militar e historiador ateniense, que los más valientes suelen ser los que aprecian con claridad lo que tienen ante sus ojos, tanto el peligro como la gloria, pero procuran no reunirse ni con la segunda ni, mucho menos, con el primero. Le faltó añadir que ante el miedo, el Estado es el pastor que nunca ha de faltar a su grey ciudadana. Si no cumple su cometido, para qué alimentamos a esa Bestia tributaria que cobra pero no compensa.

Las muertes violentas ponen en entredicho a las fuerzas de seguridad pero, fundamentalmente, al Gobierno del que dependen. Nadie me convencerá de que libertad y seguridad son términos antitéticos e incompatibles. Pregunten en Nueva York la causa del fortísimo incremento del turismo. Pregunten. En el país de las libertades, seguridad a ultranza para satisfacción de la economía y de la sociedad.

Un saludo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

LA POLILLA

 La polilla es un insecto saprófago. Come alimentos almacenados y gusta devorar el papel y la ropa. No se ha de confundir con el molusco bivalvo, conocido como broma, que ataca la madera de los embarcaderos. La polilla broma.

Una broma de mal gusto me parece la declaración de directores de institutos de enseñanzas secundarias acerca de su oposición a la implantación de pruebas de reválida para los alumnos que terminan cuarto curso de la ESO. Una mala broma y un peor chiste. Cómo que por qué. Porque revela el miedo institucional a que se descubra el estado agónico del sistema educativo español. Los informes PISA colorean de rojo la cara de los responsables de la educación. Bueno, la de aquellos que todavía pueden lucir blancura y no la negrura que afecta a los sojuzgados por sus malas praxis y se aquietan en la oscuridad de su noche para no ser señalados.

No es aceptable en un Estado social y de derecho que los directores de estos centros públicos basen su argumento de rechazo a la reválida en dos puntos: la disminución del número de titulados y el aumento de los índices de fracaso y de exclusión del sistema educativo. Iridiscente, que diría unos de los personajes caricaturescos de Forges. Pura filosofía logsiana aplicada. Confesión de la existencia de un colectivo de polillas que se ha apoderado de la sociedad. Vayan a paseo de pensamiento, peripatéticos de la rutina y del adocenamiento. Hay remedios y fórmulas decisivos para acabar con la plaga de larvas de mariposa que anidan en los armarios sin fondo de nuestro pozo de cobardía.

Si la reválida es la prueba del embarazo extrauterino de nuestra red de centros docentes públicos, ya sabemos que el nasciturus va a ser un ente amorfo, insulso y malvado al más puro estilo fernandoséptimo. Para parir sujetos de esta índole, mejor nos estamos quietecitos. Si disminuye el número de titulados de enseñanza secundaria, no será por la existencia de la prueba filtro, sino por que el tamiz no deja pasar a través de su cedazo piedras no pulidas porque no han querido pasar por la mano del tratador de lascas. En cuyo caso, la propedéutica habrá ejecutado su papel de cernidor de los futuros estudiantes de Bachillerato. Y así sucesivamente de universitarios que den lustre a nuestras apagadas facultades.

De otra parte, si el miedo de los directivos radica en que va a incrementarse el índice de fracaso escolar, se necesita ser cretino para admitir que ese fracaso no es sino la consagración del propio revés de la organización educativa. Así que en el caso de que las cifras sonrojen a los irresponsables, la sociedad sabrá mandarlos a picar piedra en vez de mantenerlos al frente del servicio más esencial para su progreso. Y todo ello en el marco de atención a la diversidad, de respeto a los valores, de educación por la paz y la salud. Eso sí, con arreglo a las virtudes que hacen de los seres humanos, personas, esto es, la capacidad de esfuerzo, de trabajo, de dedicación, de compromiso, de respeto, etcétera, etcétera.

En caso contrario, recomiendo proseguir las pautas que han oxidado el engranaje otrora limitado pero fluido de nuestra educación. Que no se saben las operaciones aritméticas, pues nada, ya las aprenderán. Que la lectura y la escritura son fárragos insoportables para estos chicos de la playstation, qué mas da si pueden ser campeones del mundo del ocio juvenil. De todas maneras, si los profesores aplican con un mínimo de rigor sus competencias evaluadoras y suspenden/reprueban a un número equis de alumnos, ya vendrá la inspección educativa a dejarlos en evidencia y a satisfacer las estadísticas triunfalistas del político mamarracho y sin escrúpulos que nos toque en desgracia.

Erradiquemos la polilla de nuestras instituciones o mañana nos quedaremos con las bisagras del ropero. Lo veo venir.

Un saludo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

RAZÓN DE ESTADO


He escuchado a dos destacados dirigentes del PP de Huelva pronunciarse sobre el día después de las elecciones catalanas del cambio. No dejan de sorprenderme. Las manifestaciones de ciertos políticos tratan de lanzar mensajes de esperanzas y no augurios alarmistas. En sentido estricto, así debe ser. Sin embargo, cualquier declaración contraria a la verdad es contraproducente. De ahí que la difusión de ideas de paños calientes allí donde el incendio amenaza a millones de españoles, no es una feliz iniciativa.

Verán. El secesionismo catalán no se reduce a una simplista cuestión de dinero ni de pacto fiscal. Cuando las cosas se nos van de las manos, lo más adecuado es reconocer la carencia y pedir ayuda. Adulterar la realidad es tan pernicioso como echar alcohol al biberón de un bebé. Las erupciones cutáneas, los vómitos y otros síntomas malignos preceden al posible fallecimiento del niño. Los ciudadanos no somos pequeñajos a los que podemos relatar historias mimosas. Cataluña amenaza directamente con romper la integridad territorial de España. En el País Vasco, las trompetas del apocalipsis independentista están en la boca de miles de charranes de Bildu y de ETA. No se trata de charangas carnavaleras ni de panderetas navideñas. Son músicos de odio.

España atraviesa la peor situación económica de los cincuenta últimos años de su historia. Rajoy se enfrenta a un problema regional que, si bien no inédito, nos devuelve a una realidad que creíamos, estúpidos de nosotros, olvidada. La dialéctica hegeliana de la tesis y de la antítesis concluye en la síntesis. Y la síntesis se ha de escribir en caracteres grandes de respeto, firmeza y legalidad democrática. No son aceptables los golpismos ni las amenazas guerracivilistas. A este fin, los diagnósticos equivocados de nuestros dirigentes actúan sobre la salud del paciente.

Financial Times y The Economist ya están metiendo las pezuñas en suelo hispano. Son partidarios de impulsar el independentismo vasco y el separatismo catalán aun a costa de convertirlos en estados europeos ilusorios, fingidos e incluso alucinados. En modo alguno por razones espirituales o humanitarias o de conciencia identitaria. No lo crean. Para sacar tajada de la unidad económica. Para garantizar el negocio territorial. Ni menos ni más.

Ahí está la razón de Estado. Rajoy tiene que lidiar dos toros bravos que se han crecido con los cánticos monocordes de la izquierda montaraz y desarraigada pero, y he ahí la cuestión, con la financiación interesada de una derechona que confía en que la independencia les reporte los beneficios económicos y fiscales que España les niega. El gran reto del PP es escuchar a todos y obedecer a los sabios. Ellos indicarán el camino a seguir por el bien del país. Estoy seguro de que esos sabios hablarán de diálogo. Estoy seguro. Como lo estoy de que insistirán en la necesidad de aplicar la Constitución. En todos sus puntos. Y si ésta no gusta, y si el Congreso no se considera fuerte, y si los ciudadanos se muestran escépticos, disuélvanse las Cortes y convóquense nuevas elecciones. Si han de ser constituyentes, por la vía establecida.

Rajoy, razón de Estado. Estado de razón.

Un saludo.

sábado, 24 de noviembre de 2012

JAVIER BARRERO, LA VOCECITA


Entre los cazadores, a los que respeto por tantas razones, desprecio a los furtivos y a los que lo hacen al acecho. Armados hasta los dientes, los sujetos de esta actividad se aproximan cautelosamente a sus piezas a fin de abatirlas desde su atalaya de camuflaje. No se enfrentan a sus víctimas. Se mimetizan con el paisaje y, en el silencio del monte, zas, disparo al corazón.

He leído en algún medio que el inefable Javier Barrero, otrora reconocido segundón de la compañía psoecialista de Carlos Navarrete y de José Antonio Marín, posteriormente desdichado líder de esta formación en Huelva y siempre calentador formidable de escaños en el Congreso, Javier Barrero, digo, ha reaparecido. Y lo ha hecho como suele. No para construir ni para regenerar ni para contribuir al bienestar. Su irrupción, no podía ser de otra manera, se ha debido a su añoranza por la caza al acecho. Cómo que contra quién dispara. Por favor, contra la pieza mayor de su repertorio, el Partido Popular.

Después de guardarse la escopeta en salva sea la parte durante el septenato del maléfico Zapatero, don Javier Barrero se la ha vuelto a echar al hombro y cargado con el odio que le ha caracterizado durante décadas, se ha puesto a descerrajar tiros contra la derecha política a la que tanto imita y de cuyo régimen económico disfruta una enormidad. Y ahí lo tienen, no dejando títere con cabeza. Que si los pensionistas, que si los desempleados… Una joya. El señor Barrero es, a lo sumo, un abalorio de dos euros el kilo.

No cabe duda de que el primer aniversario de la presidencia de Rajoy tiene poco que celebrar. Mas por encima de esa idea, tengo la plena certeza de que las palabras/misiles de Barrero son perversas de forma, inmundas de contenido y falsas de atribución. Los pensionistas están mejor que durante la era Zapatero. El déficit público ha descendido. Los proveedores cobran, poco a poco, sus deudas. La comunidad internacional contempla satisfecha la fortaleza del Gobierno del PP. La confianza inversora se recobra por más que la prima de riesgo amenace de cuando en cuando y la Bolsa provoque rebotes de desconcierto.

Es evidente que los trabajadores de las empresas privadas y públicas están sufriendo en sus carnes la dureza del látigo de los despidos, de los recortes, de las humillaciones. Nada que objetar ante el deterioro de la cohesión social. Nada que objetar salvo que esa descomposición no sea fruto único del yerro gobernante sino de las voladuras controladas efectuadas por el Partido Socialista y los sindicatos subvencionados. Cientos de argumentos se quedan en el ordenador y no se reflejan en la pantalla.

Con todo, señor Barrero, don Javier, los españoles en general y los onubenses en particular, hemos de estar agradecidos a don Mariano. Si la presidencia del Gobierno siguiera en manos de los suyos, desalmados que perdieron las elecciones generales del año pasado, estoy seguro de que el descalabro social y económico hubiese sido irreversible. El batacazo nos hubiera desmembrado de forma colectiva e individual. Rajoy ha logrado lo que parecía imposible: frenar el porrazo y, pese a las magulladuras, desgarros dérmicos y piteras sanguinolentas inevitables, nos ha devuelto la esperanza de que España es un país en el que se puede vivir.

La escopeta nacional del inigualable Berlanga se hubiera escrito en otra dimensión trágica si el genial cineasta hubiera conocido las andanzas de don Javier Barrero. Y/o si las de su émulo adelantado, don Mario Jiménez, qué les voy a decir. Furtivos y al acecho. Qué leches. Vocecitas. Boquitas. Hociquitos.

Un saludo.

SENYERAS Y ESTELADAS

Mis artículos sobre Cataluña revelan fijación. No en sentido freudiano. Sí en cuanto a mi voluntad de impedir que se manipule el ser catalán y trate, por tanto, de mantener su hermosa entidad lejos de las alteraciones políticas de ciertos grupos burgueses, oligárquicos y financieros que persiguen modificar su impar arquitectura regional y su muy singular idiosincrasia humana.

Las ofensivas soberanistas de estos lobbys pueden concretarse en monstruos perversos a partir de este domingo, veinticinco de noviembre. Sería terrible. Mucho más que si se derribara  la catedral gótica de Barcelona  o la gaudiana Sagrada Familia para construir sobre sus solares las torres Pelli de la inmoralidad. A martillazos no se puede elevar una política lingüística. A golpes de piqueta no se arranca el corazón de la ciudadanía. A este paso, el triunfo electoral de los secesionistas desmembraría el cuerpo social y económico de este amado territorio español. Mala cosa.

Aparte del PP, que nos ofrece dos de cal y una de arena, la salida acertada pasa por la calle de Ciudadanos, esquina Albert Ribera. En cambio, si, por error de orientación y de cálculo, tomamos el atajo de Alfons López tena, de Homs o el de los Pujol, la regresión al medievo será un hecho.  En este caso, TV3 sería Canal Sur; Ciu, el Psoe de Chaves y Griñán; El Palau, la Consejería de los EREs; y así. Una aristocracia de la corrupción más repugnante dirigida por una partitocracia pringada hasta las meninges.

No hay banderas suficientes para tapar el retorno al pasado más cruel. Unos se empeñan en atizarnos con la senyera. Otros ondean la estelada como velamen de un barco sin timón. Pura guasa. La senyera tiene su razón de ser, en tanto se remonta a orígenes históricos de la Corona de Aragón  y no arrastra el paño por el barro del separatismo. La estelada, sí. La estelada es la llamada independentista a estrellarse en la España democrática y constitucional. La estelada es “le drapeau” que exhiben los reaccionarios para limpiarse los líquidos internos de sus enfermedades endémicas.

De igual manera que a toda acción corresponde una reacción, ante los reaccionarios cumple la intervención de acciones de paz, de solidaridad, de convivencia, de progreso. Senyera, sí. Estelada, no. Por fijación identitaria. Por respeto a las leyes. Por necesidad de sentimientos.

Un saludo.

jueves, 22 de noviembre de 2012

STOP CHANTAJE

El próximo domingo, 25 de noviembre, las elecciones catalanas se van a convertir en algo más que una cita democrática. Un plebiscito. Un referéndum. Un respaldo personal. Un soberanismo regional. Sin embargo, por encima de todo esto, un chantaje a España a través de su Gobierno. Conforme se acerca el día de autos, Mas y Pujol, Pujol y Mas, se juegan su dinero. No su credibilidad, de la que les queda poco margen. Su dineral. Su patrimonio personal y/o familiar. Por vía de la ganancia político-empresarial, por la senda de la herencia calculada.


A todo esto, el Gobierno del Estado debe mostrar firmeza, ánimo, respeto y autoridad. Artur Mas sabe que la burbuja secesionista le puede explotar en plena cara, que bien dura la tiene, y convertirle el rostro en un cromo. Perdido, recurrirá a Rajoy para ofrecerle un pacto. El pacto fiscal del País Vasco, como plato de tercera mesa para que el vapuleo suponga una derrota a los puntos en vez de un k.o. fulminante. Si me tratas como al País Vasco, rebajaré la tensión independentista, declarará después de que la mayoría absoluta se quiebre y los sueños de grandeza napoleónica se esfumen. El convergente ha acumulado una fortuna que no puede engordarse lejos de la Generalitat.

Mariano Rajoy podrá acordar, bajo cuerda, lo que le salga del alma. Lo mismo piensa que una tregua nacionalista le va a cargar sus pilas gubernamentales. Está bien equivocado. Si acepta el chantaje, el extorsionador conseguirá en los círculos masónicos lo que las urnas le han quitado. El mundo empresaral catalán se ha posicionado con largueza antes de los comicios. Con España. No por patriotismo, que no se lo creen ni ellos. Negocio, puro negocio. El radicalismo separatista se cuantifica en unidades de concesiones del Gobierno. Que suelta la pasta, se demora la ruptura. Que no abre el grifo, se agitan los de siempre y propagan los de costumbre.

Artur Mas ha perdido los papeles, que no los billetes, bien custodiados. Rajoy debe dar a los ciudadanos una satisfacción moral. Ya que la economía sigue peleándose con las lajas del suelo y la sociedad se lame las llagas de los recortes, de los desahucios y del paro, que la política constitucional reverdezca. Si Pujol y Mas siguen con su vicio de pedir, Rajoy tiene la oportunidad de ejercitar la virtud de no dar.

Y contra el chantaje, un puchero de legalidad y un cocido de constitucionalismo. Huelen que alimentan.


Un saludo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

MESA DE LA RÍA


Volver al debate de las balsas de fosfoyeso puede resultar cansino. Sin embargo, es necesario. La sostenibilidad de una población pasa por la estabilidad de su gobierno, por la procura de la paz social, por la prosperidad de su economía y por la reconquista de una cultura ciudadana imprescindible para transitar por los anteriores pilares.



En el espacio de la cultura cívica, posicionarse frente a las tiranías es la lección primera del “catón”. La ciudad de Huelva está marcada por las adversidades sociales. Dentro de un enclave geográfico singular, distinguida por su reconocimiento geoestratégico, en medio de un clima bonancible, privilegiada por sus paisajes marítimos y serranos, hollado su suelo desde la antigüedad más remota, Huelva fue una colonia y, lo que es peor, sigue siendo una colonia. En pleno siglo XXI no ha conseguido desembarazarse de este marchamo que portan los productos de extraordinario valor que, en vez de ser explotados por sus cultivadores, son comercializados por pueblos extraños, foráneos, extranjeros o no, que buscan el beneficio fácil, pronto y elevado.



La tierra que acaso fuese Tartesos y tal vez la Atlántida se debate en el mensaje huero y hueco de los tiempos futuros, sin pensar que el presente nos presiona y nos humilla. El tiempo es un tigre que me devora y ese tigre soy yo, refería el inigualable Borges. Huelva es un tigre viejo y bueno cuyos colmillos nunca despertaron el miedo ni el respeto de otros carnívoros depredadores. Ha sobrevivido a los siglos como una pieza de museo o de circo que interesa para vender entradas a turistas amontonados. Las ganancias, para fuera.



Cómo si no se puede explicar el deterioro medioambiental que sufre esta ciudad de cabezos y estuarios. Entre las heridas dolientes, la más severa es la de las balsas de fosfoyesos. Hectáreas de inmundicias en la vecindad de la urbe. Las marismas de la milenaria Onuba convertidas en un estercolero nocivo. Nadie, salvo unos pocos rebeldes, se atreve a levantar la voz. Nadie.



La polémica interesada que han suscitado algunos colectivos empresariales y ciertos medios de comunicación comprados es tan banal como falsa. Industria, sí. Pues claro. Puestos de trabajo, sí. Sin duda. Medio ambiente limpio, por supuesto. La retirada de las balsas es una necesidad vital que, en nada, minora la creación de empleo. Muy al contrario. Esos residuos radiactivos deben hallar nuevo acomodo allí donde se regule al efecto. No son inocuos y, por tanto, no pueden estar expuestos, ni simuladamente sepultados, en las tierras por donde hoy se extienden. No.



La existencia de esta escoria ciclópea debe tener las horas contadas. El saneamiento del suelo, del agua y del aire constituye el umbral de la confianza en el progreso económico. O lo que es lo mismo: no es posible la prosperidad ni la riqueza si, con anterioridad, los ciudadanos no han asumido el rol de soberanía nacional. La virtud democrática por excelencia es el civismo que descansa en la pluralidad de pensamiento y en la unanimidad de respeto a las leyes. A partir de esta premisa mayor, el silogismo encuentra su conclusión. La conclusión no es otra que la gente de Huelva será la responsable de lo que Huelva sea. Si hemos de lucir la triste vitola del colonialismo, qué le vamos a hacer. Mas si, en cambio, pretendemos el rango de polis, no cabe más que asumir nuestra responsabilidad, matar al viejo y desdentado tigre y parir la criatura tantas centurias abortada. Parirla ya.



El presente es la reescritura de un artículo de hace tres años. Su actualidad abruma.


Un saludo.

RAJOY, AÑO UNO

Las elecciones de 2011 fueron reveladoras. Los candidatos de derechas y de izquierdas se mostraron como unos mentirosos de tomo y lomo o unos estafadores de la política o unos insensatos ebrios de poder o unos canallas que a todo se apuntan con tal de alcanzar la gloria.

No se debe a la fecha mágica del "veinteene" que los demócratas de toda la vida vendan la burra coja, enferma y vieja como si de una yegua joven y briosa se tratara. La muerte de Franco fue una coincidencia, sí. Pero qué casualidad. El dictador nos tocó las libertades y los peperos y psoecialistas nos golpearon las dignidades. El primero, a la fuerza. Los segundos, a la chita mitineando. Incapaz el derrotado y embustero el vencedor. Uno y otro se han hecho merecedores a la repulsa general.

Es cierto que Rajoy no es, ni de lejos, el anverso o el reverso de la falsa moneda de Zapatero. Pero no es menos cierto que embustero el leonés, embustero el gallego. Las promesas de que el cambio conllevaría la solución, lenta pero segura, a los problemas sociales y económicos de España, se escurrieron por el sumidero de la cloaca política. Con lo fácil que hubiera sido que el Partido Popular dijera la verdad. Que miren, ciudadanos, votantes, que miren, que vamos a tratar de hacer las cosas con honestidad pero que la Física no ha descubierto aún los drones que superen la velocidad de la luz, ni las Matemáticas han dejado de ser ciencias exactas, ni la Economía nos puede convencer de que el déficit se compensa con mayores cantidades de deuda. Y como las cosas son así y no de manera distinta, que o arrimamos el hombro, que admitimos los recortes, que aumentamos las horas de trabajo, que subimos las edades de jubilación, que exterminamos la pandemia de la corrupción institucional, o nos vamos todos a hacer puñetas. Fácil y honrado. Lo contrario, indecente.

Qué fácil lo pudo tener Rajoy. En vez de declarar las maldades de Zapatero y cantar las beldades de su futuro Gobierno, debiera haberse arropado con el manto de la humildad y advertir a la ciudadanía de que la única política posible y, probable, es la de la austeridad y todo lo que comporta. Que, desde esta premisa, trabajaría para salir del fango heredado. Sin embargo, no lo hizo. Se apuntó a la demagogia. El déficit galopaba sobre las praderas de la prima de riesgo y de la bolsa y no había fuerza humana capaz de detener esa carrera desbocada. Salvo los malditos recortes. Si eso ya se sabía. A qué continuar. Por qué recurrir a la ignominia del engaño.

Un año después, las cosas no están peor. Sin embargo, las protestas prosiguen su escalada. Se atenúa el riesgo de la quiebra del Estado económico pero se agudiza la descomposición del estado social. Son los efectos de los planteamientos erróneos, de la propaganda estúpida y de los valores perdidos. Un año después. Sigo creyendo lo mismo: que esto lo arregla el PP o nadie. El Psoe está al acecho, como el buitre que quiere devorar los restos de la matanza que ellos mismos provocaron. Acaso no sea tarde para pedir perdón. Rajoy debiera hacer una declaración oficial como presidente del Gobierno. Me equivoqué, deberá reconocer. Debí armarme de realidad y me vestí de fantasía, tendrá que admitir. A partir de ahora, no me dejaré llevar por la ambición. Si los paganos de la crisis somos los ciudadanos, también la clase política contribuirá al abono de los daños. Y los bancos no serán los privilegiados que sorteen la dificultad. Todos sin excepción pagaremos nuestras culpas.

A partir de esta idea, en su año II, Rajoy encontrará la paz que se precisa para gobernar en justicia, equidad y sabiduría. A partir. Si esto tiene solución, sólo el PP, repito, sólo el PP, la puede hallar. Y lo que es más difícil, llevarla a cabo a pesar de las presiones de la calle, de los bancos, de las oligarquías y de las multinacionales.

Un saludo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

CLEPTÓCRATAS


Ay los clanes. Ay las mafias. Ay las bandas. Ay las castas. Y si son políticas, los ayes llegan al cielo y a la tierra. La cleptocracia se ha enquistado en determinados grupos de influencia. Se mueven entre salones nobiliarios, despachos de oligarquías varias, oficinas institucionales, mordidas de diversa dentadura y coimas de mano automática de “abrecierra”.

Leo en algunos medios que la familia Pujol, paladín del catalanismo más interesado, es dueña de una fortuna en algún país europeo famoso por su potencia bancaria y su paradisíaca forma de depositar ahorros legales o ilegales. Dicen que los nepotes de don Jordi, el ariete de Banca Catalana, han acumulado una fortuna inmensa que, al parecer, tiene mucho que ver con la actividad política desplegada por el patriarca del colectivo, por sus descendientes y retoños así como por, eso se comenta, afines ideológicos de tanta caracterización como el señor Mas. Así lo ha publicado El Mundo a partir de un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía. Una trama de empresas oculta el ovillo y la madeja del escandalazo.

Detrás de los hechos y de los autores, Convergencia Democrática de Cataluña, la C que corona la coalición con Unión (CiU). Qué vergüenza. En medio de las huelgas sindicales, en el fragor de la batalla secesionista, entre las bambalinas del Palau o entre las declaraciones independentistas, el latrocinio político-familiar ponía sus huevos. Excavaban agujeros oscuros en el que los dragones de Komodo escondían a sus cachorros. Toma ya. Mucho ondear la estelada y, en tanto la gente se distrae con performances de esta laya, los amigos de lo ajeno se llevan las ramblas y hasta el Tibidabo en nombre de la Sagrada Familia de Gaudí, digo de Pujol/Mas.

El derecho a decidir es una maniobra de distracción para que el generalato que okupa la Generalitat se apropie el derecho a mangonear. Los soldaditos/ciudadanos se baten el cobre en las trincheras de modo que los grandes jefes de la tropa se dan la vida padre. El valor de las elecciones del próximo domingo medirán la estupidez de muchos votantes que han picado el señuelo del soberanismo para que los pescadores se lleven calentito el dinero a sus bancos preferidos.

Y digo yo. Si la información fuera falsa, por qué Artur Mas no ha emprendido acciones de defensa de su honorable persona. Acaso tema que la exceptio veritatis le parta los riñones por muy forrados que los tenga. Si todo es un montaje contra Pujol y Mas, la querella oportuna pondría en su sitio a los difamadores. Si, en realidad, estos señoritos catalanistas no tienen un euro en cuentas opacas, debieran encargar a sus letrados la interposición de un chorro de demandas. Me da la impresión de que no se atreven. Que las narices que se jactan de tener se hallan taponadas por efecto de la amplitud térmica. No pueden respirar y no existe inhalador capaz de vaciar los conductos nasales. Demasiada pasta para tan estrecho apéndice.

Una cosa es ser ladrón, que puede tener su justificación, y otra cleptócrata. Para mí que los abanderados de la facciosa burguesía catalana tienen más de esto que de aquello. Esperemos acontecimientos en forma de pruebas y de resoluciones judiciales. Los jueces españoles destinados en Cataluña disponen de una oportunidad única para demostrar que no están sometidos al imperio del clan convergente. A ver si nos dan un ejemplo.

Un saludo.

COMUNISTAS CAPITALISTAS


Cómo que no. Que sí y mil veces sí. Comunistas de boquilla y capitalistas de condición. Izquierdistas de labia y derechistas de acción. Los de Izquierda Unida se aferran al vil metal mientras entonan canticios de igualdad social. Los bancos son tan malos como la Iglesia hasta que se pliegan a las exigencias del poder. A ellos piden préstamos y con ellos negocian la redención del crédito impagado.

La gente del Psoe puede escribir manuales sobre condonación. Desde los colectivos al partido a los individuales a militantes significados, Chaves está en condiciones de firmar contratos de exclusividad con las entidades bancarias, especialmente las cajistas. Los beneficios obtenidos en el doble juego del perverso capitalismo financiero y de la ubérrima obra social de las  cajas, se contabilizan en cientos de millones. Si hay que pagar, pues se paga, dicen los de Izquierda Unida de Andalucía, pero para qué pagar si desde las consejerías y desde los consejos de administración puedo someter a los bancos. Los curritos, los parados, los autónomos, las pequeñas empresas, sí han de pagar. Los partidos con poder en el poder, ya se verá.

Si la coalición que se proclama de izquierdas pero que vive el lujo de la derechona ha admitido que Unicaja y Cajasol perdonen sus cuantiosas deudas, qué no estará dando a cambio. A ver si alguien se va a creer, a estas alturas de la engañifa institucional, que Medel regala el dinero. Lo vende al mejor postor. Y nos sale caro, muy caro, a los contribuyentes. Con la llegada a la Junta, IU se ha abonado al caballo ganador del vivo como un marioconde y dos goirigolzaris. Valderas ejerce de cardenal laico y los ambrosianos se inclinan ante el peso de su firma. Quién será el torpe que se atreva a decir al orondo clérigo de la curia izquierdosa que va en pelotas haciendo el ridículo más espantoso. Le cuesta la dirección, el área, el negociado y el mismísimo puesto de trabajo.

Resulta llamativo. La demagogia de la dirigencia de IU repugna a cualquier observador imparcial. Arremete contra Bankia por estar dirigida por Rodrigo Rato y apenas gimió contra el escándalo de Caja Castilla la Mancha donde tenía que dar cuentas Hernandéz Moltó. Lanza gritos de cólera contra la entidad madrileña y adeuda a la misma un porrón de millones de pesetas. Exigen la cabeza de Rato pero apoyan la gestión de su representante en esa corporación. Se produce la paradoja de que, intervenida BFA-Bankia, España se ha convertido en socio bancario de Fidel Castro ya que la nueva banca es propietaria de casi la mitad del accionariado de la Corporación Financiera Cubana.

Unos reparten hostias y otros distribuyen ostiones. IU, hostias sin consagrar y ostiones bastos. Las ostras finas se las comen ellos. Si es con champán francés y en compañía de banqueros amigos, mejor que mejor. Eso sí, con licencia para, a la salida, vestir la pana y clamar contra el podrido sistema financiero al que tanto aman. Comunistas de piñon. Capitalistas de puñal.

Un saludo.

domingo, 18 de noviembre de 2012

¿SOCIAL VS. ECONÓMICO?


Anda ya. Un titular que recoja la primacía de lo social sobre lo económico está dando a entender que o bien el periodista está "sonao" o bien que la generatriz de la noticia anda por los cerros ubetenses. En general, soy dado a creer al plumilla antes que al político. En esta ocasión, no me saldré de mi tónica de credulidad.

Resulta que la Confederación de Empresarios Andaluces, la CEA, dirigida por el equilibrista Santiago Herrero, se queja de los presupuestos presentados por la consejera Aguayo. Su reproche, suave, no se nos moleste la manita derecha de Griñán, se debe a que subordina la inversión económica a la protección social. Esto es, por ejemplo, que se dedica muchísimo más dinero a pagar subsidios de desempleo que a crear puestos de trabajo. Estupendo. La cruz se hace más pesada y no hay cirineo que ayude a temperar el sufrimiento.

Lo que este articulista argumenta es que de qué se quejan los empresarios andaluces. Lo mismo se creían que la oligarquía partidista que controla San Telmo iba a tomar una opción distinta. Estos prebostes de la organización empresarial son incapaces pero no mal informados. Estaban al cabo de la calle de las asignaciones presupuestarias. Salvo que no hayan recibido las subvenciones esperadas, la protestita forma parte del repertorio estadístico de mentiras públicas. Es cierto que la CEA se ha postulado contra la juerguecita especial del pasado miércoles, 14. No obstante, su posicionamiento ha sido tan melifluo y cortés que los sindicatos del régimen mueren de satisfacción por su influencia en Andalucía.

La política de concertación social de la Junta se expresa en magnitudes talonarias. El silencio vale tanto, las declaraciones suaves el doble y las manifestaciones unánimes se cotizan al décuple. En este contexto de pax imperial romano-andalusí, la prosperidad social es imposible porque el progreso económico no pasa por la i de innovación ni por la i de investigación ni por la d de desarrollo. En cambio, sí se paga el portazgo de la o de obediencia ciega, el diezmo de la s de silencio cómplice y el impuesto de la t de los trepas enchufados.

Pura entelequia de un gobierno inicuo y de unos agentes socioeconómicos vendidos al oro del erario público. Cualquier política de erradicación de la pobreza que no beba en las fuentes de la justicia social, está condenada al fracaso. Y la justicia social no se gana con estrategias de apoyo omnímodo a la seguridad social sino de ataque sin concesiones a la exclusión social. A este fin, no valen únicamente los subsidios. Son necesarios caminos por los que los emprendedores demanden trabajadores y los parados transiten hacia puestos remunerados.

De esta forma, sólo de esta forma, procurando que la balanza equilibre la inversión frente a la prestación, será posible la regeneración económica. Será así, insisto, porque esta acción constituirá el punto de partida de un gobierno ético y moralmente plausible. Las desigualdades existirán pero el desnivel entre muy ricos y muy pobres será menor al tiempo que la flaccidez de la clase media reencontrará los puntos de esponjamiento perdidos. No hay mejor forma de beneficio social que el trabajo. La señora Aguayo lo sabe. Como sabe que la línea recta en su política no es la distancia menor entre dos puntos. Ella prefiere la curva sinuosa que obstaculiza la visión global y las ventanas con celosías que impiden el paso de la luz exterior. Lo que es lo mismo, la opacidad es su aliada y la transparencia el enemigo mortal al que hay que expulsar de la faz de la tierra.

Si lo social prima sobre lo económico, ni economía ni sociedad. Al menos, que el fiel de la balanza se sitúe en el centro. De otro modo, ni cultura ni política. La única religión de estos desarrapados morales es la de la rica cadena perpetua, no revisable, a su poder dictatorial disfrazado de democracia por cuatrienios. Malvados.

Un saludo.

viernes, 16 de noviembre de 2012

NO CAER EN PROVOCACIONES


Al Gobierno se le exige exhibición de sabiduría, ejercicio de credibilidad que genere confianza y alarde de mano izquierda o muestra profusa de sangre fria. La política está hecha, en su origen, para personas adornadas de estas virtudes. Cuando esa política conduce al poder ejecutivo de un Estado, estos valores deben sublimarse. En su defecto, las consecuencias negativas serían un pasto abundante para satisfacer las ansias devoradoras de sus enemigos. Los de España son muchos. No son tanto territoriales como hienas ansiosas que residen en determinados territorios.


Si no, que miren a Artur Mas, a Otegi o cualesquiera charnecos y maketos nacidos en otras regiones del país que se hacen perdonar su lugar de nacimiento convirtiéndose en marranos cobardes que descienden a la categoría de mamporreros para regocijo de los dueños del picadero. En este rosario de eminencias marrones, destaca, por sus declaraciones, el señor Alfredo Bosch, portavoz de Ezquerra  Republicana de Cataluña en el Congreso de Diputados. El parlamentario español, cuidado con la paradoja, advierte al titular de Defensa que prepare un inventario de los activos de su ministerio en esta comunidad autónoma a fin de repartirse el patrimonio cuando se consume la independencia.

El señor Morenés hace bien en callar. A palabras necias, ya saben lo que corresponde a los oidos. Bosch tiene libertad de expresión merced a la Constitución que nos ampara. El ministro tiene la obligación de anotar las peticiones y de despreciar la estupidez a base de hacer poco aprecio de la misma. Entrar en polémicas con un antipatriota es conversar con la pared de la cafetería de la Cámara Baja. Eso sí, en aras a la seguridad de España y con la finalidad de tender puentes de diálogo, hay que levantar trincheras preventivas que, llegado el momento, se conviertan en bastiones de la unidad del Estado.

El consejo de gobierno, a lo suyo. Sacarnos del hoyo excavado por el zapaterismo. Abandonar las baladronadas. Aferrarse a la legalidad. Oponerse a los chantajes de nostálgicos y a las invitaciones de progres de cartón. Rehuir debates estériles. Evitar provocaciones de secesionistas locos. Construir salas de desintoxicación ideológica y de depuración de mala leche en algún rincón del edificio de San Jerónimo. Y tener la ley en la mano y la constitución en la cabeza.

De este modo, los provocadores se tendrán que comer la bilis purulenta que destilan.

Un saludo.

LA COSA


La gente de Cataluña y de Vascongadas anda así como secuestrada. Tienen más miedo que Carracuca. Miden sus palabras no sea que molesten a los de las pistolas o a los rompepatrias. Lo políticamente correcto se torna necesidad imperiosa.

España es una cosa. Ni un país ni una nación ni un Estado ni una identidad histórica ni una unidad de destino universal que decía aquél. Una cosa. Así se manifiesta un jugador del Athletic de Bilbao. El chico, con pinta de bueno y aires de futbolista limpio, tempera su contento por la llamada del seleccionador nacional a fin de no sufrir la repulsa de sus paisanos. Que pregunten a Fernando Llorente cuánto duele ser tildado de español en San Mamés por miles de furibundos hinchas.

Los peloteros internacionales de España que juegan un partido amistoso en Panamá no representan a su país. A una cosa. Por ella hay que darlo todo y a ella hay que respetar por todos los conceptos, ha declarado Susaeta. Por la cosa.

Uno entiende al muchacho. Vivir en según qué culturas resulta extremadamente difícil. Imaginen a Beckembauer defendiendo valores distintos a los proclamados por la raza aria en tiempos de Hitler. No hubiera tenido bemoles para decir pío. Pónganse en lugar de Iniesta llenándosele la boca de España en una entrevista ante la casposa y capciosa TV3. No me lo creo. Si estas personalidades afamadas carecen de fortaleza para manifestar sus sentimientos más íntimos o más epidérmicos, qué podremos esperar del común de los jóvenes de su edad. Cosas.

El miedo aflora por la cercanía de un peligro. Da igual que sea supuesto o futuro o pasado. Se percibe como presente y real. Provoca emociones primarias que revelan nuestra aversión al riesgo o a la amenaza. El batiburrillo verbal de Susaeta parece indicar que más que miedo, lo suyo es terror al regreso a la tierra chica, a la presión de los aficionados, a la mirada fúnebre de los etarras, al brote de ansiedad que contempla en muchos de los conciudadanos. No es un miedo neurótico. Tan real como la vida misma que roban los de la parabellum o los de la bomba lapa.

Susaeta tiene una ventaja. España es tan plural y tolerante que no responde airadamente ante quien la llama cosa. Siempre surgirán voces de la caverna incendiaria y energúmenos que se rasgan sus vestiduras. Éstos pedirán la cabeza del chaval y su alejamiento del equipo nacional. Son los talibanes próximos a los que causan temores reverenciales en el País Vasco. A ellos no hay que dedicarles más palabras que el silencio del desprecio.

Si Susaeta juega, dará de sí cuanto atesora. En defensa de su equipo. Llámese el Athlétic llámese España. La cosa es una casa grande y libre además de diversa y plural. Los pequeños, cautivos, uniformados y unitarios son los que amenazan. Allá cada uno con su conciencia. Si la tienen.

Un saludo.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

LEY DE TAZAS

Qué tasas ni qué niño muerto. Ley de tazas. El engendro jurídico que Gallardón se ha sacado de la manga no es un tributo, uno más, que impone la justicia con minúsculas para ejercitar ciertos derechos. No. Es una taza. Un receptáculo del retrete a cuyo través se tiran las esperanzas de un recurso. Una concavidad escatológica en la que se depositan las igualdades. Un receptáculo en el que los más pobres echan su cuarto a espadas. Unos recipientes sin asas que deja sin protección a los que piden una revisión de sus casos.

La taza/tasa es una ley disuasoria donde las haya. La tutela judicial efectiva se cuela por el sumidero al que conduce esa taza/tasa. Es la última moda de una forma innoble de entender el gobierno. Los ricos pagan y siguen adelante. Los pobres no pueden con el impuesto y son desahuciados de su derecho fundamental. El núcleo duro de nuestra maltratada Constitución se va al carajo, con perdón, por mor de una interpretación que se pasa el Estado de Derecho por el arco del triunfo.

Un Ejecutivo que yerre en sus diagnósticos incurre en responsabilidad. Como el médico o el arquitecto. Los paganos de esos errores somos los ciudadanos. Quién está en condiciones económicas de pedir una segunda opinión. Los de siempre que pueden pagarlo. Entender que el colapso de la Administración de Justicia se debe a la saturación de demandas y recursos, es tan impresentable racionalmente como atribuir al paciente el conocimiento necesario para someterse a una operación quirúrgica de envergadura. Alguien pasa por el quirófano si así lo aconseja el cirujano de turno. Del mismo modo se acude a los tribunales en busca de soluciones legales, y en lo posible justas, a problemas solubles en la jurisdicción.

A partir de la ley de tazas/tasas, los ciudadanos se atendrán, por enésima vez, a la expresión del “agua y ajo”. Ya saben a a aguantarse y a joderse. Pero sólo los más pobres. Los ricos tienen acceso a los abogados más prestigiosos, a los recursos más difíciles y, por disuasión de una de las partes, ganarán siempre. No por sentencia del juzgado. Por abandono provocado por K.O. económico. Imaginen a un trabajador despedido tener que pagar por recurrir una sentencia favorable a la empresa. De dónde va a sacar para la taza/tasa.

Gallardón. Gallardón, no. El responsable de esta barbaridad jurídica, de este atropello, es el Gobierno en pleno. La idea nacerá del ministro. La ley, malhadada, se aprobará en el Parlamento. La mayoría absoluta está en manos del PP. Por tanto, silogismo concluido. A pagar. La tasa. Los derechos, por la taza. Menudo panorama.

Un saludo.

martes, 13 de noviembre de 2012

HUELGA DEGENERÁ


El artículo 28 de la Constitución reconoce el derecho a la libre sindicación y configura como derecho fundamental el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. El derecho de huelga constituye una de las manifestaciones básicas de la actividad sindical, un derecho subjetivo fundamental de los trabajadores, que exige, conforme al artículo 81 de nuestra Carta Magna. Sin embargo, no es un derecho absoluto e ilimitado. No lo es.

El Tribunal Constitucional se ha pronunciado al respecto y aclara que las huelgas rotatorias, las huelgas en servicios estratégicos y las huelgas de celo o reglamento no son ilegales pero se consideran actos ilícitos o abusivos. Si nos atenemos a la doctrina del Alto Tribunal, una protesta por la política social llevada a cabo por el Gobierno no es una huelga política pura sino que incide en el interés profesional de los trabajadores. Hasta aquí de acuerdo. Entonces, por que el adjetivo titular de la huelga. Dónde está la degeneración. La respuesta es larga y traspasa el marco de este comentario. Acudamos al artículo 10 del Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo. Huelga es la acción que tenga por objeto fomentar y defender los intereses de los trabajadores. Aquí radican las pautas que identifican la convocatoria de esta cesación del trabajo por parte de los dos grandes sindicatos. Todo lo que no sea fomentar y defender los derechos de los trabajadores se constituye en frontera de derechos y garantías.

En este punto, la huelga de hoy, 14 de noviembre, no se puede calificar de naturaleza laboral porque no busca garantizar o mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores. Tampoco se encuadra en la consideración de  naturaleza sindical toda vez que no persigue garantizar y desarrollar los derechos de las organizaciones sindicales y de sus dirigentes. Sí es de naturaleza política  porque, bajo la careta de legitimidad, se esconde una clara voluntad de derribar al Gobierno de España. En un país con seis millones de parados y con una economía recesiva, con una deuda gigantesca y un déficit sobrecogedor, elementos heredados por el actual Ejecutivo, esta huelga general es una invocación golpista y antidemocrática urdida por los partidos derrotados en las elecciones y por los sindicatos afines a fin de subvertir el orden legal.

Con ser lastimosa y lamentable la situación, la degeneración de esta huelga viene dada por el fomento que a la misma prestan determinadas instituciones. Que Izquierda Unida de Andalucía decida, por boca del vicepresidente de la Junta, apoyar esta huelga hasta el punto de integrar piquetes informativos, clama al cielo. La vergüenza política de estos señores raya en la dictadura más totalitaria. Si la huelga se dirige contra el gobierno de la nación, la Junta ha de asumir su papel. Lo que no puede hacer es actuar como el clérigo que predica la castidad desde el púlpito y, después de despojarse de la sotana, regenta burdeles por toda la geografía parroquial. Degenerado el cura. Degenerados los izquierdosos.

Degenerar, dicho de una persona, es desdecir su calidad. Referido a un político, declinar su responsabilidad. Aplicado a un cargo público, perder la nobleza de su función. Dicho de una célula, deterioro de su estructura. A partir de esta merma, el cáncer. La huelga entendida como ataque sistemático a la derecha gobernante es una degeneración democrática. Los impulsores de esta lacra social, degenerados de tomo y lomo. Los hipócritas que la utilizan como arma de devastación económica, unos canallas.

Lo dicho: huelga "degenerá". Porque y después de hoy, qué. O es que mañana se va a convocar otra. Mentecatos.

Un saludo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

ESTRELLAS PARA UNA DOCENCIA


El asunto viene de antiguo. Cada cierto tiempo, vuelve a cobrar actualidad para dar paso a la polémica. En estas fechas, se reabre el discurso a partir de la prensa del día en torno a la posibilidad de docencia del genial artista Antonio López. Veamos.

La Asociación Española de Centros Superiores de Enseñanzas Artísticas quiere que artistas reconocidos, como Antonio López, puedan ejercer como docentes en las escuelas con idea de mejorar la formación de los alumnos. Bueno, pues muy bien. En principio, yo también soy partidario de esa propuesta. Eso sí, con todas las cautelas. Y comienzo con la mayor. ¿Acaso alguien lo impide? Nadie. Basta con contratarlos para que los alumnos puedan imbuirse de sus experiencias y de su sabiduría. O sea, a priori, la legislación lo permite. Lo que la normativa sí precisa es el ejercicio de la profesión y de la docencia. En ese terreno, las circunstancias aconsejan ser muy prudentes.

Muchos ciudadanos se llevarían las manos a la cabeza si conocieran que un pintor de la categoría de Antonio López no fuera catedrático de Bellas Artes de cualquier universidad renombrada porque su puesto lo ocupa por oposición un artista menor, de escaso reconocimiento, pero que ha superado el concurso establecido para ocupar dicha plaza. En este sentido, habría que preguntarse si el justamente afamado artista se ha presentado a la Oposición. Si no lo ha hecho porque no ha querido, carece de autoridad para reclamar esa distinción académica. Si se presentó y suspendió, tendrá que alegar sobre las razones de su exclusión. En cualquier caso, la ley se aprueba para todos sin excepciones.

Que sería interesante que los grandes representantes de las artes, de la cultura, de los deportes, de la ciencia, ilustraran a los alumnos de las facultades españolas con su aportación personal, por supuesto que sí. Mas dentro de los requisitos que marca la legislación. Agravios, los justos. Igualdades, las máximas. Los grandes maestros del fútbol imparten sus enseñanzas en los ámbitos desinados a este fin. Los recordmen y las recordwomen mundiales del atletismo no explican sus métodos en universidades o en institutos académicos especializados en sus materias. Sin embargo, cuando son solicitados para charlas, lo hacen con mucho gusto previo pago de sus minutas. Compositores de música clásica de prestigio universal no dan clases regladas en Conservatorio alguno.

El mundo de la enseñanza requiere algo más que categoría demostrada. Exige requisitos legales y administrativos que no pueden ni deben soslayarse. El mejor abogado penalista de España no es catedrático de Derecho ni falta que le hace, aunque no rechaza ofertas sobre conferencias acerca de materias de interés.

En cualquier caso, lo que me llama la atención de la propuesta de esta asociación es que se les coloque, de entrada, como catedrático. Como si sólo la cátedra fuera tránsito hacia la enseñanza. ¿Y la pedagogía? Conozco a docentes que son excelentes comunicadores y a docentes interinos capaces de desplegar una pedagogía superior. Del mismo modo que músicos extraordinarios son incapaces de motivar a su alumnado y que entrenadores de baloncesto se resisten a transmitir todo su saber en los clinics a los que asisten como invitados especiales.

He ahí mi posición. Antonio López sería un profesor extraordinario. No necesita el reconocimiento del puesto académico por el que suspiran otros. Lo que sí reclama es que se le pague adecuadamente. El gran Palladio no necesitó título alguno de arquitectura para diseñar su Villa Capra ni Velázquez fue catedrático de pintura en su exitosa vida. Ni falta que les importaba.

Un saludo.

SIN SUSPENSE


A ver si algún ingenuo pensó que la comisión investigadora del Parlamento andaluz sobre la golfería de los falsos EREs iba a cargarse a Chaves y a Griñán. Ni por un momento. Bueno es Valderas para perder en Sevilla la silla. Se alía con Belcebú para mantener su poltrona. La misa fue cantada.

La comisioncita ha investigado en los charcos postreros de las avenidas anegadas por las intensas lluvias de la corrupción psoecialista. A ver qué conclusiones van a sacar. Que los huesos no eran humanos. Por favor. Y, además, sin posibilidad de rectificación de informes. El escándalo político de los expedientes de empleo moja hasta los ojos a los dos últimos presidentes de la Junta. Mas no se preocupen, que para salvar a los caudillos, los izquierdosos unidos de Diego y los izquierdillas vendidos de Moro se las componen como los mejores dodotis.

Son taimados porque el poder empalaga los sentidos de los más golosos. Son necios en tanto reconocen que los autores intelectuales del perverso diseño administrativo y presupuestario que dio lugar a la falta de controles, fueron los exconsejeros Viera y Fernández. Anda y nosotros con estos pelos. Como si los mentados gobernantes de la nada con sueldos del todo fueran miembros de la realeza europea y no ejecutivos del Gabinete de la Junta. Se quieren ir ya. Alguien puede pensar que con estos políticos cabe una regeneración moral de Andalucía. En vez de fondo de reptiles, lo del Consejo de Gobierno de Griñán y de Valderas es un animalario de reptiles sin fondo. Sin fondo y sin forma.

Aquí no ha pasado nada y aquí no paga nadie. Todos los dedos del Psoe apuntan hacia el exdirector general de la cocaína. Cómo que por cuánto tiempo. Hasta que se desdiga de sus acusaciones y, genuflexo, vuelva al redil de la obediencia y de la sumisión al dios del dinero y del poder. Total. Los hechos son nimios, infantiles. Vamos a armar esta trifulca por unas equivocaciones inocentes. Nada. Esto va a quedar en aquí paz y después gloria.

Qué de extraño en una región donde el poder democrático se manipula al son de subvenciones, subsidios, mamandurrias, coimas y otras criminalidades del estilo. Dónde está la rareza del informe exculpatorio si los autores del mismo son arte y parte del conflicto. Ojito con decir lo que omitió la Cámara de Cuentas porque los tentáculos de la Junta son poderosos y emponzoñados.

Cientos de millones de euros, miles de millones de pesetas desviados a los bolsillos de unos bandoleros. Luego llegan éstos y ponen el grito en el cielo por los suicidios de algunos desahuciados, lanzan denuestos contra la inmoralidad  de los bancos y cajas que ellos mismos gobiernan, se quejan por los recortes educativos y sanitarios a causa de un dinero que la jerarquía se fundió y llaman a la huelga general contra el PP, desde la convicción indecente de que los EREs fueron, en definitiva, una invención canallesca de la derecha.

En esta película no hay intriga ni suspense. Desde el casting hasta el estreno, el pueblo sabía el final. No podía ser de otro modo. Con directores como Griñán o Valderas y extras como los parlamentarios investigadores, el the end se veía venir desde el inicio. Valientes representantes democráticos nos ha tocado en desgracia. A nosotros. Los de la Junta es que se desternillan de risa.

Un saludo.

domingo, 11 de noviembre de 2012

EL VISIR ABUCHEADO

En la España de la covacha zapateril, lo siento, Conchita, pero la historia está de mi parte, en esa España, digo, el jefezuelo se enfrenta a sus gravísimos pecados políticos y a sus responsabilidades internas, mientras su gran visir en el sultanato de la ignorancia lesiva prosigue su lucha por la supervivencia del rien faire de provecho.

Mientras el caso Dorribo continúa su curso jurisdiccional, el señor Blanco medra en las tierras gallegas a fin de agarrarse a las ramas del poder que tan queridas le son. La dureza de su faz se agrega a la blandenguería de sus convicciones morales. Se permite el lujo de criticar al vapuleado Vázquez. Él, que fue repelido por los votantes, ataca a su conmilitón. Pero va más allá. Reclama democracia interna. Don Blanco pide una obviedad que él pisoteó desde el mismo momento en que se convirtió en número dos del psoecialismo más calamitoso que contemplaron los siglos. Hay que abrir puertas, subrayó el evanescente orador. El clausurador demanda aperturas. Consejos vendo que para mí no quiero, dice el refrán.

Un hilo de esperanza. La reacción de los militantes asistentes al acto nos permite un respiro de alivio. Desaprobación manifiesta contra el líder demagogo que se tradujo en abucheos de repulsa. El socialismo inocente se mueve y se alza contra el psoecialismo corrupto. Aires de cambio que, ojalá, no sean aplastados por el contravendaval de los instalados.

La apostilla del visir no pudo tener referencia más amable. El futuro está por escribir, parafraseando a Obama. Un blanco de apellido y un negro de piel. Un negro de transparencia y un blanco de honradez. Un español defraudador y un norteamericano veraz. Si el chiste de la democracia interna no fuera macabro, la frase limpia de Obama, puesta en boca del maligno visir, es un alarde de mal gusto.

Blanco. Alégrenos los días por venir. Abandone la política. Dedíquese al espectáculo. O, si lo prefiere, ofrezca sus servicios en algún taifa del medio oriente.

Un saludo.

sábado, 10 de noviembre de 2012

LUCES APAGADAS


Suelo tomar café a media mañana en una cafetería céntrica. Veinte minutos de mi tiempo. A través de la cristalera, veía ayer a un señor en la terraza exterior leyendo un periódico. Me recordó a Leguina. Joaquín Leguina. Le encontré un parecido formidable. No era. Sin duda.

En mi reflexión siguiente, que me viene cuando mi esposa no me acompaña en la parada laboral, me sorprendí repitiéndome los versos de León Felipe: "sistema, poeta, sistema, empieza por contar las piedras. Luego, contarás las estrellas". El pensamiento, comprendí después, no fue fruto del azar. Había visto pasar de pronto la figura envejecida, no tanto como la mía, de un exconsejero de la Junta. Alguien a quien tuve en estima profesional y al que, después, critiqué su labor política por más que su talante cortés invita a apretarle la mano cuando de saludar se trata. Pura fachada. También se vive de ello. Y muy bien.

Me he enterado que Saldaña, Isaías, ha dejado su altísimo cargo de un organismo autonómico de tanta importancia que no tengo idea de cuál puede ser su función. El hombre, que fuera maestro, dejó la enseñanza para trepar por la liana del partido psoecialista y, al tiempo, ay los años, se deja caer consciente del fuego fatuo que uno es cuando la experiencia no sirve para nada. O lo tiran, que vaya usted a saber. Treinta años en el sillón de mando son media vida. Y después de tanto tiempo, qué, qué ha hecho Isaías para desmerecer su actividad docente y justificar sus ramalazos de gobernante inane.

Porca miseria. Al final no somos sino lo que hemos hecho y los demás nos reconocen. Nuestra familia, nuestros amigos, nuestros alumnos, nuestros clientes. De los enemigos nada se espera porque el odio se prolonga allende los cargos. Resta el patrimonio material. La riqueza moral se perdió en el momento que aceptamos la primera dádiva o enmudecimos ante la primera irregularidad o nos hicimos cómplices de una putada, con perdón, que pudimos evitar.

Nuestras luces se apagan. Y no porque las lámparas estén fundidas. Simplemente porque la corriente que las anima se cortó en el instante postrero de nuestra despedida del amor propio y de la dignidad. Demasiado tarde para recobrar el espíritu al que renunciamos por mor de unas glorias tan efímeras como otorgadas. No hay manera de restablecer el circuito. Se muere en la infamia moral por más que los apolegetas de los obituarios acuñen frases estériles para la posteridad de los infiernos.

Luces apagadas que, alguna vez, brillaron con energía ajena. Si no robada, sí puenteada.

Un saludo.

viernes, 9 de noviembre de 2012

TRAMPAS DE MARRULLEROS


  Hasta hartarme. He denunciado las trampas políticas del Psoe hasta decir basta. Lo he dicho allí donde se me ha permitido expresarme. He puesto decenas de ejemplos de cómo se las gasta el partido más sectario que nunca contempló la historia de España. Desde Pablo Iglesias hasta Alfreso P. Rubalcaba, los pillos han hecho un hueco en la sociedad española y han ensanchado el espacio hasta identificar lo privado y birrioso con lo público y monumental. Todo vale para conseguir el poder y a nada renuncian para evitar ser desalojados del mismo. Lo que sea.

Si de muestras se trata, la prensa del día nos ofrece una más. La Junta de Andalucía, cueva refugio de corruptos, imputados y condenados, constituye el exponente más desvergonzado de esta práctica donde al cartón se llama piedra y el papel se paga a precio de mármol de Carrara. La pandilla politicoide que rodea a Griñán se está cebando con la alcaldesa de Jerez de la Frontera por el significatico hecho de ser miembro del Partido Popular y haberse alzado con una limpia victoria democrática en las últimas elecciones municipales. Menudo marrón. Hay que cercar a la derecha. Qué cordones sanitarios ni leches. Sogas al cuello.

El mismísimo Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se ha plantado y asegura que los servicios mínimos autorizados por la Junta de Andalucía para la huelga de basuras eran muy inferiores a lo debido. Qué se pretendía con minorar escandalosamente los servicios mínimos. Casi nada. Presionar al ayuntamiento jerezano a ver si los electores piden la cabeza política de la nueva edil. Que hay toneladas de basura y se atenta contra la salubridad de la población, y qué. Que las calles de la localidad soporten un manto de suciedad, adelante con los faroles.

El alto tribunal andaluz ha tenido que poner pie en pared. El establecimiento de servicios mínimos por parte de la gente de Griñán posee tanta motivación y coherencia como la gestión de Invercaria o la golfería de administración de los falsos expedientes de regulación de empleo o las desvergüenzas del caso Mercasevilla. O sea, ninguna. No puede admitirse unos servicios mínimos tan reducidos cuando el PP gobierna y tan altos cuando quien tiene las riendas es el PSOE. La arbitrariedad está proscrita en nuestro ordenamiento jurídico, salvo para los barandas psoecialistas que se creen lo que ejercen: chulos de barrio con carnet de residenciales de lujo. Dañan a la ciudad y lesiona a los ciudadanos. Quién puede pedir más y sentir menos.

Y que nadie me diga que la culpa de la huelga es atribuible a la señora Pelayo. No, que ni lo intenten. Esta edil se encontró la caja pública tan vacía que cualquier bicho que cayera en su interior, podría desnucarse. Si se persigue la raíz de la desnudez, hurguen en los gobiernos andalucistas y psoecialistas que precedieron. A mala fe, la de las huestes de los Pedro Pacheco y Pilar Sánchez.

Las trampas han quedado al descubierto. Una vez más, las del Psoe. Sin necesidad de cámara oculta o de escuchas ilegales, la justicia ha puesto a los arbitrarios en su sitio. La pena es que no puedan ser inhabilitados a perpetuidad. Los tahúres son gente de mal vivir. En todas las épocas. Tramposos y marrulleros.

Un saludo.