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lunes, 30 de abril de 2012

SERVICIOS JURÍDICOS DE LA JUNTA

Conozco Personalmente a varios abogados de los Servicios Jurídicos de la Junta. En general, son gente experta que van cerrando los boquetes que abren los jefezuelos de cada Consejería en razón de las veleidades del día y de las necesidades imperiosas de la banda. Muchas veces me he preguntado cómo es posible que determinados miembros de estos servicios jurídicos permanezcan silenciosos ante la burrada del directorzuelo general o el capricho del vicenada. Y si se oponen ex ante de la ilegalidad perpetrada, es conveniente conocer si han manifestado por escrito su discrepancia sobre el tema. Entiendo que, ex post, como abogados en ejercicio, han de defender a sus clientes y argumentar lo que sea con tal de que los capones del Gobierno autonómico salgan indemnes. Lo entiendo. No lo comparto, pero forma parte de la estructura del sistema viciado.

Los halcones de las distintas consejerías se sienten sátrapas en cada una de ellas. Basta contemplar su prepotencia para advertir el fenómeno. Hablan de sus funcionarios, de sus laborales, de sus abogados y de sus subordinados. Suyos. Un sentido de propiedad que materializan cada día mientras disfrutan, con lujuriosa fruición, del sueño dorado del poder. Rechazan su condición constitucional de servidores públicos y se coronan emperadores de un pueblo de administrados sin derechos y sin libertades. A estos golfantes dedican algunos letrados de la Junta su atención. No al administrado que sufre en sus carnes las consecuencias de la burda resolución o la arbitrariedad de una decisión sangrante. No. Los servicios jurídicos de la Junta están para lo que están. Para cooperar en las iniquidades que realizan todos los días del año muchos de sus superiores. Así nos luce el pelo. Antes justifico al colega que asume la defensa de un etarra asesino, que la del compañero que ampara las malas prácticas y el terrorismo de Estado de los máximos dirigentes de las fuerzas de policía.

Las declaraciones de Antonio Fernández, exconsejero de Empleo en prisión por los EREs, ponen a la Intervención de la Junta y a los servicios jurídicos de la Administración en un brete. Existen sospechas fundadas de que los interventores informaran a los políticos acerca de la vulneración de las disposiciones legales vigentes. Del mismo modo si los letrados advirtieron al jerarca de los fraudulentos expedientes de regulación de empleo sobre la necesidad del cumplimiento de la normativa. Y si lo hicieron bien, ¿lo manifestaron por escrito o se limitaron a mirar hacia La Cartuja?

Pudo haber dejación de funciones. Creo que la señora Alaya mantiene el norte de la investigación y el oriente de los reyes magos de la corrupción. Como estoy convencido de que estas tropelías serían imposibles en una Administración Pública en la que los funcionarios son garantes. La Administración paralela no se creó sino para esconder asuntos turbios.

Ahí la labor de algunos juristas podría verse en entredicho. Muy en entredicho.

Un saludo.

domingo, 29 de abril de 2012

AUSTEROS

Otra forma de gobernar es posible. Mi padre repite con cierta frecuencia un latiguillo de su juventud cuando le dicen algo sobre la buena vida. Dice que las hay mejores, pero son más caras. Lo mismo es predicable de las formas de gobierno. Las de la izquierda de la progredumbre son mejores pero dejan tras ellas un reguero de paro, de deuda y de ruina. Toca a la derecha bailar, después de los fastos, con la más fea cara de la administración. Y mientras se harta de trabajar para enderezar el batacazo, los derrochadores golfos le afean la política de recortes. Si no es actuar como canallas, que venga dios y lo vea.

Recortes, sí. Reformas, no. Se puede hablar con cortesía y respeto sin renunciar a la crudeza de la realidad. Si por reforma se entiende una modificación de los parámetros de gestión, pues sí, el concepto es válido. Sin embargo, si nos referimos a la idea de prescindir de gastos que, meses atrás, formaban parte del presupuesto ordinario de unos gobernantes pródigos y desvergonzados entonces hablemos de recortes y de la causa de los mismos: la austeridad. Austeridad como sencillez y moderación. Austeridad como cumplimiento riguroso de las normas morales. Austeridad como medida de emergencia para frenar la crisis que nos asfixia. Austeridad que ha de confesarse en cuanto resultado de una situación irresistible.

Rajoy falla en su política de comunicación. No hay manera de que este defecto se subsane. En su programa electoral, aseguraba que la salida de la crisis pasaba por el acierto y la contundencia de la gestión financiera y económica. No más tributos. Pues se equivocó. Es preferible decir la verdad aunque duela. De lo contrario, entraría en la espiral de mentiras de los de Rubalcaba. Adviertan a los ciudadanos que los agujeros en el correaje han de ser más. Y todos sabremos a qué atenernos. Claro que hay salida, pero a todos nos gusta conocer la hora de llegada y las paradas del camino.

Los del Psoe e Izquierda Unida se tiran a la calle como posesos. Son miles pero rugen como millones. Entienden que la parábola del hijo pródigo alcanza su cénit en la mentalidad de la sociedad actual. Los desempleados tienen que ajotarse al subsidio, si lo tienen. Los trabajadores que van quedando, sometidos al imperio de los sindicatos del Villamagna.

La férrea Merkel permanece inalterable. La canciller alemana introduce en su discurso un sesgo diferente. Se trata de la compatibilidad entre contención y crecimiento. O lo que es lo mismo: eliminar el déficit y apostar por el crecimiento. El segundo término de la proposición es imposible si el primero no se hace realidad.

Los alborotadores antidemócratas mejor harían arrimando el hombro. Antes dilapidaban. Hoy torpedean el proceso de regeneración. Como carecen de vergüenza, en vez de parlamentar, se convierten en reyes de la pancarta y de la reyerta. Eso de la modestia, de la sencillez o de la responsabilidad les cae grande. Menuda tropa.

Un saludo.

sábado, 28 de abril de 2012

ABRAZAR LA LUNA



La mentira política onubense comparte cama con la ideología política embustera. El chalet del Conquero rezuma humedades demagógicas por sus paredes. La pandilla que se reúne en el interior de aquellos muros sabe tela. Tela y cortinones. Cualquier cosa que tape y oculte la verdad se hace cuerpo en la vivienda psoefamiliar de Mario Jiménez y de los suyos. Alfombras que no dejen ver las basuras acumuladas en los suelos o falsos techos que impidan observar la mugre cenital. Todo vale.

La cohorte mediática del partido de los EREs lanza soflamas, urbi et orbi, a la multitud enardecida. Estos sofistas de baja estofa son, en cambio, grandes propagandistas del mal. De tan chulos, se confiesan humildes. Ocurre que, en la manifestación de sus palabras, son traicionados por su instinto predador y carnicero y la lengua les juega una mala pasada: “los psoecialistas somos los más humildes del mundo". El oxímoron se hace carne moral en los ventrilocuos del poder y meten la pata hasta las ingles. En este contexto, no censuran la inoperancia lesiva del felizmente ido Zapatero. En absoluto. Utilizan las carencias gubernamentales del zangolotino expresidente para reclamar al heredero la inopia de aquel. Lejos de quejarse por la infeliz pasividad ética del Gobierno del Psoe, tiran los trastos decrépitos de su gestión al recién llegado.

Zapatero nada quiso saber sobre el aeropuerto, el AVE, los puentes a Punta Umbría o el desdoble de la nacional a Badajoz. Pues eso. Al socaire de las deficiencias del padrino zapaterone, exigen al Gobierno emprendedor los euros que don Vito se gastó en otros fondos. De ahí que Javier Barrero, hacedor de trucos y desfacedor de heredades, pida cuentas a Rajoy de las asignaturas suspendidas por el que fuera gran maestre de la logia de Ferraz. Como don José Luis dejó de invertir una pila de millones en Huelva, pues que los pague el cumplidor don Mariano. Si los hay con cara, don Barrero y don Mario se asoman a la balconada de los más arrojados.

Ortega y Gasset lo plasmó con extraordinaria claridad en su “Rebelión de las masas”. La ideología política, aseveraba el filósofo, es una de las infinitas maneras que tiene el hombre de hacer el imbécil. Quienes se emperran en ella, provistos de las orejeras de los jumentos, muestran el avance de su hemiplejía moral. Estos señores del chalet del Conquero desfilan por los medios afines y mediopensionistas seguidos por la charanga carnavalera de los músicos de la radio y de la tele que viven merced a las dádivas y a las subvenciones de los integrantes del cortejo. Son los mismos que abrazaron la luna parisina del Hotel de Petronila y tiraron a bolsillos cercanos los millones de euros de los contribuyentes. Son los mismos que prometieron un tren de alta velocidad y nos vendieron como realidad un proyecto de maqueta. Los mismos que construían castillos en el aire y puentes sobre ramblas.

Las vacas están flacas porque los ganaderos del rebaño han vaciado sus entrañas. Gordas y bien robustas se las encontraron. Hicieron del redil un burdel y del campo una viña sin vallado. A vivir que son tres días. Días de champagne y de blancos polvos. Meses de festejos interminables y de deudas kilométricas. Que ahora están de mala luna, se les nota. Que se percibe su perturbación porque piden al satélite lo que antier negaron al sol, sin duda. Lo que no pueden hacer es ladrar a la luna. Si manifiestan de forma necia y vana su enojo por haber perdido el poder, que se concentren en los círculos de sus propias sedes y exhiban pancartas de reprobación contra sus nefastos dirigentes. Asuman su responsabilidad y su culpa. Dejen de señalar las pelusas del chaleco del adversario y zurzan los rotos y descosidos del terno propio.

En vez de ladrar, abracen. Si no a la luna, a la sensatez y a la concordia. Sean humildes pero no se postulen como los más humildes del orbe. Se les ve el plumero.

Un saludo.

viernes, 27 de abril de 2012

ELGETA

Las maniobras militares en Elgeta nos traen una nueva tormenta separatista. Idoia Mendia, portavoz del Gobierno Vasco, ha censurado las acciones del Ejército español en esa localidad guipuzcoana. El Psoe, sea de Patxi López, sea de Periquito de los palotes, lanza mandobles a la parte de la que no va a obtener respuesta. Si a Iglesia, que tribute. Si a la Banca, por no condonar. Si a las Fuerzas Armadas, que no pasen de instituciones pacifistas.

Es posible que la fecha elegida para estas operaciones no sea la más afortunada. Se comprende que Bildu y Aralar, dominadores en la Diputación provincial y en el Ayuntamiento de la localidad, pongan el grito en el zulo. Pero que el lehendakari se manifieste en el mismo tono que los proetarras, es que clama a Basagoiti. El Ministerio de Defensa tendrá que seleccionar sus escenarios de entrenamiento no sea que se les venga encima la horda guerracivilista que crece y se desarrolla entre las montañas de la Cantábrica. Si yo fuera el vizcaíno Morenés, licenciaría a toda la tropa. Qué más soldadesca que la que se arracima en torno a Garitano, Otegi o Eguiguren.

Urkullu ha puesto la guinda al despropósito. La presencia del Ejército español en tierra vasca, declara, no hace sino atizar la violencia en un pueblo donde la fuerza del tiro en la nuca ha sido celebrada por miles de simpatizantes de la banda terrorista. España es la que sobra en el País Vasco. Si el ejército fuera abertzale, estaría muy bien. Allí no hay más causa que la de la nación vasca. Los demás pueblos del Estado, simples efectos.



Elgeta. Las guerras carlistas siguen presentes. Pero eran otra historia. Los malos son los de Franco. Los peores, los herederos de aquel ejército. Los únicos gudaris de esta pesadilla son los asesinos de ETA. Elgeta apenas cuenta con mil habitantes. España, con más de cuarenta millones. Cómo que quién impone su ley. Elgeta, claro.



País.



Un saludo.

jueves, 26 de abril de 2012

DE CUBA VENGO

 Y si Cuba es un país democrático, por qué la gente tiene miedo a hablar. Y si no es una dictadura, a cuento de qué los cubanos toman las acuosas de Villadiego. Que me lo expliquen. Cualquier excusa es buena para poner mar por medio. Que se lo digan a dos actores de “una noche” que aprovecharon la escala en Miami para despedirse a la francesa.

El término comunista es tan hermoso como cruel. Compartir es  la exteriorización de una voluntad propia. Nunca la exigencia de una disciplina ajena. En el primer caso, se configura como virtud. En el segundo, se ordena como delito. El régimen castrista cubano se alinea en esta última opción. Uno admite el derecho de igualdad como adjetivo que especifica y califica a las libertades. Por ser iguales, podemos ser libres. Al confundirse igualdad con uniformidad, la libertad se hunde en las entrañas del infierno. Es el momento en que aflora el fascismo represor.

Engels fue un adelantado a su tiempo. Marx escribió una historia y Engels puso suelo a la misma. Resultado de una conciencia falsa. Así definió a la ideología. Falsa conciencia porque pretende encerrar la libertad de cada individuo en la habitación del pánico donde se refugian las libertades colectivas. Espíritu sereno que pareció prever el alcance de las dictaduras de izquierda, desde la soviética de Lenin a la castrista de Cuba pasando por el franquismo en España. Así, decía, cuando sea posible hablar de libertad, el Estado como tal dejará de existir. Muy cierto. Le faltó concretar el Estado leviatán de Hobbes.

Las izquierdas que en el mundo vegetan siguen pegadas a filosofías de inmensa hondura y de superficial raigambre social. Persiguen el poder en pos de la libertad y pierden ésta cuando alcanzan aquel. Eso sí, a medida que las libertades teóricas crecen, las libertades prácticas fenecen. Es el signo de los demagogos que prometen al pueblo la fuerza que jamás les permitirán. Después llega la angustia y la prisión es la casa del pueblo.

Aguardiente para olvidar, cantinero. De Cuba. Los cómicos de Bardem, los actores de la noria, la "progredumbre" de la salsa rosa, los llamazares flamígeros, mercenarios de Castro rey. El pueblo padece el vértigo de la insularidad y no dispone del jenjibre o de la biodramina contra el mareo de su miedo. Los más desesperados dejan allí su vida y su hogar, pero hallan fuera la libertad que da sentido a su existencia. Los actores lo consiguieron.

Algún día, no muy lejano, el tsunami democrático devolverá a Cuba su dimensión de libertad. Y millones de cubanos podrán decir: a Cuba voy y de Cuba vengo. Ojalá sea pronto.

Un saludo.

JUAN CARLOS I DE BORBÓN


 De Borbón. Ojo. El apellido lo dice todo y todo determina. No se trata de un hombre pegado a la quevediana nariz. Nos referimos a un rey que ha firmado un contrato de adhesión al Borbón paterno y una cláusula de apego al Borbón materno. Borbón y Borbón. Por si cabía duda.

En este país de creadores de ídolos, el deporte nacional viene marcado por la envidia. De ahí el éxito de los iconoclastas en la tierra más barroca del mundo. Cómo si no el barroco extiende su manto entre mujeres lacrimosas, hombres fornidos, aires de azahar e incienso y música de festivales. En este contexto borbónico, la figura más deseada es la del monarca. Desde lo del elefante de Botsuana, los rifles de repetición tienen al rey en la mira de sus visores. Censuran al Jefe del Estado los gestos que los críticos de hoy ampararon y silenciaron ayer. Diabluras. Borbonadas.

Aquí todo el mundo tiene derecho a aconsejar. Don Juan Carlos tiene tantos amigos como enemigos acapara el que suscribe. Un montón. La originalidad radica en la percepción de confianza y de hostilidad que se asume con respecto a unos y otros. Por decenas se cuentan los asesores y consejeros del rey. Muchos más de los que tenía su padre el conde de Barcelona. Que don Juan Carlos les hace caso omiso, no es la primera vez. La desobediencia del pupilo se tolera menos cuanto más viejo se hace. No se perdona igual las barrabasadas del joven que las chocheras del mayor. Sobre todo si estas boutades comportan actitudes de calavera senil que humillan a la consorte regia y, por extensión, a la institución de la Corona.

No se pretende tapar desmanes, sino impedir que actividades personales de la esfera privada invadan el ámbito público de los cotilleos más barriobajeros. Si la intención primaria es cazar al rey, la voluntad es desestabilizar a la Corona y, desde esa plataforma, deslegitimar la Constitución. Al final del trayecto, el autobús se detendrá en la parada tricolor de la República.

Existen muchas razones para defender el régimen monárquico o el republicano. Los partidarios de uno u otro son libres de mostrar sus argumentos más viscerales. En cambio, una sola razón me alcanza para satisfacer mis ansias ciudadanas. Esa razón se nombra sistema y se apellida democrático. Y la democracia se asienta en bases legales. Si faltan éstas, digan conmigo: grupos fascistas agitan banderas piratas de regímenes legítimos para pervertir la esencia del único sistema que, con todas sus imperfecciones, garantiza la fuerza del pueblo: la democracia.

Juzguen a Juan Carlos I por su actitud y su respeto al imperio de la ley. Reconduzcan las desviaciones personales del monarca en cuanto a amistades, periplos, negocios y urdangarinatos. Sin embargo, lo que no es de recibo es que el Estado español supedite su Jefatura a dimes y diretes de unos cuantos interesados en dinamitar la Carta Magna de un país cansado de gentuza que, con tal de soliviantar la paz y el diálogo, te pegan tres balazos entre el pecho de la Constitución y la espalda de las leyes. Y eso, no.

Sigo apostando por D. Juan Carlos I. Las zarzas, lejos. Los “secondat”, también.

Un saludo.

martes, 24 de abril de 2012

PRESIDENTE VALDERAS


 Lo mismo nos encontramos a Valderas, don Diego, allá por diciembre, en la presidencia de la Junta de Andalucía. No desprecien la posibilidad. El ingreso en prisión de Antonio Fernández, exconsejero de empleo y gran maestre de la logia del paro, pone a Griñán a los pies de los caballos de la justicia. Las confesiones alayistas de Guerrero y de Fernández apuntan hacia el sucesor de Chaves. A poco que se evidencie la relación de complicidad entre uno y otro, la flecha disparará al corazón del responsable político de esta inmunda trama de corrupción. Chaves está avisado. Su abogado, también.


Antonio Fernández puede que desafine cantando. Sin embargo, ha protagonizado todo un concierto de ópera ante la titular del Juzgado de Instrucción nº 6 de Sevilla. El final fue apoteósico. El que fuera trabajador de González Byas, desde que nació, admitió que el sistema de subvenciones era conocido desde el primero al último miembro del Consejo de Gobierno. Sin  excepción. El jerezano no dudó en tirar de “jonduras” para asegurar la implicación de los expresidentes.

A este paso, los largadores oficiosos se van a comer el marrón con los estrechadores oficiales. Es difícil reducir a tres mandados la responsabilidad de toda una jefatura. El abuso de más de mil millones de euros de dinero público sólo puede contemplarse desde la existencia de todo un complot institucional. El staff del partido psoecialista anda preocupado. Suspenden de militancia a los “pringaos” en un vano intento de evitar que se salpique a la organización. La cárcel destapa la memoria de muchos olvidadizos y aprieta la próstata de los que presumían de orinar colonia.

Prevaricadores y defraudadores, falsificadores y autores de negociaciones prohibidas, malversadores y aceptadores de prebendas. Todo un rosario vergonzoso de delitos contra la Administración Pública. Valientes para delinquir, cobardes para reconocer. Antes muertos que honrados. Con esta jauría de animales avariciosos, lujuriosos y sin escrúpulos, va a formar gobierno Izquierda Unida. La unión de ambas cúpulas constituye un ejemplo clarísimo de simbiosis. Los simbiontes persisten en unas relaciones de interactuación que benefician a los dirigentes visibles de ambos grupos. De ahí que no haya parasitismo. Es cuestión de comensalismo o de mutualismo. Al estilo del pez payaso y de la anémona.

Lo dicho. Las simbiosis artificiales no tienen la vocación de perpetuidad de las naturales. Puede romperse el pacto. En ese caso, Valderas se convertiría en presidente de la “Juntá” de Andalucía. Si la omertá falla y los enrejados terminan delatando. Es complicado, sí, pero no imposible. Al tiempo.

Un saludo.

lunes, 23 de abril de 2012

CERTIFICADO


Corona de laurel. El ganador del campeonato de verdades políticas ha sido el Partido Popular. La derrota ha disgustado al PSOE. No tanto el perder como el que se desvelen sus mentiras. La moral como principio de los comportamientos, es desconocida a los dirigentes de esa formación políticamente deforme. Aseguraban Zapatero y Rubalcaba que el déficit público de nuestro país se situaba entre el seis y el siete por ciento. Señalaban con certeza este dato a fin de colar un nuevo embuste en la herencia maldita que dejaron a los españoles. A los españoles. No a Rajoy o al Gobierno salido de las urnas. A los ciudadanos. Siembra dudas y cosecharás sospechas. Artífices de lo endemoniado, la cúpula psoecialista cargaba sobre las espaldas de los populares el plúmbeo lastre de la deuda. Que apechuguen, se conjuraban  en la maquinación, a sabiendas de que los paganos seríamos los españolitos de a pie.

Sin embargo, Rajoy ha andado listo. Para salir del atolladero, nada mejor que ponerse en marcha. Que arbitre la Unión Europea, que para eso está. Y en esta función, el Eurostat, la oficina estadística comunitaria. El Eurostat ha certificado. Posee atribución para ello. Incluso fe pública. Ha certificado que el Psoe miente. Que España se desvió, durante el desgobierno de Zapatero, 2,5 puntos del objetivo pactado con la UE. El déficit alcanzó el 8,5%. Tenía razón el PP. Toda la razón.

De ahí los recortes. Nada de reformas. Recortes duros. Satisfecha la posición del Gobierno de Mariano, la Oposición de Alfredo discurre por los vericuetos de siempre. Regate a la realidad y cambio de las reglas de juego conforme se malicien la victoria del adversario. Elena Valenciano, que pasa por la Pepe Blanco de Rubalcaba, tiene en común con el gallego el filo cortante de su lengua viperina. Como ha sido pillada en pelota picada, disimula su desnudez haciendo un llamado a la discordia callejera. A defenderse toca, anuncia implacable. Los peperos están empobreciendo a España con su política de manostijeras. A las barricadas, arenga la portacoz del partido golferas que ha visitado puticlubs, que se ha atiborrado de coca, que ha metido la mano en la caja y que ha arruinado al país. Certificado.

En tanto el Consejo de Ministros actúa como la hormiguita, infatigable e inasequible al desaliento, la cigarra eleva el tono de su monótona y cansina canción: la de no dar un palo al agua y apalear a quienes desfallecen por sacarnos de la recesión. Como por las buenas no pueden porque no saben ni quieren, por las malas. La hostilidad traspasa las fronteras del Parlamento y la instalan en las plazas y parques de la ciudad. Movilizar a los desinformados y a los expertos en embaucar a la opinión pública, para que toda España se convierta en un gigantesco manifestódromo.

Sin embargo, se pongan como se pongan, embarullen lo que les venga en gana, queda certificado que el déficit del ocho y medio nos lo legaron ellos. Tramposos de la palabra y tahúres de los números. Certificado queda.

Un saludo.

domingo, 22 de abril de 2012

CÁMARA OCULTA



 Llegó el momento. Tarde. Sin embargo, la dicha es buena. El ala leninista de Izquierda Unida sigue fiel a lo suyo. Atribuye a los demás la mala praxis que gangrena a su cuerpo político. Censura el control totalizador por parte del PP sobre la telepública del Psoe y desarraiga a su grupo de cualquier actitud fascista sobre el medio. Rajoy ha decidido asaltar, a través de un argumento legal, el búnker de RTVE y ha desalojado a los combatientes de la causa de Rubalcaba. Decisión que se aplaude porque la misma comporta algo más que un simple desahucio. Cuestión de salud pública.

A la próxima legislatura, si es que antes no se le unta debidamente, Llamazares recorrerá el camino que otros tantos tránfugas hollaron. Ingresará en la casa común de la izquierda de cara de cartón y entrará a formar parte de la logia más secreta. Durante el zapaterismo, sembró de minas el avance de la derecha y destrozó cuantas vidas humanas se lanzaban en pos de cuotas de libertad y de limpieza. Vuelve a hacer méritos. Caio Lara le ha robado protagonismo y el gallo sin espolón se revuelve contra todo y contra todos.

La telepsoe cambia de manos. No fue suficiente para impedir que Rajoy accediera al Gobierno y defiende con la bravura de los perdidos los últimos reductos de una torre imposible. La cámara oculta del 23-F pudo salvar la democracia. El golpe sobre la mesa del Pirulí está sacando de sus nidos de oro a los consejeros áulicos de un emperador destronado que aspira, desde el ostracismo, a seguir manejando las riendas de la más poderosa de las televisiones. Los ugetistas y los comisionistas, a la calle. Si quieren influencia, que se la ganen en las fábricas o en las empresas. La tierra, para quien la trabaja. Rajoy ha entrado en Televisión Española con una cámara oculta en forma de ley que ha mostrado a los espectadores la estafa de los dueños del negocio. Desde masajes a inyecciones de bótox sin titulaciones homologadas.

Descubrir la cámara. En todo caso, rebajar su precio. Se interviene la lente escondida de la telepública más privada porque el robot sólo obedecía al manipulador. A partir de ahora, el medio mantendrá su dependencia política y económica pero no asfixiará a los discrepantes ni endeudará tanto a los contribuyentes. Se había otorgado demasiado poder al monstruo y éste devoraba a sus creadores. Un ente público que vive y viste como el más caro y selecto de los clubs privados. La decisión del Consejo de Ministros que preside Rajoy es acertada. Imprescindible.

Acaso no sea el momento de investirla como empresa en manos privadas. Sí lo es para las televisiones autonómicas. Los deformes clones regionales se alimentan de falsos consensos y de falaces pluralidades. Nos cuesta un ojo de la cara satisfacer las ambiciones de los políticos que encierran en ellas lo más podrido de su codicia. La calidad se reduce al concepto “share”. Según ese parámetro, Sálvame es todo un ejemplo de arte y Canal Sur el Louvre de la tradición coplera.

Venga ya. Por fin, el Gobierno ha jugado a la ofensiva. En vez de recortar, reforma. Y reforma para rescatar. Rescata lo que estaba hundido en la miseria. La telepública abandona el secuestro. Sin síndrome de Estocolmo. Sin cámara oculta. A pecho descubierto. La ley en la mano.

Un saludo.

sábado, 21 de abril de 2012

EL TONTILARA


Cayo Lara aspiraba a la presidencia del Gobierno de España. Pobre España. Toda la teoría política del coordinador general de IU se condensa en la concepción republicana del poder. Nada que ver con la democracia como sistema. La monarquía parlamentaria española es un desastre si tenemos en cuenta la opinión del señor Lara. La ha tomado con los tontos. Se puede hablar, incluso, de una nueva figura de chascarrillos: el tontilara, en honor a la prosapia intelectual de tan significado indigente.

Este caballero se ha preguntado en voz alta si tenemos que cargar con un Jefe de Estado tonto. Muy listo el progre. No sé si listo de capirote para rezar por su alma en exequias fúnebres o listo de remate de pactos podridos en Andalucía o listo de nacimiento en su Castilla natal o listo del bote para cobrarse los réditos de investir a Griñán como rey de los EREs. El futuro Jefe del Estado nunca será lo tonto que listo se nos antoja el ciudadano de Ciudad Real. Precisamente Ciudad Real, que a poco que se le dé un margen de confianza, la denomina Ciudad Pública.

A lo tonto, a lo tonto, el señor Lara, que nunca podría ser presidente del Gobierno en un país democrático, se nos postula como Jefe del Estado en una República bananera. Desde esa alta institución, don Cayo actuaría a tontas y a locas, con el desorden propio de quien está dispuesto a compartir los millones ajenos pero no a distribuir su pingüe salario de parlamentario nacional. Cuando se le cuestiona al respecto, se hace el tonto adoptando la apariencia de que no advierte el sentido del requerimiento.

El Jefe del Estado no podrá ser, en caso alguno, hombre, o mujer -que sería tonta-, compañeros y compañeras, falto de entendimiento o de razón, necio o incapaz. Puestos a malos presagios, basta echar la vista atrás y recordar la honda sabiduría de su aliado Zapatero, campeón de ruinas y líder de recesiones. Lo de Lara entra en el nivel de lo desbaratado. Acaso por ello, si no se aprovecha del río revuelto por estallido de minas de profundidad, quedará como un colipavo. Se muestra dulce y pacífico hasta que al reunirse con otras parejas organiza importantes alborotos.

Rafael Alberti versificó un autorretrato burlesco. Decía así: “Por las calles, ¿quién aquél?/¡El tonto de Rafael!/Tontaina tonto del higo,/rodando por las esquinas/bolas, bolindres y pamplinas/y pimientos que no digo./Mas nunca falta un amigo/que le mendiguen un clavel/¿Quién es aquél?/¡El tonto de Rafael!.Tontilara no es una autodefinición. Lo parece, pero no. Listo y muy listo.

La tontura de Lara es pillería de Cayo. Permítanme que parafraseee a Kant: El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca. Los tontilara, ya saben.

Un saludo.

viernes, 20 de abril de 2012

CONSTRUCTORES DE LA CONSTRICCIÓN.

O constrictores de la construcción. Con representantes de Upeco y de Aeco, el diputado provincial del Área de Infraestructuras ha mantenido una reunión informativa. En este encuentro, no recogido sino por algún medio afín al partido socialista, no se sabe si estuvo presente el señor Donaire, asesor de aeropuertos fantasmales de la provincia y exmilitante de IU, que hizo las américas como Kirchner al pasarse al partido de Mario Jiménez buscando confortable acomodo en la casa común del transfuguismo patrio.

Pues nada, el señor Alejandro Márquez ha expresado con claridad rotunda a sus interlocutores, que el organismo supramunicipal va a invertir un montón de millones de euros este año que ya atraviesa el arco de abril. Lo que no ha especificado el celebérrimo político onubense es en qué infraestructuras va a revertir la cantidad. O sea, traspasada la frontera del primer cuatrimestre, anuncia inversiones millonarias y no concreta ni una de ellas. Eso sí, celebra la repercusión positiva para el empleo y para la economía. Me parece que el insigne diputado no ha leído a Marx ni tiene pajolera idea de los elementos que componen el término infraestructura.


En medio de un salón abarrotado de constructores de Huelva, –o acaso apenas eran tres en una salita de estar-, éstos ovacionaron al político al que tanto quieren y al que tanto deben. El hombre salió reconfortado. Qué agradecidos los constrictores de la construcción. Es que no tienen un euro y si mamá diputación no ayuda, de qué va a vivir el empresariado del ramo. El problema es que al aeropuerto, por ejemplo, no se va a añadir ni un saco de cemento. Y lo peor es que alguno de los asistentes cuenta por decenas las viviendas sin vender y por cientos de miles los euros que adeuda a determinada entidad bancaria.

Con Cejudo vivían mejor. Incluso con Petronila. Esto de la crisis es lo que tiene. Los líderes de las subvenciones institucionales pierden gas a medida que las urnas dictan razones democráticas. Y menos mal que les queda el apoyo decidido del señor Sánchez Rufo. Si los amigos de Izquierda Unida no entregan la llave de la gobernanza a Caraballo, alguno de los constructores constreñidos tendría que comerse más de un piso, tragarse más de un préstamo impagado, subastar cámaras y televisiones e implorar al Cristo de su devoción agustiniana para que llueva maná. Como antes.

Ay, Valverde de mi Valverde. Los godos sabihondos sobrevivieron a los infieles invasores. No se refugiaron en la Cantábrica. Qué va. Se confundieron entre los vencedores. La fe mueve montañas. Sobre todo la de algunos constructores constreñidos cuya contrición no se compadece con el propósito de enmienda.

Ay de mi Valverde. Virgen de la Consolación.

Un saludo.

jueves, 19 de abril de 2012

NO TIENE NARICES

NO TIENE NARICES

El Gobierno del PP. Uno ha manifestado por activa y por pasiva su convencimiento de que sólo el Partido Popular puede sacar a España del marasmo en que la ha colocado el zangolotino de Zapatero. La seguridad no ha disminuido en este sentido. Sigue incólume. Sí planteo dudas acerca de la aplicación de medidas, ya las puedan llamar recortadoras, ya las denominen reformadoras. Y estas dudas se incrementan a medida que los días transcurren y la casa sigue sin barrer.

Qué voy a decir sobre la racionalización de gastos en Educación y en Sanidad. Manifiesto abiertamente que es urgente. Lo mismo que discrepo de su acierto en la interpretación de lo que es, o no, realizable. Por ejemplo, estoy en desacuerdo con el ministro Wert que quiere ampliar el número de horas lectivas de los profesores de Primaria y de Secundaria y, sin embargo, ampara a los de Universidad. En general, discrepo del aumento de horas lectivas a un colectivo tan atacado socialmente y tan mermado desde el punto de vista salarial. O sea, se le reduce el sueldo y se le aumenta el trabajo. Pónganle grilletes y amárrenlo al duro banco esproncediano de la galera educacional. No se puede seguir pasando el dedo por la herida abierta del cuerpo docente. Si le quitan el sueldo, rebájenle el trabajo. No discriminen a los profesores, que ya está bien, hombre, que ya está bien.

Hay que tener narices. Sobre todo si se está en el Gobierno y no hay más imperio que el de la ley. Hay que tener narices. Techo de gastos de las Comunidades Autónomas. Algunas ya se han desmarcado de las directrices emanadas del Ejecutivo. Aparte de las regidas por partidos proindependentistas, la mal dirigida por el Partido Psoecialista. Esto es, País vasco, Cataluña y Andalucía. El ministro Montoro ha advertido sobre la inminencia de una intervención a las Autonomías que superen el listón del desembolso. Intervenirlas. No se lo cree ni él. Ya me gustaría. Me temo que no. Si Wert libera a la universidad de los tijeretazos que propina a las enseñanzas primaria y media, que son la cantera de calidad de la primera, está incidiendo en la calidad del producto docente desde debajo de forma que, al escalar al peldaño superior, los de la cúspide se encuentren un tropel de estudiantes muy alejados de la excelencia que requieren las facultades. Del mismo modo, por analogía, si trata a las Comunidades rebeldes con una regla de medida diferente a las obedientes, estará consagrando la diferenciación territorial de España y ciscándose en el principio de solidaridad que anima nuestra Carta Magna.

Los gobernantes regionales saben que no pueden gastar más de lo que ingresan. Lo saben pero trasladan la factura del despilfarro al papá Estado miedoso. Miedoso e incapaz de combinar el respeto a la descentralización política con la firmeza para contener el caballo desbocado del déficit. Soraya Sáenz afila el verbo de las sanciones y de los mecanismos correctores y maneja los criterios de reincidencia y gravedad. Que afile y maneje lo que le cumpla. Sin embargo, a estas alturas del partido, a los vascos y a los catalanes que le cuenten otra historia; en cuanto a los andaluces, en manos de Griñán y Valderas, qué vamos a hablar. Esta gente te organiza un pifostio a poco que le pises un euro.

Narices. Para oler la basura no recogida y para dejarla donde está. Como Televisión Psoespañola. Narices y estómago para tragarse lo que uno rechaza olisquear. A otro perro con ese hueso. Obras son amores.

Un saludo.

miércoles, 18 de abril de 2012

ALMONTEÑO, DÉJAME

Pena de Almonte. Almonte, de pena. Ya les digo. Si una ciudad cae en manos de gente no fiable, apañada va. El tránsfuga es una especie consolidada. Las aves de rapiña se mueven, al igual que los mamíferos carroñeros, en pos de carne muerta. En Almonte se ha producido un nuevo caso de comedores de despojos. La pobreza moral es causa de podredumbre ética.

En Almonte. El PP vuelve a sufrir la patología de los cadáveres vivientes. Zombis que se mueven al ritmo de una música fúnebre. El fantasma de la traición se hace presencia en el Ayuntamiento. Como el mandato no es imperativo, sino representativo, el que fuera mano derecha del alcalde se ha dejado abducir por el oro de Moscú. La deslealtad del Psoe hacia la democracia es computable en medidas de poder institucional. Allá donde la cúspide del mando encuentre una mina de influencias, encontrará un águila imperial decidida a marcar territorio. En este caso, nos encontramos ante un halcón. Listo el hombre, se alía con Bella y después tira los tejos a los de IU. Fases trilladas del mismo proceso de compraventa de votos.

La película que protagonizan en Andalucía Griñán y Valderas tiene su apéndice en la localidad matriz de El Rocío. La virgen se ha aparecido en el pueblo. No va vestida de pastora ni de reina. Luce la prenda de papel moneda. Legitimidad cero en una acción de engaño al electorado. Si se inauguró una época de esperanza a raíz de la alcaldía de Domínguez, Mondaca ha cerrado puertas y ventanas al futuro regeneracionista. Detrás de la operación, don Mario. Al acecho, don Diego.

Almonteño, déjame. Libertad, democracia y compromiso no son ideologías cuatreras de una noche de botellas. Menos ajustes y más borracheras. Los proveedores se van a quedar con las manos abiertas, la mirada perdida y la boca lanzando imprecaciones y blasfemias. Los funcionarios, con la miel de las nóminas en los labios. El horizonte, embutido en la piel de los chorizos. La moción de censura espera el momento idóneo. Cercano.

Almonteños. Así están las cosas. No son como les parece a Bella. Son como Bella las dejó. Putrefacción es a corrupción lo que inmundicia a úlcera. Herida sangrante que duele. Almonteños, no se dejen. No se dejen, almonteños.

Un saludo.


martes, 17 de abril de 2012

CORNUDOS Y EXPROPIADOS

Nos está cayendo fuego. No tenemos bastante con el volcán interior que nos llega el tsunami externo. Los piratas del Índico nos chulean, los vecinos europeos nos ponen a parir y los hermanos argentinos se quedan con el Messi de las empresas españolas. Le hacen esto al Barça y estalla una revolución. Como la afrenta se realiza al Estado español, los problemas son menos.

La presidente argentina, la señora Fernández, bebe de las aguas privadas del peronismo más populachero, sicario y matón. El legado de Juan Domingo se prolonga a Cristina a través de la figura mítica de una Evita que, a ratos, recuerda a la filipina Imelda Marcos. A la Jefa del Estado de Argentina le ha salido de sus partes menos grises expropiar YPF y dejar a Repsol y a España con un hueso entre los dientes. Por causa de la utilidad pública de sus narices y del interés social de su familia y afines, doña Cristina ha hecho toda una declaración unilateral de voluntad dentro del libérrimo ejercicio de su función administrativa. O sea, que para aprovechar el curso del Odiel por Gibraleón, despoja al Tinto de toda su cuenca y la compensa con un charquito de agua teñida a su paso por Niebla.

La señora presidente de Argentina es lista y taimada. El país renquea, como casi siempre, desde el punto de vista económico y financiero. Ayer sus epígonos presidenciales invadieron las Malvinas y hoy la augusta dama nos roba nuestra petrolera. Además, a injustiprecio de ganga. Las acciones se desploman y cuando estén a punto de estrellarse, catapúm, por tres euros y medio completa el atraco a mano armada. La viuda del Kirchner esgrime la legalidad de la expropiación que contempla la Constitución Española en su artículo 33.

Las decisiones deben tener una justificación, doña, y mantenerse en el marco de los patrones legales. El mejor modelo de competencia es el de mercado abierto. El Gobierno de Argentina se ha cerrado en banda y ha despreciado la seguridad jurídica, como suelen los dictadores bananeros que en el mundo son. Estamos a la espera de medidas por parte de Rajoy. Un deseo: que se tomen después de contar cien. Una exigencia: que el pueblo argentino no pague los platos rotos por una banda de salteadores de caminos. Un aviso a navegantes: no culpen al Rey. Una enseñanza para sinvergüenzas: el que la señora Kirchner sea una nefasta dirigente no implica que haya que eliminar el sistema republicano de aquel país ni instaurar la monarquía ni derogar la Constitución de 1853.

Aquietarnos o allanarnos, ni mijita. Actuar con cabeza y, lo que es compatible, con cordones.

Un saludo.

lunes, 16 de abril de 2012

DE ROMANOV A ROMANONES


Se la tienen jurada. A la monarquía. Una cosa. No importa que sea parlamentaria ni constitucional. Le dan menos valor de una oblea el que España se constituya como reino en un sistema democrático. Los republicanos de nunca se convirtieron en juancarlistas de siempre y los monárquicos de otros tiempos besan la tricolor. Este país tienen las bases de un palafito en medio de un pantano. Se cambia de chaqueta en un nometoquesroque.

Los Borbón no sufrirán la tragedia de los zares pero sí reeditarán la Gloriosa que apeó a la reina Isabel II. Hace años que se ve venir. Tiempo ha que este articulista viene recordando la dialéctica que suele anteceder las explosiones sociales teledirigidas. Mucha gente lleva décadas perdonando la vida al Rey. Se comienza por casar al heredero con una plebeya, se continúa la secuencia con una escena de enriquecimiento ilícito de un yernísimo, y se concluye la serie con ataques más o menos encubiertos a la vida privada del portador de la Corona. Hemos pasado del elefante blanco de Tejero al elefante de Botswana con solución de continuidad en el borracho plantígrado Mitrofán. Sin embargo, el elefante no está en la selva. La pieza de caza mayor reside en La Zarzuela. Todas las excusas son buenas para disparar al nieto de Alfonso XIII.

Rubalcaba sigue fiel a su papel de villano. Trata de atenuar los pronunciamientos severos de algunos de sus secuaces partidarios y azuza la candela mostrando su comprensión por las críticas. No se puede esperar cosa distinta de un individuo de tan larga como maloliente trayectoria política. Por su parte, Rajoy no entra en la polémica. Hace muy bien. No obstante, se comportaría como un necio si pretendiese justificar ciertas actitudes del Jefe del Estado. El silencio resulta la mejor defensa ante ofensivas estruendosas.

Y lo de Romanones, qué. Lo de Romanones es su probada capacidad demagógica. El futuro de la monarquía existirá; hoy no existe porque es presente. Los renegados de la monarquía juancarlista proclaman un republicanismo sucio y antidemocrático porque, en vez de convencer, vencen y, en lugar de discutir, dogmatizan. Las izquierdas de Puente San Gil se frotan las manos con fruición. A tomar por saco la monarquía. Vivan los soviets. Fusilar a la familia Borbón, está prohibido. Machacarla, hasta dejarla inconsciente.

Triste España que se desmorona porque deja que sus instituciones se pudran. Y se pudren porque no se habitan. Y no se habitan porque no queremos enterarnos de nuestra bien ganada ciudadanía. Y no nos enteramos porque seguimos gritando como las camarillas del rey felón: “vivan las caenas”. Pues eso.

Un saludo.

ARENAS NO DEBE DEJAR EL ALBERO

Mucho se ha especulado sobre la continuidad de Javier Arenas al frente del PP andaluz. A estas alturas de la película, el exministro de Aznar debe seguir en el redondel. Se ha ganado una ovación del respetable aunque no haya cortado las orejas y el rabo al difícil morlaco de las elecciones autonómicas. En tierras de califas y de emires, de chavismo y de griñanes, no es posible salir por la puerta grande de la mayoría absoluta si la mitad de la plaza no se acerca al espectáculo. Hasta el rabo, todo es toro. Las encuestas son anuncios estables de una realidad volátil.

Huir a Madrid sería un error. La batahola que se presume en Las Cinco Llagas invita a ser prudente y, sobre todo, a ser constante. Si las bases de IU rechazan todo tipo de pacto con la cúpula del Psoe y, pese a ello, don Diego consuma su “valderada”, las aguas van a bajar rápidas y turbias. Muy turbias. Si Griñán conserva la presidencia de la Junta y el político del Bollullos del Condado mete el hocico en la ubre de la Mesa del Parlamento, la guerra de corrupción alcanzará caracteres épicos. Cambiar la capital del Betis por la ribera del Manzanares es una barbaridad. Especialmente en vísperas de una traición advertida.

Si no lidera el Gobierno regional, Arenas debe mantener las riendas de la Oposición. Acaso nunca como ahora el concurso del PP sea tan necesario en la política autonómica. Su traslado a los palacios de la capital de España debe ser abortado si alguna vez se contempló. Mariano Rajoy y las circunstancias de España no son ajenas a la desventura sufrida en Andalucía. Arenas interpretaba un papel que disonó por los acordes desafinados de una reforma laboral tan imprescindible como intempestiva. Los juegos de roles tienen sus peligros. Se sabe. Sin embargo, Arenas es un original cuya copia no ha aparecido en el mercado de la carne de toro.

Ni uno. Ni una. No veo a dirigente popular alguno capaz de asumir la responsabilidad de Arenas. Por vez primera en la historia de la democracia regional, la derecha ha ganado las elecciones. No le vale para presidir el Gobierno pero sí otorga credibilidad para atender los derrotes del cornúpeta económico. Ni el psoe ni Iu cuentan con toreaores finos. Por el contrario, por las trazas que gastan, más parece que arrojen barro a los ojos del animal o echen cianuro a granel en los bebederos. Pero verónica o natural, ni lo esperen. Y como se descuiden, los pitones del bicho nos llevan por delante a todos. Salvo que Arenas esté a lo suyo. A echar el capote preciso antes de que la embestida sea fatal.

Arenas, Javier, no debe dejar el albero. La arena.

Un saludo.

sábado, 14 de abril de 2012

ERASMISTAS Y ERASMUSISTAS

Si tengo un humanista de cabecera, se llama Erasmo. Nació en Rotterdam, en la clase baja de los Países Bajos. Tiene su matiz lo de baja y Bajos. Basta con que se adentren en las circunstancias de su gestación y de su nacimiento. Su “Elogio de la Locura”, en realidad “Elogio de la estulticia”, es una obra de arte de la literatura.

Del nombre del genial holandés se apropian las becas Erasmus. Juegan con las palabras hasta construir un acrónimo. European Region Action Scheme for the Mobility Students. Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios. Erasmo estaría satisfecho de la comparativa nominalista pero tronaría por la calidad de esos estudios. Incluso podría llorar amargamente por el espíritu turístico que, en tantos casos, anima a miles de jóvenes a solicitar las dichosa becas.

El señor Wert, ministro de Educación, asoma su vena de sociólogo. Si no se le marca estrechamente, te dribla con unas estadísticas extraídas de su profesión. España es, nos revela, el país más solicitado por los estudiantes del viejo continente y el Estado que más universitarios envía a los países de la UE. Dos de mis hijos realizaron estudios de Giurisprudenza en las universidades de Ferrara y de Trento. En ambas, el nivel era medio alto para los nativos de Italia. A los erasmusistas le ponían las cosas más fáciles. Como son extranjeros... El terreno que piso es deslizante y me puedo dar un batacazo de dos pares, pero me arriesgaré.

Soy partidario de los intercambios estudiantiles universitarios. Decididamente. De lo que estoy en contra es de desprestigiar los estudios y de minorar la importancia de los centros superiores. Aquellos estudiantes que se beneficien de la ayuda económica prestada por los ministerios deberán hacerse merecedores de las mismas. No puede ser, ni debe ser, que los criterios universitarios se subordinen a aspectos no esenciales de lo que es la institución. Del mismo modo que el monto de las ayudas ha de ser lo bastante importante como para no esquilmar las arcas, ya vacías, de las familias que hipotecan sus bienes o merman sus ingresos para que los niños conozcan Italia, Francia o la Gran Bretaña. Si no se premia el valor del esfuerzo y todo se reduce a la idea del viaje, la política de café para todos pone de relieve, una vez más, que la democracia se traviste de demagogia y que la enseñanza es la pobre de la casa aunque calce los zapatos de cristal de las princesitas.

Uno se pregunta cuántos de los “erasmusistas” españoles han regresado a casa dominando, después de todo un año de permanencia, la lengua de Dante, de Shakespeare o de Molière, por citar algunos de los países más apetecidos. La respuesta es muy pocos. Y cuántos entre ellos pueden asegurar que los conocimientos específicos adquiridos en las universidades extranjeras se nivelan con los que ya portaban desde sus universidades de origen. Escasos. Si las cosas están así, habrá que redireccionar esta política. Para viajes baratos, los del Imserso.

La inversión en temas educativas exige un rendimiento apropiado. Si no, de qué. De qué nos sirve disfrutar de tantas facultades si las capacidades que debieran subseguirse se aproximan a grados preuniversitarios o de módulos superiores de la Formación Profesional. La enseñanza superior cuesta mucho dinero. Bien gastado sea si se traduce en rendimientos de excelencia. Para mediocridad, ya tenemos bastantes ejemplos en territorio nacional y en ámbito europeo.

Erasmus, sí, con requisitos y méritos. Erasmo, por supuesto, con prevenciones religiosas e ideológicas. A tenor de lo visto, me quedo con el de Rotterdam. Salvo que se dé un giro radical a las bequitas.

Un saludo.

viernes, 13 de abril de 2012

EL CAFELITO

Dicen que el que avisa no es traidor. Pues muy bien. Hasta ahí, de acuerdo. Sin embargo, el aviso que se reviste de amenaza deja de ser lo primero para convertirse en lo segundo. Y claro, entonces las cosas se complican.


Los funcionarios son la diana de todos los dardos. Desde la derecha a la izquierda, todos lanzan al corazón de los empleados públicos. Sólo mencionar a estos trabajadores ya se presupone que nos referimos a una fauna humana desnaturalizada, aficionada a tirarse a la bartola, atrincherada en el vuelva usted mañana, experta en batir records de carrera horaria, perita en escaqueos y doctora en cafeterías, kioscos y mercadillos. Que el común asuma como dogma estas falacias, tiene el pase de la ignorancia o de la envidia. Pero que un Secretario de Estado se atreva a lanzar descalificaciones hacia este colectivo, merece el título de mamarrachada.


El señor Beteta es Secretario de Estado de Administraciones Públicas. Mucho gusto. Pues bien, don Antonio ha tirado ya la primera piedra. Nada será como antes, enfatiza dando rectitud al mentón y frunciendo el ceño. Nada será como antes. Como antes de qué y de cuándo. A qué funcionario agrede. Al médico de hospital, al maestro de escuela, al bombero municipal, al administrativo de su Secretaría, al jardinero de la Diputación, al ingeniero de Obras Públicas, al sargento del Regimiento o al juez del Tribunal Supremo. A cuál. Y por qué. Si ese antes infamante resume una forma de trabajar ineficiente, improductiva y desmerecedora, que lo diga. Y si lo dice, habrá que pedirle responsabilidades sobre su actuación omisiva, durante el tiempo en que tuvo a su cargo esta parcela, cuando era Consejero en la Comunidad de Madrid.


Nadie discute que la economía española ha de ganar en competitividad. Pero nada tiene que ver ese objetivo con el cafelito de los funcionarios. Si el tiempo prescrito para el café es de veinte minutos y el empleado invierte en ese derecho una hora, la infracción no corregida de inmediato por la superioridad se eleva a categoría de normalidad. Y cuando esto ocurre, hay que pedir cuentas a la superioridad. Pero no mañana. Ayer. No después. Antes.


El funcionariado es un cuerpo digno de elogios. Si hay doce que ni curran ni cumplen y, en cambio, siguen disfrutando del dolce far niente, el problema no radica en ellos, sino en los jefezuelos que, como el ciego y el pícaro del siglo de oro, meten la mano en el bien público. La solución al problema no es el cafelito ni el periódico. Es el respeto a la ley. Si Beteta se queja del antier y no apaga los lamentos con el interruptor de las obligaciones, mejor que se dedique a otros menesteres. Lo que es a la Administración Pública, le viene grande.


De todas maneras, le desafío a lo siguiente. Nombre a un solo trabajador de su departamento que ahoga sus penas en la cafeína y en la tinta de los medios escritos. A partir de ahí, calibraremos el importe de sus manifestaciones. Ya quisiera usted, señor Beteta, tener el marchamo de garante que posee el funcionario en el ejercicio de su desempeño profesional. Ya quisiera usted.


Un saludo.