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domingo, 30 de septiembre de 2012

LA MOMIA DE PRIM


Cataluña lo vio nacer y Madrid lo amortajó. General Prim. El desenfreno emocional de sentirse catalán y de amar a España.

Prim y Prats. Estadista. Autor de los tres “jamases”. La dinastía borbónica no volverá jamás, jamás, jamás, pronunció tras el derrocamiento de Isabel II. Ay el jamás. Nunca se ha de decir nunca jamás. Y si uno se  atreve con el maximalismo, tome las debidas precauciones. El general Prim pecó de confiado. Los “amigos” de la patria lo pasaportaron al otro mundo. Frente al Hotel Palace de Madrid, muy cerquita de Las Cortes, unos pistoleros escopetearon al entonces presidente del consejo de ministros. Nunca jamás es una expresión temeraria en el reino de los Borbones. Mortal de necesidad. Monárquicos de conveniencia y republicanos de interés se juntaron para liquidar al militar. El poder congrega a extraños y hostiles enemigos de cama. La ideología se relega siempre que la influencia y el dinero levantan su cetro de ambiciones.

Amadeo de Saboya perdió a su valedor y España nunca quiso encontrar a su nuevo monarca. Tiempo de agravios y años de desconsuelo. La España desvertebrada mostraba su rostro más genuino. Después, ya se sabe. La República. La Primera. La Federal de cantones. La dialéctica de la violencia. La tentación de la dictadura del derribo. El precedente del Estat Catalá del 34.

Prim se remueve en su mausoleo de Reus. Su cuerpo momificado va a ser restaurado. Su espíritu continúa presente sobrevolando las páginas de una historia que se repite por la contumacia activa y omisiva de unos y otros. La muerte del general tenía un precio. Un precio muy alto. En la película, Prim no era ni el feo ni el malo. El bueno. El general era el bueno.

Un saludo.

sábado, 29 de septiembre de 2012

LA DIFÍCIL ANDADURA DEL PARTIDO ANDALUCISTA


Paco Ramos abandona la secretaría general del Partido Andalucista de Huelva. A estas alturas, ignoro el nombre del sucesor. En la despedida, dedico unas palabras a este político joven que ha hecho de su compromiso una bandera de honradez. Que ha cometido errores, sin duda. En ningún caso, se le ha ido la mano. Que ha trabajado, lo aseguro. Nunca se le cayeron los anillos en un esfuerzo descomunal. Dicho está y nobleza obliga.

En cualquier formación democrática, las personas son las que enriquecen la institución. Y las que la arruinan. Se podrá estar de acuerdo con la ideología imperante y con la política a seguir. O rechazarlas de plano. Pero los dirigentes regionales de este partido han sido víctimas de su propio vacío político. No les discuto su honorabilidad pero jamás comprendí, tal mi torpeza, su mensaje y menos aún su errática andadura de pactos con el Psoe.

Los andalucistas se declaran nacionalistas, federalistas y progresistas. En pleno siglo XXI, el nacionalismo casa mal con el progresismo. En cuanto al federalismo, acaso sea resultado fallido de las prédicas decimonónicas de Blas Infante, el llamado Padre de la patria andaluza y olvidado progenitor de una autonomía que muere despedazada por la voracidad de quienes se proclaman sus hijos. Menudos hijos.

Ojalá me equivoque. Pero el precipicio aparece bien cercano. Una sociedad democrática principia la pluralidad. La partitocracia ha marginado, sin embargo, los pareceres divergentes en el rincón de los castigados. Poco tiempo aventuro al partido andalucista. Muy poco. Las lágrimas derramadas serán pobres y escasas.

Mis simpatías hacia la organización de Francisco Ramos corren paralelas a mi reconocimiento por su denodada lucha por sacarla del lodazal en que la colocaron los “pachecos” y otros compañeros mártires. Fuera de ahí y siempre con el respeto hacia las minorías, casi nada que agregar.

Un saludo.

POR BUEN CAMINO


 Ando preocupado. Qué digo ando. Corro. La ruptura de España me embarga. Echo la vista a la historia de los siglos precedentes y me echo a temblar. La primera y la segunda repúblicas tuvieron efectos calamitosos. Nada tengo contra la república. Sí albergo temores para con ciertos republicanos. Me llegan las malas ondas de los arietes de la destrucción. La exhibición de banderas republicanas en manifestaciones de cualquier índole señalan la presencia de sujetos con manifiestos tintes totalitarios y fascistas.

Los retos separatistas de Cataluña y del País Vasco sólo se contestan en clave de solidaridad, de igualdad y de libertades. No caben traiciones a la democracia. Y si alguien atenta contra sus instituciones, a mí, Sabino, que los arrollo, que gritó Belauste. Un vasco erigido en totem de la furia española. Manda güevos.

La furia de España no se expresa, hoy día, en términos de prepotencia. Con la ley en la mano derecha y los votos en la izquierda.

Si Urkullu o Mas se atreven a ofender, muéstreseles el código. Y si persisten en sus insultos, aplíqueseles la ley. Antes que la lengua se les suelte y la pasividad les regale alas de gallinácea, evítenles el batacazo. Es cuestión de una buena roja amparada en la garantía de la constitución. Algunos zorros saben cuándo y cómo salir con la cola entre las patas.

El rechazo, por parte del Congreso, de la restitución de los derechos históricos de Cataluña es un ejemplo de que la buena senda constitucional frena al lobo que reside en algunos vúlpidos de la política.

Ahora toca practicar la jugada, estilo Guardiola, hasta dominar la técnica. Ya verán como el secesionista no toca bola. Por ahí, si. El camino es el señalado.

Un saludo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

DE ASIMETRÍAS



Verso libre. Las emociones vuelan mejor cuando no se someten al dictado de la métrica. Los clásicos del siglo de oro español lo conseguían y, en verdad, de manera genial. No quiero decir que su poesía fuera mejor sino más medida, más ortodoxa, más sujeta a los cánones. El gran Machado nos regaló unos metros inolvidables y qué decir del más grande poeta español del siglo XX, nuestro paisano Juan Ramón, en sus Poemas del Alma. Métrica y sentimientos en dura lucha por sublimar las pasiones.

En política, la métrica no está hecha para los que desconocen  las operaciones aritméticas elementales. Como no saben sumar, restar, multiplicar o dividir, suelen acogerse a la historia y recalan en los puertos de la pólvora del gran capitán. Mientras pague el rey pueblo, gaste a manos llenas el golfo extraído de las entrañas de ese pueblo. Es el imperio de la asimetría o lo que es lo mismo, la ley del embudo. No les interesa la simetría ni, por consiguiente, la correspondencia en forma, tamaño y posición de las partes de un todo.

El naufragio de España se viene anunciando. Las trompetas del desastre suenan muy cercanas. Los supervisores de la armada siguen sordos. La tormenta se detendrá ella solita. Pero el fragor de los meteoros acrece. Esta vez nos vamos a pique. Ni Constitución ni Estatuto. El rugido del temporal mediático es demasiado fuerte. El Estado de las Autonomías rinde sus últimos servicios. Parte de Cataluña busca en la independencia la válvula de escape de sus canalladas económicas y financieras. La otra parte mira a un lado y a otro y no ve sino austeridad, desempleo y pobreza. Rasputines del odio siembran cóleras que el pueblo hace suyas.

El partido del gobierno sólo tiene ojos para el déficit. La economía está hecha unos zorros. Hasta ahí, se admite. Pero la historia es, además, política, sociedad y cultura que incluye una mentalidad. La ósmosis ha de presidir esos compartimentos. No son contenedores estancos. Rajoy parece olvidar este axioma. Rubalcaba, sin embargo, aprovecha cualquier grieta para que la vía de agua sea mayor. De ahí su nauseabunda petición de cambiar la Carta Magna y de poner en valor la vieja aspiración socialista del estado federal asimétrico. Cuanto más se beneficie el partido, mejor. La nación, el estado y el pueblo españoles son coartadas para ocupar el mando.

España atraviesa unos momentos especialmente duros. Las golferías de determinados gobernantes autonómicos están en la base del problema. Pues bien: si queremos que el mar se encrespe todavía más y la asfixia bajo las aguas sea inevitable, acudamos al Estado federal español. La ruina de la ruina. Eso sí, los pescadores de las miserias humanas se harán ricos. Los asimétricos federalistas no son sino analfaburros que no saben leer ni escribir y que, aunque algunos sí sepan, ni leen ni escriben. En cuanto a escrúpulos, cero. De ahí que la medida, el canon, la proporción, la aritmética, la solidaridad, sean valores despreciados por los desvergonzados amantes de la asimetría, entendida como la ausencia de igualdad, el desprecio a los méritos y la victoria del salvajismo institucional.

Así nos luce el pelo.

Un saludo.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

CAER EN LA TRAMPA



La fuerza de cualquier sistema democrático reside, como refiere la etimología del término, en el pueblo. Ni en los gobernantes ni en la clase política ni en las instituciones ni en los poderes fácticos. En el pueblo soberano.

Los ruidos de sables entonan sus primeros compases a medida que el estrépito independentista de algunos iluminados mangantes hace acto de acústica y visual presencia. Me echo a temblar cuando se colocan bafles junto al micrófono de los alborotadores de un signo u otro. Resultan tan ridículos, pero mil veces más peligrosos y manipuladores, que las risas enlatadas que abren en algunas series televisivas con guiones dudosamente graciosos. Se incita a la carcajada o a la horcajada según la predisposición sea hacia uno u otro flanco de la guerra mediática.

Ya sé lo que la Constitución establece sobre la unidad de España. Del mismo modo que está claro el papel del ejército en nuestra Lex Suprema. Los ruidos de sables se acuñaron como expresión en el Chile del primer cuarto del pasado siglo.  La horma lingüística hizo fortuna y la clase periodística, sobre todo, como los historiadores en gran número, se apuntaron a esa fórmula dialéctica. El golpismo forma parte de la política española desde tiempos muy pretéritos. Los resistentes a las libertades suelen amparar sus malas artes en la violencia de los espadones. La praxis no puede ser más nefasta.

Si los catalanistas perpetran su voluntad de romper España, acúdase a las leyes. Leyes que emanan de la voluntad popular. Basta con que los juristas asesoren al Gobierno sobre cómo reducir a los secesionistas sin derramar una gota de sangre, sin crispar los ánimos de nadie, sin violentar a las masas y sin atrincherarse en los vicios probados de nuestra historia.

Imperio de la ley. Unidad indisoluble de España. Parlamento. Democracia. Ni ejército ni narices. Ni ruido de sables ni concierto de campanitas. Ni miedos ni osadías. El precio de la paz se abona en moneda de uso legal. En billetes de diálogo y en talones al portador de firmeza y de respeto.

Nadie caiga en la trampa de las fuerzas armadas. Los mejores destructores de la mentira y de la falacia son las normas que obligan y los tribunales que hacen cumplir las obligaciones. A partir de ahí, más de lo mismo. Una y otra vez. Hasta que se enteren de que las consultas al pueblo se refieren al pueblo. Al pueblo de España, del que los catalanes forman una parte inseparable.

Ya digo, que no caigan en la trampa.

Un saludo.

martes, 25 de septiembre de 2012

LA INQUEBRANTABLE MEMORIA DEL ESTADISTA


Es el tipo más demócrata que he conocido. Demócrata de acción. Demócrata de convencimiento. Demócrata con autoridad. Demócrata de ejemplo.

Adolfo Suárez. Primer presidente de la España democrática. Primer presidente de la España constitucional. Imagen presente de una España culta y sana.

Dicen que padece una enfermedad que afecta a su memoria. Seguro que es así. La maldita enfermedad no se extiende a la de quienes conocimos a la persona y valoramos su obra política y su ingente despliegue de concordias y de reconciliaciones. Nuestra memoria es inquebrantable en cuanto a reconocer al hombre que nunca se dedicó a la política con minúsculas y sí a la reconstrucción de un Estado sometido a una dictadura de cuarenta años. Desde dentro. Con arreglo a las leyes. Sin violencia. Con firmeza y contundencia. Frente a radicales del ayer y extremistas del siempre.

Adolfo marca un estilo. Suárez, una identidad. Adolfo Suárez es el sueño de una noche de verano que el rey alumbró ante el asombro de tirios y troyanos. Reinó Juan Carlos merced a la mullida alfombra que el abulense  le dispuso con su propia persona. Del franquismo a la libertad en un suspiro contenido de transiciones. De una cuarentena golpista a la más formidable democracia que jamás vivió España.

Los españoles de bien no olvidamos al hombre que, dicen, ha perdido su memoria. No importa. Nuestro recuerdo es imborrable. Ochenta años de vida. Con los dedos de una mano se cuentan los gobernantes que han sentido en sus carnes la dura presión de los suyos y de los ajenos. Apenas conozco a dos que hayan dado tanto a cambio de tan poco.

Mi memoria inquebrantable por el agradecimiento se dirige, en estos momentos, a Adolfo Suárez. Don Adolfo. Cada día se le añora más.

Un saludo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

VILLANAS INJUSTICIAS



 El consejero Emilio de Llera se ha dejado caer por tierras de Huelva. Como cualquier sevillano que se viene al mercado a comprar pescado y marisco frescos y baratos para degustarlos, eso sí, en Sevilla. Ciudad de paso y factoría colonizada desde y como siempre. Huelva. Así son  las cosas y así nos conformamos.

Pues resulta que el señor De llera se trajo la gallina a cantar. De ciudad de la justicia, nada. Para ciudad, la de la Punta del Sebo contaminada y la de los fosfoyesos polutos. Para justicia, la de los bocas, cucos, bretones y otras aves de mal agüero. El nuestro no es un caso de secular abandonismo que decía el catedrático Monteagudo. Los onubenses somos súbditos de una mentalidad en la que el abandono forma parte de nuestra idiosincrasia más funesta. Aquí nos meten toda la chasca, se empurran nuestros vinos y rapiñan nuestro oro. Vienen de fuera y desde dentro nos recomemos pero miramos a otra parte.

El consejero del gobierno de Griñán, el señor de los EREs, y de la vicepresidencia de Valderas, el cantaor zurdo, nos anuncia definitivamente que para Huelva, lo que cayó en El Conquero. Qué ciudad de justicia ni qué leches. Los juzgados de lo civil y de lo contencioso seguirán arracimados en la antigua Escuela de Maestría, mientras los funcionarios se armarán con tecnología textil para temperar los calores de tantos veranos secos y para sobreponerse a los fríos invernales cargados de una humedad de diablos. Que no, que no, que esta Junta de Andalucía es el Gobierno más tirano, perverso, despiadado y corrupto que vieron los andaluces desde que los napoleones se dieron una vuelta por Sevilla.

En Huelva no se estrena traje. Al antiguo, más remiendos. La ciudad de la justicia se trueca en villana injusticia. La coyuntura económica es la coartada del consejero para tocar la pandereta y, al tiempo, tocarnos los congojos a la gente de Huelva. Mientras tanto, las fuerzas vivas de la ciudad se congregan en torno a la figura del gobernante recién aterrizado y, oigan, ni mu, ni una palabra de oposición, ni un lamento, ni una protesta. Nada. Como durante el franquismo, cuando el caudillo se dignaba visitar la ciudad y los comisarios políticos de turno lo llevaban en andas por la Gran Vía y le ocultaban las miserias urbanísticas de Las Colonias o de El Matadero.

La Ciudad de la Justicia es una prioridad, afirma De Llera con toda la cara que alguien le regaló. Tanta prioridad como el AVE que eclosionó en alvia renco y perezoso. Tanta preferencia como los puentes a Punta Umbría que no pasaron del eslabón de la mentira electoral de Chaves. Callandón y cómplice el Psoe, al menos el Pp ha sacado sus reflejos. El concejal Felipe Arias ha disparado dialécticamente con tino. Muchas promesas de la Junta y otros tantos incumplimientos. Engaño, mentira y fraude. Es nuestro sino. Nos la clavan doblada y ni siquiera se toman el trabajo de sacárnolas. Agua y ajo.

Tiempo de silencios nuevos. De miradas gachas. De lenguas sujetas entre dientes apretados. Cómo vamos a tener una ciudad de la justicia si ni siquiera saben qué fue Ur ni quién Hammurabi. Ni dónde está Tejada la Vieja ni si Saltés es un establecimiento hostelero de la capital. Si nuestra historia se debate en los salones de baile de los políticos de la cocaína, de las paulas de Matsa, de las desmemorias de Idea, y de otros cubículos indeseables.

Que no nos den más. A ellos. Que les demos a ello. En las urnas, claro. Pero no, no nos enteramos. Ni queremos. Huelva.

Un saludo.

PISAPAPELES



 La decisión es al complejo lo que la medida al patrón. Directamente proporcionales. Mayor el complejo más estúpida la decisión. Mejor el patrón, más exacta la medida. No hay quien rebata este aserto que nace de la propia experiencia y se cuece en los alambiques del laboratorio de las ideas.

Existen tramos de parada entre un origen y un destino. No lo olvidemos. El Psoe ocupa un nivel insuperable en la táctica de acercarse un poquito a unos y distanciarse largamente de otros. En el caso del independentismo catalán, atribuye los excesos separatistas al PSC a fin de no involucrarse en cocidos amargos con el resto del estado español. Sin embargo, es plenamente PSC cuando los votos de su sucursal son necesarios para sumarse al secesionismo de aquel territorio. Montilla fue president de la Generalitat cuando convenía y ministro del Gobierno de España cuando interesaba. Es como el borracho de Forges que al intentar meter su llavín en la cerradura de la puerta de su casa, se preguntaba: ¿voy o vengo?

Los relativismos tienen su público y sus intérpretes. De un tiempo a esta parte, los valores han perdido su fortaleza referencial y flotan entre aguas de dudosa potabilidad. El Pp catalán está aprendiendo conceptos que dicen muy poco de su coherencia programática. Uno felicita a Sánchez Camacho, doña Alicia, por no haberse sumado a la manifestación independentista de la Diada. Nadie la puede culpar por fomentar tamaño espectáculo ni reprocharle su asistencia a ese aquelarre. No obstante, sí es sujeto de reproche. Y ello porque se está comiendo el marrón de los equilibrios indeseados. Si Rajoy necesita a Mas para gobernar España, esa necesidad no se puede traducir en deslealtad a las demás comunidades ni, mucho menos, aceptar las amenazas del catalanista ni, por supuesto, apoyarlo en  cuanto redunde en perjuicio del Estado español. Y en este sentido, Doña Alicia ha ofrecido su colaboración para que se aprueben los presupuestos anuales. Los presupuestos del separatismo.

Podrán decir misa en arameo pero las zangolotinadas de Zapatero han hecho mella en personajes de la vida política. Un bandazo por aquí  y otro por allí. Como el cantorrio de los pajaritos. El voto del pueblo les importa lo que a mí el resultado de las elecciones en la República independiente del Ikea. Ni siquiera como pisapapeles. Perra vida.

Un saludo.

sábado, 22 de septiembre de 2012

EL ALCAHUETE


 Sábado preotoñal. Charla amistosa de amigos. Entre otros temas de conversación, la polémica derecho a informar y derecho a la intimidad. La nueva princesa del pueblo británico. De Diana a Kathy. En el medio de dos mujeres, un hijo y un marido.

Celebro la lectura del artículo del onubense José Antonio Gómez Marín en El Mundo. Al respecto de las revistas del corazón, habla de alcahuetes. Qué acierto en la elección del concepto. Propiedad del lenguaje se llama eso.

Rosell, Sandro. Presidente de una entidad que, dicen, es más que un club de fútbol. Defenderá, dice, el derecho de los pueblos a elegir su futuro. Excelente. De todos los pueblos. El del pueblo español, también. Alcahuete es la persona que facilita amores ilícitos. Correividile que traslada mensajes interesados por convenidos. Encubridor de afectos comprados. Proxeneta de prostitutos/as políticos/as. Trotaconventos con ropa y cuerpo de hombre.

Derecho de los pueblos, sí. De todos. El chisme como argumento hace de la lógica, cotilleo y del comunicador, celestino.

En la España del nuestros días, la alcahuetería tiene carta de naturaleza librera. La literatura se prostituye a textos de revistillas amarillentas. La televisión, en manos de los manipuladores de instintos. Cosas. Casos.

Paciencia. Reformar la educación es una prioridad nacional. La educación. La enseñanza y la instrucción son materias distintas. Algunos persiguen el adiestramiento. No lleguemos a eso. Nos degradaríamos hasta extremos de animales salvajes. Fieras. Alcahuetes sin escrúpulos.

Los derechos de unos terminan donde comienzan los derechos de otros. Respeto.

Un saludo.

FUTBOLERÍAS


 Tengo la costumbre de acostarme temprano y levantarme con el canto del gallo. En verano, cedo ante la fuerza de los anocheceres y me refugio más tarde entre las sábanas. Con el verano, el calor y con el calor, la pelea con el sueño. La televisión me sirve de adormidera artificiosa. Este año he visto por vez primera un programa deportivo/del corazón esférico. No he visto cómo terminaba pero durante una hora me entretuvo. Se llama Punto Pelota. Asombroso.

El tema central era la proclamada tristeza de Cristiano Ronaldo. Central y extremo. No se trató asunto distinto. Los tertulianos eran una fuente descarada de madridismo y antimadridismo. Parecía un debate televisado de la Sexta: Rajoy contra Rubalcaba. La imparcialidad brilla por su ausencia. La política comentada y el cotilleo futbolístico caminan juntos en esta España del déficit, del desempleo y de la corrupción.

El negocio de la salsa rosa traspasado al patadón a la tibia. Los colores son fieras dominantes en esta selva del show audiovisual. Resulta que Ronaldo está triste y todos se quieren llevar a la cazuela la verdadera causa de su sentir. Desde luego, el marujeo no muere en los sálvames de la cinco. Amplía sus fronteras al micromundo del deporte rey con idéntico desdén por la fundamentación que las belenesesteban del chismorreo.

Con estos mimbres, qué clase de crisis vamos a superar si el pensamiento se pierde en memeces de esta calaña. No se habla de técnica futbolística ni de organización de los equipos ni dirección de los clubes ni de economía deportiva. Nada. Si Cristiano está cabreado y si debe pedir disculpas por sus declaraciones. Los representantes de la prensa madrileña muestran un mayor nivel de objetividad que sus colegas catalanes. Los primeros se atreven a criticar a la estrella del club de la capital de España. Los segundos no osan pronunciar una sílaba que moleste al fenómeno Messi. Al parecer, desde el Camp Nou, una gran voz amenazadora pende como cuchillo sobre las gargantas y las plumas de los opinadores de la región. Eso sí, para atacar al Madrid, barra libre. Al Barça, loor y latría.

En tanto la ciudadanía se distrae y se sofoca con estos disparates dialécticos, se olvidan los problemas. La religión como opio del pueblo era antes. El fútbol es el valium mil de la sociedad. Pues no hay gente que vive de esto y para esto. Eso sí, para literatura, la del Marca y para película de arte y ensayo, la redifusión del Punto Pelota. Qué país.

Un saludo.

jueves, 20 de septiembre de 2012

EL CASADO CASA QUIERE


Anda, y el soltero y el divorciado y el rico y el pobre. Puestos a pedir, propiedades antes que posesiones. Querer no es poder. Si fuera por deseos y voluntades, la paz regiría el mundo y la felicidad llenaría de prosperidad a todos. Castillos en el aire. Las quimeras tienen su punto de ebullición que suele producirse en noches de ensueños, en días de ilusión y en tiempos de congojas alucinatorias.

Los políticos catalanistas evacuan por la boca los residuos malolientes de sus alimentos mal digeridos. Después de comer, beber y otras actividades menos publicables, a cuenta del erario, han cavado una fosa, del tamaño de Las Marianas, y se han quedado sin escalas para salir de ella. A fuer de pan, el gañán se comió el buey. La deuda catalana pesa tanto que ahora, una de dos, o papá España se hace cargo de la infamia o los nenes catalanistas se enfadan, lloriquean, alborotan, destrozan y amenazan con la emancipación. Eso sí, exigen la exclusividad residencial de la vivienda común y el uso compartido de los bienes de los hijos no pródigos. Más chulos que un ocho. De esta guisa, la parábola evangélica eleva a categoría de normalidad lo que ha de constituir una excepción.

La moraleja se concreta en que las acciones de los tarambanas se multiplicarán conforme la firmeza de los que tienen el deber de regir y de administrar parpadee y muestre signos evidentes de debilidad. Artur Mas es el niño consentido del cortijo estatal. Sigue la estela fatídica de sus antecesores y ahonda la huella de los avatares de la Segunda República. Está en su derecho aunque no haga sus deberes. El problema no radica en su actitud. El problema radica en la permisividad y en la pasividad del avestruz que esconde la cabeza bajo el ala de la decadencia para no ver cómo se pisotean las leyes y cómo se saltan la Constitución.

A la hora en que escribo este artículo, ignoro el resultado del encuentro entre Rajoy y Mas. Sea cual fuere el mismo, por mucho que el president de la Generalitat pida el cielo, el presidente del Gobierno de España no ha de darle sino lo que corresponde a todos por igual. Si no lo hace, habrá acallado momentáneamente la queja secesionista pero, a la media hora, el independentismo aflorará en todo su esplendor. Y no sólo en Cataluña

Ante este chollo, yo me pido la independencia del barrio de La Merced de Huelva. Para cantones, los de cada uno. Para nacionalismos, los más localistas. Y si las deudas corren a cargo del resto, mejor que mejor.

No te digo. Yo quiero mi casa. Mi casa. Extraterrestres.

Un saludo.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL MUNDO DEL ESPECTÁCULO


Sacudirse pulgas. La facilidad de excusarnos es proverbial. Nada malo nos es imputable. Por supuesto que sí lo bueno. Ley universal del desparpajo. Sea yo inocente y que se mueran los culpables.

Según José Sacristán, actor de variada trayectoria profesional, y a fe mía que muy bueno, la subida del IVA es un golpe mortal al mundo del espectáculo. Vaya. Las dotes interpretativas del excelente protagonista de Flor de otoño o La Colmena no casan demasiado con su análisis de la realidad cultural. Ocurre con frecuencia que el cómico sufre un conflicto de personalidad. Otrora, solía creerse su propio personaje. En la España de los últimos treinta años, la paranoia conduce a otro tipo de confusión. El farandulero asume la personalidad del autor. Mala cosa eso de entender el deseo como realidad o de llamar ilusión a lo que es una alucinación de libro de psiquiatra. A Sacristán le viene pasando algo de esto desde que abandonó la vis atractiva de su gracia de cateto y se sumergió en la ola del dramatismo figurante. La intelectualidad no está reñida con el oficio de histrión pero ni aquélla se subsume en éste ni éste comporta rasgos de la otra.

Al tiempo que esta neura se apodera de su psicología e incluso de su idiosincrasia, la víctima de su batiburrillo cerebral asalta las murallas de la política y, por supuesto, pone su indiscutible popularidad al servicio de la izquierda más ricachona y peor libertina. La cultura anida en exclusiva entre la casta de guerrilleros que visten en tiendas de Versace el uniforme del Ché o la camisa roja de Chávez. Sin darse cuenta, actúan como los niños que idolatran a su futbolista preferido o a los fans que pierden los nervios y la voz en presencia del artista pop de actualidad. Son de izquierda y nadie puede competir ni discutir con su olimpo enajenado de la honradez, de la cultura y del progreso.

Sacristán podría haber sido un icono de la cinematografía española como lo fueron Alfredo Landa o José Luis López Vázquez. Sin embargo, se ha quedado en un escalón inferior. No porque sus dotes de actor no estén a la altura de los nombrados. En absoluto. Porque ha entrado a formar parte del pelotón/pelotín de los dependientes de la mala praxis de la subvención gubernamental del Psoe. Y claro, cuando el síndrome del partidismo penetra en el bolsillo del actor, ahuyenta la autenticidad de su discurso y el público pone en solfa la verosimilitud de su representación.

El mundo del espectáculo no está muerto. Todas las películas que interesan al público acaban arrojando excelentes dividendos a sus productores. La inmensa mayoría de las obras pagadas con erario público mastican el polvo de la indiferencia y del olvido. He ahí la cuestión. El veintiuno del impuesto de valor añadido no mata al show business. Niveles de calidad arriba o abajo, el cine español era un esperpento que hacía de la memoria histórica de la guerra civil un imposible género del oeste en el que los indios, la derecha en este caso, siempre eran los malos y los cowboys, la izquierda de Armani, constituían el núcleo feraz de la civilización y de las libertades.

La subida del IVA me parece, en general, una medida negativa. Para todos los consumidores. No sólo para los cinéfilos. La brutalidad y la torpeza de la decisión del gobierno de Rajoy no radica en su flanco teatral. Nada de eso. Es mucho más. Zapatero y el Psoe sí fueron torpes y brutales. De ese terral vienen estos fangos. No le escuché quejarse de la política de ese período. No me acuerdo si usted formaba parte de la legión de los que gesticulaban sus manos con la ceja. Sí me resulta incuestionable que la subvención ha hecho un flaquísimo favor a ese mundo del espectáculo cuya muerte usted atribuye, sin fundamento y con mala leche, al IVA. El del Partido popular, claro.

Lo dicho, señor Sacristán. Zapatero, a sus zapatos. José Luis nunca será Azaña ni usted jamás podrá ser Arthur Miller.

Un saludo.

martes, 18 de septiembre de 2012

DON SANTIAGO CARRILLO


La muerte de don Santiago Carrillo cierra una parte importante de la historia de España en el siglo XX. Guste, o no, su figura, el personaje merece todo el respeto. Se esté, o no, de acuerdo con sus postulados políticos, el que fuera líder del Partido Comunista fue uno de los artífices de que la Transición, con mayúsculas, discurriera por senderos de paz, de concordia y de consenso que mucha falta hacían. Se aprecie, o no, su actividad partidista, tengo la plena seguridad de que el señor Carrillo aportó luces a la democracia española.

Nada refiero de su ideología porque don Santiago, como tantos otros, la dejó descansar en el limbo de los justos. Su ideología se basó en comportamientos y se confundió en temperamentos y conductas. Los hechos terminan colocando a cada quisque en su sitio. Los grandes hombres no son recordados por sus ideas, sino por sus acciones. Hitler o Stalin podían tener el pensamiento que les diera la gana. La memoria nos lo sitúa en el totalitarismo más asqueroso y en el genocidio más repugnante. Si de la matanza de Paracuellos del Jarama hay que hacer responsable a Carrillo, hágase, pero quienes así desean, tengan en cuenta que la ley de la memoria histórica se hizo para los dos bandos contendientes y no olviden que la aculturación y el historicismo son errores interpretativos de una época pasada.

Yo lamento la muerte del señor Carrillo. Posiblemente hizo cosas muy malas. Algunas hizo buenas. Lo más importante de cualquier sociedad que busque su progreso y el desarrollo de sus ciudadanos es perdonar pero no olvidar. La dialéctica puede ser mala consejera si se esgrime como puñal. Muchos de nosotros nos avergonzaríamos de nuestros pensamientos si alguna vez tuviéramos la tentación de llevarlos a la práctica.

En la España invertebrada, acaso hoy más que nunca, que vivimos, es muy necesario que reconstruyamos el esqueleto de los territorios, de las leyes y de la justicia. Si alguien quiere alegrarse del fallecimiento del señor Carrillo, no seré yo quien se lo reproche. Eso sí, no seré yo quien le acompañe en el festejo.

Don Santiago: descanse en paz. Y si su espíritu se queda con nosotros, colabore por la paz.

Un saludo.

lunes, 17 de septiembre de 2012

TIEMPO DE ARISTOCRACIA



La dimisión de Esperanza Aguirre me ha pillado en fuera de juego. Una mujer de esas cualidades se hace necesaria. Me identifico con muchas de sus formas de entender la política. De sus formas y de sus fondos. Ni ideologías ni leches. Me cabrea leer y escuchar a determinados personajillos sobre la distancia ideológica que les separa de ella. Qué sabrán lo que la ideología es y qué idea tienen de lo que ser aristócrata supone.

La aristocracia es la selección de los mejores. No sólo el sistema es compatible con la democracia sino que, además, la fortalece. Me importa un pito la parentela nobiliaria de la señora Aguirre. Lo que me complace es su capacidad de aprendizaje, su honradez gobernante y su espíritu de superación. Será, o no, de linaje azul. Es, por sus acciones, adelantada de la aristocracia extraída del pueblo, para el pueblo y con el pueblo.

Pertenece al Partido Popular pero es más libre, tolerante, participativa, progresista y firme que cualquier otro colega de los que se alinean en trincheras de izquierdas. Ya quisiera Lara, el caudillo de IU, alcanzar las prédicas democráticas de esta señora. Ya quisiera.

Si Zapatero fuese aristócrata, España no hubiera enterrado su alma en los túmulos de la infamia. Si lo fuera Rajoy, ya hubiera encontrado las fórmulas para dar vida a los cadáveres que su predecesor dejó en el camino. La democracia debe ser fuerte para defenderse de las medianías y de las mediocridades. Entre los ciudadanos mejores, hemos de elegir a los inteligentes que, a la vez, sean los más válidos, limpios, transparentes y eficaces. Como Esperanza.

Ahí la tienen. Se va porque, al cabo, la carne es débil. Antes que decir lo que no haría buen favor a su partido, se marcha con la elegancia y el temple de la torería más clásica.

La vamos a echar de menos. De manera singular, Madrid. Sus enemigos, que son muchos, brindarán con champán, como hacen los etarras cuando asesinan a un guardia civil.

No entreguen medallas a Aguirre. Las que merezca, que se las pongan a Bolinaga y a los suyos. A este paso, el secuestrador de Ortega Lara hará lo mismo con las víctimas de sus delitos.

Ay, Esperanza. Ya te echamos de menos.

Un saludo.

domingo, 16 de septiembre de 2012

OJO CON VALDERAS, MARCOS TOTI

He leído por algún medio y me comentan por otro distinto que el señor Valderas, todopoderoso vicepresidente del estrangulado político Griñán, se ha reunido con el alcalde de Zalamea, Marcos Toti, para debatir sobre los problemas de la Cuenca Minera. Marcos juega con ventaja en la diatriba institucional. Es un excelente alcalde, un gran conocedor de la zona y un político de contrastada honradez. Lo cual no es poco. El inconveniente es el pertenecer a la misma formación política del vice y, por aquello de la disciplina de partido y de la jerarquía, aguantar los carros y carretas del mandamás institucional. En la balanza prevalecerá, con seguridad, el primer platillo si bien el peso del segundo dejará tocado el equilibrio indispensable.

Valderas sabe que mantener su cargo pasa por hablar mucho y hacer poco. Su permanencia en la Junta depende de que el alfiler de la corrupción no pinche el globo cardial de su amigo José Antonio. Ni un paso adelante ni otro atrás. Demasiado riesgo para componer el destrozo del batacazo. La cuenca minera de Huelva tiene solución. Sin embargo, la salida es imposible mientras personajes de la talla de don Diego no se apeen del jumento de su ambición y no admitan el uso torticero de la ideología, feliz, de la izquierda para fines de notorio aburguesamiento y de reconocido afán de poder.

La cuenca es un hoyo insalvable, Marcos. Valderas te lo anuncia con hechos. Ni un euro se destinará a la comarca. A falta del pan minero, el vicegriñanero apuesta por la torta ácima de un modelo productivo de corte rural agrario y turístico. A todo esto, la culpa es del Pp. La cantinela es en algunos sectores de Izquierda Unida lo que la consigna en el Psoe. Forma parte del guión contra el enemigo.

La reapertura de la mina de Riotinto pasa por el aro de Emed y el orificio se achica a medida que la Junta no coopere magnánimamente con los dueños. Dueños bien conocidos y bien próximos a los prebostes más despiertos del partido psoecialista. No nos hemos caído de un guindo. El guindo es un cerezo tan ácido como el ministro de Economía y como él crece en suelos profundos y fértiles. Huye de humedades excesivas porque en ellas se expone a la gomosis, el estrés de los árboles. Los trabajadores de la región tendrán que seguir instalados en la esperanza. Su peor enemigo contra la ansiedad es la impaciencia. Así que la recomendación es que escuchen al señor Valderas, rearmen sus arsenales con la cualidad del santo Job y no se dejen drogar por las palabrería demagógica del señor de las oficinas.

Eso sí, como hay poco empleo público y mucho trabajo privado, que don Diego abra tres o cuatro despachos vicepresidenciales en cada una de las localidades de la zona. Al menos podrá fardar de su influencia y de cómo pierde la vida en pro de los más necesitados. Para izquierdistas siniestros como el de Bollullos, me quedo con gente diestra de izquierda como el alcalde de Zalamea. El actual, ojo. El actual.

Un saludo.

sábado, 15 de septiembre de 2012

DIRECCIÓN DE CENTROS EDUCATIVOS PÚBLICOS


Lo que faltaba. Si la democracia española presentaba signos evidentes de deterioro, el destrozo se avizora mayor si se incluye en el menú la ley de reforma del sistema educativo que se cuece en los fogones del chef Wert. Miedo me da. Hace treinta años, los directores escolares de Enseñanza primaria accedían al puesto a través de oposición. La oposición no es el bálsamo que avale el éxito pero sí el muro que pone distancias entre el poder político y la esfera profesional. Un muro salvable desde luego pero pared al fin y al cabo.

En Andalucía, el psoecialismo imperante abolió el sistema de oposiciones a dirección e implantó un remedo de elección democrática. Bueno, un poco de mayorías es siempre mejor que un capricho de minorías selectas. A partir de la idea, el tinglado directivo excavó hoyos de pilares livianos y, de facto, la Junta controlaba el staff educacional. No obstante, la democracia formal concedía un mínimo de aire a los sometidos profesionales del ramo. El claustro de profesores se convirtió en jaula de grillos sin poder de decisión y los consejos escolares se subieron a la chepa de la institución docente. Los padres manipulaban los resortes con una facilidad endiablada y con la adhesión imprescindible de los inspectores. Que sí, que la democracia pervivía por más que se cogiera con papel de fumar.

Si la nueva ley Wert se publica en BOE, los directores de centros educativos dejarán de ser elegidos. La elección, bien que minidemocrática, es abolida y suplantada por la designación a dedo. La Administración, que venía tejiendo y destejiendo como una Penélope sin Ulises, se ahorra la simulación y se quita la careta. Aquí mando yo. Pero no manda la Administración. Las riendas estarán en poder de los políticos de turno que se colocarán, a dedo, en los altos cargos de la Función Pública. Los concursos de méritos se emplearán como coartadas indecentes para nombrar a los más adictos/adeptos/prosélitos/moldeables al poder instituido.

La política hará de la educación un fortín bajo bandera pirata. Los docentes perderán la escasa capacidad de opinión que les quedaba y conformarán el pelotón de los subordinados al régimen. La autonomía de los centros pasará a la historia como el valor que pudo ser y la desgracia que es. La dirección dejará de ser tal en realidad. Los titulares serán simples gerentes de organismos manejados por el cacique de turno. Los enseñantes, obreros de una empresa de servicios generales a los que se encarga una labor de guardería. Se les exige docilidad, sumisión y gesto beatífico. Las rebeldías se castigarán con traslados forzosos. Y así.

Y digo yo. Para llegar a este esperpento legislativo, no será más fructífero y más políticamente correcto resucitar las oposiciones. Al menos, siempre quedará el prurito de la capacidad demostrada, el consuelo de la objetividad y el anhelo de una cierta independencia del poder político. Vamos, digo yo.

Un saludo.

DE GALLINAS Y SINECURAS


La sinecura es un empleo retribuido que ocasiona poco trabajo. Algunos malpensados la asocian al funcionario. Grave error. El que algunos empleados públicos rindan poco no hace al colectivo sujeto de sinecuras. Todo lo contrario. El funcionariado puede enorgullecerse de su condición y a la función pública ha accedido merced a su esfuerzo y después de superar la difícil carrera de obstáculos, léase oposiciones, que la legislación prevé y establece.

La Ley 1/2011 de la Junta de Andalucía se conoce popularmente como la ley del enchufismo. Firmada por Griñán, otorga rango de perpetuidad a la corruptela social y política más indecente que ha contemplado esta Comunidad Autónoma. Instada por Chaves, esta ley supera en maldades al malhadado asunto del fondo de reptiles. Alrededor de treinta mil personas se han beneficiado de la normativa para engrosar la administración paralela que, como guardia mercenaria de corps, remunerada con presupuestos públicos, ha creado el Psoe con la cooperación necesaria de Comisiones Obreras y de Unión General de Trabajadores.

La paralela administración psoecialista se conforma a base de agencias y de fundaciones de cuyos hilos empresariales tiran los dirigentes del gobierno andaluz. Con la excusa dialéctica, vana y pueril, de la reordenación del sector público, los junteros han excavado un pozo de oro líquido y un nicho permanente de votos. Operación redonda en tanto el Psoe se asegura el poder durante decenios y se garantiza una financiación más que importante. Las protestas y manifestaciones de los funcionarios son papel mojado para estos chacales de la malgobernanza. Tiempo de tribunales de justicia. Ante el pisoteo de sus derechos y el atentado al Derecho administrativo, los recursos. Las sentencias vienen apareciendo de forma paulatina. Dan palos a Griñán hasta en el cielo de la boca. A poco que reuniera un poco de vergüenza, ya hubiera derogado la ley, puesto en la calle a los enchufados y dirigidos sus pasos hacia una isla desierta. Pero no. Ahí está, como la puerta de Alcalá, viendo pasar el tiempo.

La última resolución judicial afecta a dos de los estandartes de la paralela. A FAFFE y a EGMASA. Una fundación de amiguetes y una empresa que hace agua. El Tribunal Superior de Justicia de Sevilla y un juzgado de esta capital acaban de anular la integración irregular de miles de trabajadores procedentes de empresas públicas y otros entes –EGMASA y FAFFE- en dos agencias creadas bajo el amparo de la ley enchufadora defendida y fomentada por la consejera de Hacienda, la señora Aguayo, la misma que nada supo de las corridas de millones de euros en beneficio propio.

Así que los enchufistas y los sinecuras tengan cuidado. Hay curas que convierten a los gallos en gallinas. Por mucha paciencia que se tenga y por grande que sea el respeto a tiempos pasados, los gallitos gallineros tendrán que contenerse la lengua impía no sea que se traguen el pico. Es la diferencia entre un cura honrado y un gallo que, en realidad, era una mala gallina.

Un saludo.

jueves, 13 de septiembre de 2012

NI POR ÉTICA NI POR ESTÉTICA


Edurne Uriarte es mujer de armas culturales y científicas tomar. No precisa, en virtud de su formación académica y de su curriculum profesional, enganches de tipo alguno. Menos, enchufes ni relaciones parentales de nadie. Se basta y se sobra para ser catedrática de universidad. Méritos la acompañan.



Resulta frustrante para quienes preconizamos la transparencia, la publicidad y la objetividad como principios sustantivos del derecho administrativo, que los responsables de la Función Pública se pasen los mismos por la axila. El ente Televisión Española ha contratado como tertuliana a la señora Uriarte. Y qué. Mucho qué. Doña Edurne participa en conocidos programas de opinión de la televisión privada. A fe que sus comentarios suelen caracterizarse por la sustancialidad y la fundamentación. En cuyo caso, reitero, su capacidad no se pone en duda. Sí está en juego, sin embargo, la ética de la contratación y la estética de la aceptación.



Como esposa del señor Wert, ministro de Educación del Gabinete de Rajoy, su inclusión en un programa de opinión de TVE, da que pensar. El más cachalote hilaría relación de causa-efecto. Desde un punto de vista ético, el asunto no se sostiene. Si lo miramos desde la dimensión estética, más que feo, produce repulsión. Qué quieren que les diga. Me asquea el hecho y, en consecuencia, lo expreso. Alguien me dirá que el sistema devora a sus hijos, sean del signo que sea. A lo que respondo: el sistema se traga al que se deja comer y al que azuza los instintos de la fiera para que manduque. De derechas y de izquierdas. Qué más da cuando la vergüenza de la desnudez pública se tapa con el impudor de la difusión por las redes.



Como el de Edurne, casos miles. Nadie me diga que el propio Felipe intervino para que su exmujer, doña Carmen Romero, se postulase como diputada en el Congreso. O que doña Ana Botella, esposa de Aznar, ocupase una tenencia de alcaldía en el Ayuntamiento de Madrid. Nada que ver la gimnasia con la magnesia. Mientras Uriarte procede de la televisión privada para ser aupada al círculo del medio público, Romero y Botella entran en política merced a los respectivos partidos políticos de sus parejas y, a partir de esas formaciones, se presentan a unos comicios democráticos que las pasaportan a la vida institucional. Por tanto, nada que ver.



Es una pena. Lo que está ocurriendo en España es un espectáculo desnhoroso. Tú creas una administración paralela, que yo me inventaré una organización tangencial. Tú protesta cuando sea tu vez que yo mostraré mis discrepancias cuando me toque. El turnismo golfo de la Restauración permanece en nuestra sociedad con algunos alfilerazos aquí, unos recogidos allá y algún que otro retoque acullá. Así nos luce el pelo. A falta de referencias morales, modelos indecentes. Si encima el ministro es protagonista de la maldad, mejor que coja los bártulos y con la música a otra parte. Para repetir las conductas del psoecialismo más rastrero, nos ahorramos la molestia de desplazarnos a los colegios electorales.



Ni ética ni estética. Dicho queda.



Un saludo.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

JOSÉ MARTÍN


Martín. Que no Martí. Martí fue el héroe de la independencia cubana. Martín, José, el artífice de la ruina del municipio de Aljaraque. He conocido a muchos personajes de esta Huelva de mis entretelas. Pocos como José Martín, exalcalde de la nombrada localidad onubense, para darse cuenta del desvalor de gran parte de la clase política. Después de vaciar las arcas municipales y de conseguir un pufo de 24 millones de euros, José Martín, otrora sindicalista y de oficio desconocido a causa de los años que lleva sin ejercerlo, es la muestra viva de cómo la maldad dialéctica corre paralela a la perversión gobernante. Dilapidar 32 millones de euros en cuatro años es tarea de algunos gigantes de la destrucción de lo público. No está al alcance de un currito cualquiera.

Los funcionarios del Ayuntamiento de Aljaraque llevan meses sin cobrar. José Martín, que se sepa, recibe su nómina mensual de la Diputación o vaya usted a saber de qué otros organismos, sin que se produzca el menor retraso. Dinero calentito para el hoy portavoz/portacoz del equipo psoecialista que gobierna la Diputación de Huelva merced a la ayuda de su gran aliado/cómplice en la gestión del consistorio. Las palabras de este señor Martín acerca de la exigencia de inversiones en la provincia pueden formar parte de los anales de la desvergüenza política de Huelva. Acusa al Pp de cinismo e hipocresía a la par que le invita a dejarse de demagogias.

El señor Martín, José, de profesión sus políticas psoecialistas, revienta la lógica aristotélica y la ética kantiana con sus declaraciones. Reprocha, censura y condena los recortes realizados por los populares en el Gobierno de España. Muy bien. Pero cómo se atreve a hacerlo él, precisamente él, que ha arruinado a su pueblo, que ha colaborado estrechamente en el endeudamiento de la provincia en cuanto apoyo de la gran despilfarradora que fuere la señora Petronila, la del palacete, que ha callado como un muerto las golferías del fondo de reptiles de su partido, que se ha sonreído ante el drama de la administración paralela de enchufados por Chaves y Griñán, y que parece gozar con la dimensión de la crisis alimentada desde la necedad y la incompetencia de sus conmilitones Zapatero y Rubalcaba.

Cómo puede tener una cara tan dura y esa lengua bífida y sutil de ofidio venenoso. Pues las tiene. La dramática situación de España, señor José Martín, no es atribuible a Rajoy. En absoluto. La recesión tiene derechos de autor, Zapatero, y de colectivo partidista, el Psoe. El caos económico y financiero de Aljaraque no es debido a David Toscano. Bajo ningún concepto. A usted, señor José Martín. A usted y a su mano derecha, señor Sánchez Rufo. Entre otros barandas de la izquierda más casposa y mísera que conocieron los siglos desde Stalin.

Controle su ímpetu, señor José Martín. Modere su aguijón verbal. Ya sé que puede ser su instinto. Defensa de lo público para beneficio de lo privado. A ver si me explica cómo se puede vivir con su sueldo de la política con lo que usted ganaba con su salario de profesional de no sé qué. Publique las nóminas de un período y el del otro. Pronto comprenderemos las poderosas razones que le llevan a pronunciar majaderías y mentiras de esta magnitud.

Señor Martín, es usted uno de los sumos pontífices del malgobierno de lo público. A la vez, todo un adelantado del buen gobierno de su peculio privado. No le felicito por ello. Le insto a que se comprometa con el pueblo y luche por el empleo. Y por la verdad. La verdad.

Un saludo.

ANTE LA CALLE, POR LA ACERA


La calzada, para los vehículos. Las aceras, para peatones. Los callejeros del odio que tomen la ciudad. Los pacíficos, por su sitio. Paso firme y mirada abierta. Si las izquierdas belicosas quieren apoderarse de calles, plazas y parques, allá ellos. Las izquierdas no violentas, las izquierdas constructivas, las izquierdas con ideas, caminarán por los caminos urbanos señalizados y, cuando atraviesen la calzada, por el paso de peatones con el muñeco en verde. Lo mismito que las derechas civilizadas. La sociedad necesita entrega, esfuerzo y sentido de patria. Le sobran espíritus bronquistas y toneladas de odio.

La Diada. Cientos de miles de españoles de Cataluña en la calle. Pues muy bien. Que gritan consignas de guerra, allá ellos. Cada uno dice lo que siente pero no lo que ha mamado. Los padres de los ofensores son gente buena. Los hijos, algunos, han preferido torcer su camino de ideas y tomar el atajo de la brutalidad. Los críticos con la guerra de Irak defienden con uñas y dientes las batallas letales de la independencia estúpida. La gente de paz, por las aceras. En público. Sin esconderse. Sin exhibirse.

Los demócratas valen un pueblo. El pueblo merece una democracia. Los catalanistas de sombras se alimentan de la oscuridad de sus felonías morales. Llaman genocidas a los españoles. Serán miserables. Destilarán mala bilis. Qué aguas beben y por dónde la ingieren.

Al Gobierno, firmeza. Se le pide que ocupe su sitio. El que la ley le procura y el que las urnas le dispensan. Ante las amenazas de unos forajidos de traje, corbata y palco de fútbol, la solidaridad territorial. Si cede un milímetro ante las exigencias fiscales de Mas y de los suyos, habrá roto una de las más importantes promesas electorales. Es fácil romper en poco tiempo lo que se ha construido a lo largo de siglos.

Rajoy está muy preocupado por el déficit. Y yo. Y todo el mundo. Pero que el capitan del castillo español no olvide el franco nororiental y el que se extiende al oeste de los Pirineos. Por allí pueden colarse indeseables y saboteadores del común nacional. De hecho, las murallas, como las cajas fuertes, suelen abrirse desde dentro. Es más fácil. Los caballos de Troya se han multiplicado a lo largo de la historia. En Cataluña han adoptado la forma de un club de balompié y el fondo de una institución del Estado.

España tiene sus límites geográficos y su historia propia. Los paseantes se ciñen a las dimensiones de las aceras. Los gobernantes se ajustan al texto de las leyes. Los maleantes rompepaces se apoderan de las calles. Por la fuerza de los caballos de fuego.

Pero ya les digo, La gente de bien, por las aceras.

Un saludo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

EL CORONEL SÍ TIENE QUIEN LE ESCRIBA


García Márquez, el gran Gabriel, escribió “El coronel no tiene quien le escriba”. Doblaba la página de la segunda parte del siglo pasado. Ilustraba el genial colombiano la realidad de una sociedad marcada por la violencia. El determinismo sociohistórico del país conducía hacia la fatalidad y a ésta sólo el idealismo podía sortearla. El tiempo no ha limado las aristas del problema. Si acaso las ha aumentado y afilado.

España, 2012. Un coronel retirado se declara a favor de la intervención de las Fuerzas Armadas en comunidades autónomas. Así dicho, la noticia tiene su impacto. Si se ubica en un contexto, el efecto sensacionalista desaparece y el titular se difumina. El coronel no está en activo. Se infiere, pues, que sus palabras son fruto de su libertad de expresión como un civil cualquiera. Por consiguiente, utilizar una ramita perdida no es excusa para cortar de cuajo la centenaria sequoia.

Los más afamados leñadores de instituciones nacionales son los más aguerridos defensores de las enseñas nacionalistas. Ezquerra Republicana de Cataluña ha aprovechado que el Tinto pasa por Niebla para colorear al Odiel y cromatizar las aguas fluviales e incluso marítimas de toda la provincia de Huelva. Independentistas ellos que se pasan la Constitución y las leyes por el forro de sus ideologías secesionistas, reprochan y censuran las intervenciones públicas de los defensores del orden jurídico. Se tiran a la garganta de las libertades los violentadores de la igualdad y de los derechos fundamentales. Predica la castidad desde un púlpìto imposible el clérigo promiscuo. La persona infiel y mentirosa proclama a los vientos políticos el valor de la fidelidad matrimonial y de la verdad objetiva. Así andamos y peor que caminaremos.

A esto que los psoecialistas se unen a los extremistas y a los propagandistas de la división territorial de España. A los de Rubalcaba se les da un hilo y te hacen un chaleco de cáñamo. No dudan unos y otros bandidos de la palabra en llamar pronunciamientos a las expresiones y en descalificar de golpistas a los que previenen sobre el contenido de la Carta Magna. Su vergüenza tiene tanto contenido como su ética. Los comportamientos que rigen a estos desarrapados de la lógica siguen los vericuetos de los senderos abruptos, arriscados e incívicos.

Desde estas páginas, servidor ha mostrado su voluntad manifiesta de mantener a los militares bien agarraditos a sus acuartelamientos y sujetos al tren constitucional. Golpes, en la cabeza. Lo curioso es que los golpistas de hoy no son los militares. Los golpistas son los que pretenden romper la nación española a base de tropelías, de presiones y de amenazas. Se llaman demócratas pero no son sino dictadores de la república más bananera que jamás imaginara el realismo mágico de García Márquez.

A los de Ezquerra se les ve venir. A los del Psoe, también. Morenés debería poner las cosas en su sitio. No al estilo Rajoy o al modo Fernández Díaz. Con la contundencia debida. Sin concesiones a la galería de la oposición. Si no se ha enterado, se lo repito. Carta Magna en la mano.

Un saludo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

CINTA/CINTO


Cinta en Huelva significa virgen. Las otras acepciones no llevan nombre de mujer. Cinta. El cinto es cosa distinta. Cinturón. Ceñidor. Recinto murado. Cíngulo.

En el partido popular, las navajas rayan de plata la oscuridad de la noche. Rajoy preside pero no manda. El secretario no es general ni siquiera coronel. La tropa se subleva. Desde dentro, algunos hacen la cama al Gobierno. Jaula de grillos. Corrientes enfrentadas y remolinos tragones. Es difícil ordenar la calle si antes no se arregla la casa propia. Cuenta primero las piedras, poeta, que luego computarás las estrellas.

En el fondo subyace, cómo no, la nefasta política de comunicación del Pp. Sombras oscurecidas artificialmente. Indefinición mediática. Guiños a la prensa enemiga. Portavoces y muñecos parlantes que sonríen en momentos de extrema seriedad y gimen cuando toca descubrir firmeza. Lazos como cintas que adornan de colores regalos amañados. La cinta no ata. Rodea primorosa. En las huestes de la derecha, urge el cinto. Los pantalones de hombres y de mujeres se caen. La imagen es ridícula y desalentadora.

La política interior es un desastre. Es verdad que la prioridad es la economía. Ésta, sin embargo, no puede ocultar la procesionaria del pino. El ministro Fernández Díaz se queja de conjuras internas. Lo mismo culpa a Aznar que critica a Mayor Oreja. Bolinaga es parte del problema. Antes lo fue Ternera y después De Juana Chaos. El quid de la polémica es ETA. Las promesas electorales se van al garete. Una tras otra. No se puede ganar la etapa de los lagos con un patinete. Conspiranoia o no, es evidente que las facas han huido de su vaina de cuero.

El extremeño Monago hace la rabona al IVA. Desafío abierto. De órdago. Borrachera de supeditación al socio necesario. Antes en el poder que en la obediencia. O acierta Monago o yerran Montoro y De Guindos. Sotana desabrochada, caño seguro.

A este paso, las elecciones autonómicas gallegas y catalanas precederán a las generales. Cuestión de tiempo. El cortejo tiene poco de celebración festiva y mucho de misa fúnebre. Dice el refrán español que más vale una roja que cien amarillas. Un buen cinto pone derechos a los torcidos y endereza a los arbolitos inclinados.

Servidor dice que, a falta de autodisciplina, se ha de acudir a la palabra. Al compromiso. A los programas electorales. Si no existe una cosa ni la otra, para qué queremos a un gobierno endeble y en algunos casos perjuro. O cinta o cinto. Algo que amarre y entibe. La mina va a explotar en pedazos.

Un saludo.

PRIVATIZAR LA EDUCACIÓN

Suenan voces. Y no precisamente huecas. Llevan cargas de profundidad. Los submarinos pueden hundir acorazados y portaaviones. La idea de privatizar lo público alcanza gran eco en ciertos sectores de la población. No es nueva pero, en su discurrir guadianesco, está aflorando en creciente manantial. Ojo con ese agua, que no es limpia.

La educación es un bien. Pública o privada, estamos ante un servicio social imprescindible. No hay mejor conservante y consolidador de la democracia que ella. Me parece un desacierto la pretensión de algunos popes del comunismo soviético de erradicar los centros privados. Los liberales radicales que propugnan la defensa de una educación privatizada pueden ser más peligrosos que los anteriores. En cualquier caso, poseen un elemento común: desprecian las libertades y pisotean el derecho de igualdad que adjetiva al núcleo duro de nuestra Constitución.

La educación está ya en el mercado. Con sus diferencias y sus desafueros, la sociedad se beneficia de la enseñanza gratuita. Es cierto que, en no pocos casos, la pública adolece de carencias de productividad que la privada no sufre. Una vez más, tendemos a eliminar de un plumazo el todo a causa de los defectos de funcionamiento de algunas partes. No tengo dudas de que es esencial la remodelación del sistema educativo público. Desde la preescolar a la universitaria, los fallos son clamorosos. Ni los títulos responden a las exigencias del momento ni los gastos del Estado se ven correspondidos con el alto índice de fracaso.

España no ha superado el nivel de estructuras caducas que arrastra desde el siglo XIX. Por ahí ha de comenzar la recuperación de la competitividad. Los modelos tradicionales pesan demasiado en la arquitectura de las galaxias. Es necesario apostar por modernizar el sistema. El número de titulados universitarios es escandalosamente grande. Algunos centros expiden títulos todo a un euro. El mercado de trabajo está saturado de universitarios inadaptados a las exigencias de los nuevos tiempos. Alarma que ni una universidad española se encuentre en el ránking de las doscientas mejores del mundo.

Ponerle el cascabel al gato. He ahí el problema. El pésimo funcionamiento de la partitocracia está en la base de este caos. El Psoe se inventa una ley maravillosa pero inaplicable y luego el Pp se saca de la manga una ley aplicable pero vulgar. La democracia tiene que ser fuerte para liberarse del yugo de los partidos y de las demagogias baratas. La justicia supura por la herida de la intromisión del Ejecutivo y del Legislativo. Con todo, imaginen el espectáculo indecente de unos tribunales en manos de magistrados de cada uno de los grupos con representación parlamentaria. En educación se transita por un sendero igual de pedregoso con la variante de que como te toque un gobierno de derechas, se baja la inversión sin incrementar el éxito escolar y si nos toca la china de un gobierno de izquierdas, sube el gasto y el fracaso escolar no se mueve de su peana.

La clase política tiene bien aprendida esta lección. Basta con informarse acerca de los centros donde cursan sus retoños. Privados, por supuesto. Ellos se lo pueden permitir. El resto, no. Si fructificasen los intentos de privatizar toda la educación, mejor que diseñemos nuevas estrategias de confrontación. Estoy muy de acuerdo con la idea del negocio educativo. Lo que no acepto, porque me repugna, es que los golfos de siempre aprovechen la baja calidad de algunas semillas para quemar el silo.

Así que de privatizar, lo que sea preciso. Dejar en manos de inversores sin escrúpulos nuestro sistema educativo es dinamitar la columna vertebral de la sociedad democrática. Reitero mi defensa de la enseñanza pública, con respeto a la privada y, sobre todo, con respeto al pueblo. La pública tiene un potencial que, bien administrado, podría convertir a nuestra nación en un Estado de primerísimo orden. Faltan gestores idóneos y sobran advenedizos colocados a dedo por el déspota del partido de turno.

Un saludo.