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miércoles, 27 de febrero de 2013

NEGARLO TODO

Lucha de clases. He ahí el motor de la historia de la humanidad. Según la tesis, claro es, del marxismo leninismo. La lucha de clases antagónicas lleva a creer que la violencia es la paridora de la historia. Pues bueno, que algo pero no todo.

El leninismo, en su ambición de poder, que lo del proletariado era una milonga, diseñó una estrategia mágica: negar siempre los hechos cuando éstos te condenaban. La estrategia nada tenía que ver con ideologías sino con supervivencia y voluntad de triunfo. Aunque no era nueva, pues es más antigua que la arcilla, en el siglo XIX prevalece como instrumento de defensa frente a la burguesía. Su éxito fue tal que, en nuestros días, el “yo no he sido” forma parte del latiguillo que subsigue a cualquier imputación.

Acusan al club de fútbol Barcelona de contratar a una agencia de detectives para espiar a determinador jugadores. El club nada tiene que ver con esas prácticas, declara, solemne, el vocero encargado del negociado de desmentidos, bulos, subvenciones y convolutos a la prensa. Niega la evidencia de las pruebas porque nadie admite que le han pillado con las manos en la masa.

Cientos de estudiantes granadinos acusan a la Junta de no abonarles el importe de las becas “Erasmus" del curso pasado. La Junta señala al Director General de Universidades para que rechace la acusación y proclame en voz alta que todo ha sido pagado y bien pagado. A ver quién se cree que Griñán va a admitir cualquier responsabilidad en temas que debiliten su ya escocida credibilidad.

Bárcenas y Urdangarín desmienten categóricamente cualquier actividad ilícita relacionada con sus personas. Todo es falso, aseguran. La gente, que es muy mala, murmuradora y envidiosa. Si hasta el mismísimo asesino de la niña Mari Luz pide el indulto, qué más pruebas se necesita para corroborar la tesis del leninismo patrio. Rubalcaba se sube a las paredes cuando alguien le relaciona con el faisán etarra o con los espionajes a gogó.

La Inspección de Educación tilda de mentira indecente el que la propia Delegación conceda el Graduado a un estudiante con un montón de suspensos. Los profesores falsean la realidad, dicen los políticos de la vergüenza educativa.  Y el alcalde psoecialista de Ayamonte arremete contra determinado sindicalista de la Policía que se refiere a la concesión de licencia de apertura de un club de señoritas en la frontera portuguesa.

Negamos a nuestra madre y a nuestros hijos si las piedras que arrastra el torrente amenazan con llevarse el cordón de nuestros zapatos. El leninismo ha hecho furor como oda a la inocencia de los más golfos. El honor. Qué es el honor. Vamos.

Un saludo.

TASAS INJUSTAS


Ya es difícil que este articulista muestre su coincidencia con la Junta de Griñán, antes de Chaves. Pues miren por dónde, manifiesto mi acuerdo con su decisión de recurrir la ley de tasas judiciales. Lo mismo lo hace para entorpecer al PP, que es lo habitual. A pesar de ese elemento subjetivo destructor que les mueve, el objeto merece la pena. Ya está bien de que los ciudadanos choquen con más fronteras económicas en su derecho de acceso a los tribunales. Ya está bien.

Las tasas del gallardonesco acto son miserables. Miserables al estilo Víctor Hugo y lamentables a la usanza de Zola en Germinal. Seis millones de desempleados tendrán las puertas abiertas a la justicia gratuita. Dos millones de ricos disfrutan de su imponente status económico y se permiten el lujazo de elegir el bufete más influyente del Estado. El resto, sometido al obstáculo determinante y disuasorio del dinero para litigar. Hombre, que un simple obrero despedido tenga la infeliz idea de recurrir en suplicación, le va a costar, de entrada, quinientos euros y, de salida, ni se sabe. La anunciada reducción del ochenta por ciento está por ver.

La tutela judicial efectiva que nos brinda la Constitución hace aguas con el mismo torrente de iniquidad que el derecho adjetivo de la igualdad. La jurisdicción laboral está sometida a la fuerza de las empresas privadas. La contenciosa ha sucumbido a los atropellos de la Administración Pública que hace hoy lo que le viene en ganas, mañana envía el expediente que le convenga y pasado encalla el litigio en la pesada máquina de la burocracia. Y encima, a pagar tasas por exigir la capacidad tuitiva de los jueces. Si las tasas no son discriminatorias, que venga Kelsen y lo diga. Especialmente en el sumidero dinerario en que nos revolvemos.

Menos tasas y más medios humanos y materiales. En pleno siglo veintiuno, la justicia se gestiona como dos centurias atrás. No es que marchemos como cangrejos. Es que no se avanza un metro. Faltan jueces y funcionarios. Como urge informatizar el sistema en su integridad. La Justicia ha de correr con la aceleración de Hacienda. Los tiempos deben discurrir paralelos en todas las administraciones. Es la única forma de que las garantías no se reduzcan y que el papel deje de ser el señuelo en el que picamos los que no nos enteramos de las bondades de las nuevas tecnologías.

La lectura del Código Civil marca, desde hace mucho tiempo, el camino a seguir. La ley se ha de aplicar conforme a las circunstancias. Y éstas aconsejan que el pueblo recabe su rol soberano. No el de las masas ávidas de sangre y fuego. El pueblo como voluntad de la ciudadanía de la nación española. El pueblo no sometido más que al imperio de la ley. El pueblo que se despierta de un sueño de decenios. El pueblo rechaza las tasas porque quiere libertad. La libertad que se nos robó durante cuarenta años.

Por una vez, de acuerdo con la Junta. Tasa injustas, ni una. Bastante pagamos a los políticos que no se merecen el salario que perciben.

Un saludo.

martes, 26 de febrero de 2013

HIPOTECAS VERDÚ

 Me parece mentira. Maribel Verdú es una actriz admirable. En algunas películas ha realizado interpretaciones excepcionales. Con momentos únicos. Me parece mentira.

Maribel Verdú, como tantos otros compañeros de bambalinas y focos, se lanza a la piscina llena con la sangre de los españoles pobres. Y claro, flota. Se erige sin rubor en paladín paladina de los desahuciados. De esta manera, logra su mejor papel. La Gala de los Goya va a consagrar a esta fenomenal artista. Su representación, sublime. Su sentido de la declamación, memorable. Su indumentaria, sencilla, propia de los tiempos de crisis. Ideal para compartir pancarta y calzada con manifestantes. Maravilla de mujer.

Los gestos de su cara denotan su cualidad de eximia mariaguerrero o de incomparable margaritaxirgu. Una cosa. No se le cayeron los anillos al pronunciar su discurso de mujer agustinadearagón. Al frente de la tropa de cineastas, levantó su copa y brindó por la paz, la prosperidad y la buena vida. La suya, desde luego. Y la de sus compañeros cómicos.

Desconocía su faceta de vendedoras de enciclopedias y de hipotecas. Me quedo con esta última. Doña Maribel Verdú apostata, de súbito, de su cercanía a la gran banca y, afligida cual Magdalena impenitente, se rasga las vestiduras y nos muestra su cuerpo desnudo bañado en oro. Momento mágico. La Verdú en cueros supera cualquier espectáculo. El oro de la hipoteca de los bancos cubre su arquitectura carnal. Su estilo sutil y sibilino obró el milagro. Consiguió lo que otros ambicionaron pero nunca alcanzaron. Convenció a miles de españolitos de a pie a endeudarse hasta las sienes. Los aplausos por la gesta resuenan aún en los reales de la capital y de las provincias.

Hipotecas Verdú. A por ellas. Están respaldadas por la gran Maribel. A por ellas. Los afectados por la publicitaria gritan contra los bancos. Inocentes. Los bancos son los padrinos. Entre las muchas novias y novios, la Verdú es la primera. Diríjanse a la moza. Pídanle explicaciones. Cómo se atreve la señora a poner en su boca de marfileños dientes las frases revolucionarias de todos a las barricadas. Ni que perteneciera a la estirpe Bardem o Almodóvar, pobrecitos de solemnidad que comparten sus pocos cuartos con el vulgo menesteroso.

A por ella. Por la Verdú. La gran vendedora de hipotecas a desahuciados cinéfilos. A por ella. Que viva ella y que siga viviendo de sus ventas.

Un saludo.

domingo, 24 de febrero de 2013

NADIE LO DUDA

 Que UGT no es una ONG nadie lo duda. Podemos ser tontos y, por tontos, crédulos. Pero hasta cierto punto. Lo mismo que Méndez lleva años sin dar un palo al agua de oficio distinto que el de sindicalista, UGT siempre fue la correa de transmisión del Partido Socialista Obrero Español. Una correa de transmisión mecánica que se basa en la unión de la rueda sindical obrera con la rueda partidista obrera. El vínculo, una correa continua empresarial, que es el poder ininterrumpido, que abraza a una y a otra ejerciendo una fricción que suministra energía al conjunto. En Román paladino, que son organizaciones simbióticas para sacar tajada del obrerismo.

Debelador a ultranza de la reforma laboral del PP, don Cándido Méndez de las mil copas del Villamagna, se aferra a ella cuando de despedir barato se trata. La reforma es un desastre, argumenta, pero mientras me sirva, la aplico con el escrúpulo cero de las empresas más explotadoras. O los trabajadores se ajustan al plan, o UGT los pone de patitas en la calle con 20 días por año trabajado. Si no de qué van a comer y beber estos funambulistas de la política más barriobajera. La sección andaluza del sindicato del Psoe ha presentado expedientes de regulación que perjudican a más de dos centenares de trabajadores de la organización. Y eso que superávit tenían y así se auditó. Pero ya saben que la demagogia se arrastra por carriles de fango sólo surcados por unos cuantos avezados en la especialidad de ciénagas humanas.

Si alguien pone en duda a don Mendo, digo don Méndez, que la venganza se cierna sobre los escépticos. Lo ha dicho Méndez, el gran menda del sindicalismo patrio: que UGT no es una ONG. Y para recibir caridad, ya están ellos. Y para poner el cazo a las subvenciones, también ellos. Y para vender consejas que no han de seguir, sin duda ellos. UGT no es organización no gubernamental. Todo lo contrario. Gubernamental a machamartillo sobre todo cuando la otra rueda del engranaje gana el poder. Entonces es que se forra. Bueno, los que se forren, que doy por seguro el que los militantes de base son tan honrados como el que más.

Y como UGT no es una ONG, le importa un pito carnavalero la denuncia de los abusos de los derechos humanos, o la ayuda humanitaria, o las mejoras laborales, o la cooperación para el desarrollo, o la satisfacción de las necesidades de la infancia, o la orientación a ciudadanos de la tercera edad, o la participación ciudadana, o la recaudación de dinero para los más pobres y más desfavorecidos y más necesitados. Un pito.

Los trabajadores de UGT, que no paga el Estado, se van a la calle como lo manda la Santa Madre Fátima: con una mano delante y otra detrás. De lo contrario, la revolución sindical la tendrán que hacer en la taberna del tío Enrique en vez de en el restaurante de lujo del hotel de cinco estrellas. Y por ahí no pasan. O transmiten fuerza de riqueza o la correa es todo un ejemplo de Gürtel de la escuela psoecialista.

Ejemplares. Estos directivos de UGT son un modelo a explicar como vade retro de la cultura progresista. Y don Méndez/Mendo, un menda de notorio reconocimiento.

Un saludo.

sábado, 23 de febrero de 2013

PEINETA A LA LEY

A lo largo de mi vida, he contemplado todo tipo de aberraciones administrativas en Andalucía. El ciento y la madre. Nada me sorprende, pues, en este terreno. Sin embargo, los demonios me llevan como el primer día.

La última de la fila es la convocatoria de oposiciones realizada por la excelentísima –que no excelente- Diputación de Huelva. Este organismo igual te convoca una prueba de acceso con un perfil tan predeterminado que requiere licenciatura en Derecho, un año de residencia en Ohio, no en Nueva York, conocimiento del bable a nivel de lectura, cursillo de especialización en abono orgánico y una edad entre 32 años y 9 meses y 32 años y 10 meses. Normalmente la prueba es superada por un señor o una señora conocidos. Qué casualidad tan causal.

En este caso, la ilegalidad camina por el barrio de la nulidad. Diputación quiere convertir en funcionarios de carrera a un nutrido grupo de interinos y, con ese fin, actualiza una oferta pública de empleo correspondiente a nueve años antes. Los responsables del atropello conocen que su señor Zapatero, cuando era presidente del Gobierno de España, aprobó una ley que declaraba el plazo improrrogable de tres años para ejecutar dicha oferta. Tres años para llevarla a cabo so pena de decaer. Tres años.

Don José Martín, el rompedor de las finanzas aljaraqueñas durante el tiempo en que ostentó la alcaldía de aquella localidad con la infeliz cooperación de su buen amigo Sánchez Rufo, ha anunciado en rueda de prensa que las oposiciones serán convocadas pese a que la Ley dice cosa diametralmente contraria. Olé. Todo su argumentario se ciñe a lo que sigue: “no está el patio para paralizar procesos de fijación de empleo, en este caso de interinos que llevan muchos años trabajando en la casa”. Más olés. Este político nos descerraja la cabeza cualquier día con la excusa de que la vida no permite disensos ni contestaciones a la clase gobernante.

El Gobierno de la Nación, a través de sus representantes, dispone de dos salidas para hacer sentir su autoridad. La primera, impugnar la convocatoria. La segunda, interponer la correspondiente denuncia penal. Ahora bien: si prefiere que las aguas siga corriendo sucias, pues que mire a otra parte y que trate de engañarnos, una vez más, admitiendo que la voladura de la legalidad sea controlada y que haga el menor ruido posible. Total, el proceso es ilegal pues qué más da que la metástasis alcance todos los órganos vitales del cuerpo político. Si, al cabo, hoy por ti y mañana por mí.

De esta manera, España se parecerá más a Venezuela, a Cuba y a otras repúblicas bananeras. Para qué sofocarnos con estos comentarios medianamente ácidos. Si los hijos de la madre patria se comportan de esta guisa, la progenitora no los va a dejar en fuera de juego. Que viva España.

Un saludo.

viernes, 22 de febrero de 2013

EL BÁRCENAS DE HUELVA

D. Jesús Ferrera es secretario de (des)organización del Psoe de Huelva. Se mueve por Punta Umbría como Perico por su casa. La belleza de la tierra no se le ha pegado al espíritu del hombre. Sus declaraciones son, sin embargo, umbrosas. Porque causan sombra. Porque traen nubes negras sobre la credibilidad de un político que se ha ganado la cualidad de honrado.
 
El señor Ferrera está aPUNTAndo al exalcalde Hernández Cansino contra el corazón de su credibilidad. Sin embargo, salvo que me caiga de un guindo, don José Carlos tiene de Bárcenas lo que Ferrera de general de la milicia hondureña. O sea, nada. Acusar a un abogado distinguido como es Cansino de utilizar al Pp en beneficio propio, constituye un indelicado acto de mala fe. Que se sepa, el señor Cansino no ha sido, ni es, tesorero de su partido ni tiene cuentas millonarias en paraísos fiscales ni administra una caja B ni está imputado en proceso judicial alguno. Es más: la temeridad del declarante se acrecienta si tenemos en cuenta que mezcla maliciosamente el cargo político con la profesión privada.
 
Si los ayuntamientos y las empresas se rifan al abogado Cansino es porque éste tiene bien ganada su categoría jurídica. Ferrera acusa gravemente. Díaz Trillo, más cauto, pide explicaciones. En medio, la eterna voluntad de destruir al enemigo. Negocios en el horizonte cercano.
 
Como estoy convencido de la verdad de José Carlos Hernández y estoy seguro de que se trata de un abogado nada apocado, apuesto a que, en el menor plazo de tiempo interpondrá una querella contra la persona que ha lesionado su dignidad, ha menoscabado su fama y ha atentado contra su propia estima a sabiendas de su falsedad y con temerario desprecio a la verdad. No estoy llamando injuriador a nadie. Todo lo contrario. Si el señor Ferrera prueba la verdad de sus imputaciones, se beneficiará de la excepción de verdad. En cambio, si se acredita la maldad de sus intenciones, que apechugue en la Umbría con las penas que correspondan.
 
Dudo que en Huelva haya un Bárcenas. Desde luego, el señor Cansino no lo es.
Un saludo.

jueves, 21 de febrero de 2013

MARCO DE VIOLENCIA


Es que me ponen la crítica en bandeja. En realidad, no hago sino trasladar al blog las estupideces malsanas de un grupo de gente. Si es que no cabe opción distinta.

En el ayuntamiento sevillano de Alcalá de Guadaira, regido por el PSOE, el alcalde se negó a que se retirara de un instituto público la foto del ministro de educación. Bueno, y dónde está el mal, me dirá cualquier lector no avisado. Se trata de un acto de reconocimiento por parte de este partido a la derecha, remacha mi desnortado interlocutor. Ya se sabe, cuando la ignorancia carga el saco, el recipiente se abre por debajo y desparrama su contenido.

No, señor, no. El cuadro con la figura del ministro no pretende concordia alguna. Muy al contrario. Es un canto a la violencia más fascista. No cabe argür nada sobre libertad de expresión. Hablo de una manifestación propia de gente que no puede formar parte de sociedades democráticas ni, mucho menos, integrar organismos dedicados a la educación. La Jefe de Estudios de ese Centro, que por negra añadidura, es concejal del consistorio, está muy de acuerdo con la fotografía de este señor a la que se había pintado con tinta roja dos disparos en la cabeza. Bonito, bonito, bonito. Valor de la paz y de la no violencia en la banda del no a la guerra. No digo que la distinguida señora fuese la autora del macabro acto. Lo que afirmo, a tenor de lo que la prensa recoge, es que la muchacha peleó porque se colgara, porque permaneciese en la pared y porque no se retirara. Y con ella, el ilustrísimo señor alcalde, conmilitón y compinche de la marranada.

Lo que sigo sin explicarme es qué espera el PP para interponer la correspondiente denuncia. Lo que no entiendo es qué hace la Inspección al respecto. Lo que me "suliveya" es el silencio gregario del profesorado.

A este paso, el estigma de Chaves se convertirá en la reedición de Chávez. El odio a la derecha, la abominación de los disidentes, el aislamiento de los opositores y la segregación de los demócratas son los efectos devastadores de esta "partía" de tiranos. El miedo juega a su favor. La ciudadanía no es que tema, es que está "acoquiná".

Un saludo.


El PP está estudiando denunciar ante la Justicia que en la sala de profesores de un instituto de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) haya permanecido colgada una fotografía del ministro de Educación, José Ignacio Wert, a la que se le habían pintado con tinta roja dos balazos en la cabeza y manchas de sangre.

miércoles, 20 de febrero de 2013

ESTO NO PASA EN ANDALUCÍA


Por otras partes de la geografía española, los ciudadanos muestran niveles de compromiso que nada tienen que ver con el soplo manipulador del gobierno de la Autonomía correspondiente.

Los españoles estamos tan hartos de nuestra casta política, que los ánimos se crispan a medida que las mentiras se hacen más clamorosas. En adelante, los gobernantes de nuestro país van a tener que seleccionar sus salidas bajo la pancarta armada de la indignación.

El señor eurodiputado, López Aguilar, y la señora Talegón, significados miembros del psoecialismo más cavernícola, han salido con el rabo de la demagogia entre las patas de su vulgaridad. El cabreo de los manifestante contra el desahucio es tal que al descubrir a los infiltrados, de alto sueldo y baja labor, les han instado a salir de la marcha. Por la vía rápida. La psoecialista que abroncó a sus conmilitones en un hotel de cinco estrellas de Portugal por mostrar sus lujos, ha recibido una regañina de la misma clase por parte del pueblo al que dice defender. El que fuera ministro de justicia se suma, ahora que gobierna el PP, a los movimientos contra la derecha. Ni dispuso justicia entonces permitiendo el diluvio de las hipotecas ni pugnó para que Zapatero modificara la ley. El muchacho viene con sus cuentos y cuentas a parasitar los resultados medianamente favorables de los integrantes de las plataformas anti-desahucio, los cuales, sí, se juegan su futuro vital con estas acciones.

¿Puede imaginar alguien a Bárcenas y compañeros mártires bajo un cartel de la Liga anticorrupción? Pues lo mismo que si Felipe González nos obsequia con un discurso condenando el terrorismo de los GAL. A la calle. A hacer monerías, a Ferraz. Los desahuciados están hasta los occipitales de semejantes buitres. En vez de ovaciones, abucheos. A la calle.

En Andalucía no pasa esto. Si entre los participantes en la marcha descubren a Griñán o a Valderas, no pasa nada. Ovaciones a gogó. Pasen ustedes, señores feudales, tómense el derecho de pernada y colóquense al frente de la manifa. Los grupitos que claman contra el desahucio no buscan, en general sino hacer daño a los populares que nunca tuvieron mando en la Autonomía ni, a juzgar por cómo se las gastan los del PSOE y los de IU, jamás podrán alcanzar la Junta.

En Andalucía pasará lo que decidan los ciudadanos. Hasta la fecha, se han posicionado para que no triunfe el PP. No me vale la tesis de los que opinan que tampoco avalan el mangoneo de la dizque izquierda. A los hechos me remito. Y los hechos se concretan, por fortuna, guste o no, en las urnas. Por eso, insisto, lo de López Aguilar y Talegón no pasará en Andalucía. La pandilla gobernante lo hace fatal y salen a la calle a echar en cara a los populares lo malos que son.

Un saludo.

TOGAS EN HUELGA


Los jueces trinan. Y no como ruiseñores precisamente. Están hartos desde las puñetas hasta las togas. La judicialización de la política ha conducido a la politización de la justicia. La primera parte de la proposición indica vitalidad porque las corrupciones de la casta gobernante han alcanzado tal bajeza, que o se regenera la vida democrática o la dictadura se nos abalanza como hiena ávida de carne moribunda. La politización de la justicia es la consecuencia imparable de la no separación de poderes. El Ejecutivo ha utilizado al Legislativo para inyectar en el Judicial las ambiciones de la oligarquía más desnuda.

Hoy, veinte de febrero, que no veintitrés pero cuidadín, los jueces reeditan la huelga de dos mil nueve. Los juzgados viven los efectos de la crisis social y económica con más pasión que otros organismos públicos. La justicia es un barco sin timón en el que los marineros fuman en el interior de la santabárbara. Tan confiados como imprudentes. Si alguien no impone disciplina, el navío va a saltar en mil pedazos.  Disciplina, que no tormento, penitencia o suplicio. Instrucción, que no azote. Disciplina es organización, método y motivación. Disciplina es utilización adecuada de recursos. Disciplina es sabiduría para acometer las funciones. A estas alturas de la película de miedo que España está protagonizando, la columna vertebral de un país se resquebraja como torre de Babel porque las lenguas dispersan en vez de unir.

Gallardón ha terminado de fundir los plomos. El exalcalde se ha creído que puede hacer en su ministerio lo que hizo en Madrid. Funesta la política de don Alberto. Nunca amó a Montesquieu. Mal síntoma para un demócrata. La independencia de los jueces es la conditio sine qua non de un Estado de Derecho. Lo demás, gaitas.

La huelga es un testimonio cívico de un derecho constitucional. Siempre que se ejerza como instrumento de interés público. Si no, mejor en casita.

Un saludo.

lunes, 18 de febrero de 2013

JUNTOS Y CADA VEZ MÁS REVUELTOS


 El sino de los hipócritas es el destino de los dictadores. Vender la mentira a base de repeticiones. Los catalanistas de Mas y Montilla tienen de demócratas lo que Platero de gallina. Los socialistas de Chaves y Griñán saben de igualdad social lo que Rubalcaba de limpieza ética. Los izquierdosos marisqueros de Lara se preocupan por el pueblo lo mismo que Valderas por dejar su vicepresidencia. Nada. Unos se enfundan la bandera del independentismo para esconder sus golferías de blanqueo de dinero y los otros se colocan la zamarra del andalucismo para que nadie advierta los manchones de su camisa negra de la corrupción institucional.

Los compinches que gobiernan la Junta de Andalucía siguen en pie de guerra contra los tribunales, contra los funcionarios honrados y contra la Constitución, esgrimiendo la espada flamígera de la Ley del enchufismo. La administración paralela que ellos crearon para defender sus privilegios conforma toda una guardia de corps para impedir que los más esforzados superen unas oposiciones libres pero duras. En la Junta sólo entran los amigotes.

A esta panda de canallas les importa un rábano la ristra de resoluciones judiciales. Para chulos, ellos. Para golfos, los suyos. Para ley, la del poder. Para régimen, su dictadura. Para pueblo, la familia propia. Para democracia, ellos no ejercen.

La consejera Carmen Aguayo, que tiene mucho que decir sobre los EREs, mantiene su silencio de vida. Como hable, está perdida. En tanto, cobra y sigue. Si hay que traspasar, se llega a la sucesión de empresas. Si conviene la subrogación laboral, a por ella. Lo que sea para no perder la escolta y el granero. Las empresitas públicas milmillonarias y las fundaciones fantasmas ricachonas seguirán contando con la bendición de los papas laicos de la Junta y con el apoyo del estado vaticanista de San Telmo.

Aquí no hay más dios que el ordeno y mando. El que se oponga, a los infiernos. Ya se sabe. El derecho es una mandanga y la ley, una casa asaltada.

Trabajan en comandita y realizan matrimonios de conveniencia. Lo que sea con tal de seguir aupados a la espalda del pueblo andaluz.

Un saludo.

domingo, 17 de febrero de 2013

ASESORES ASEZORROS


 La reforma de la Administración Local contiene elementos de traca fallera de cuarta clase. Me recuerda al chiste de cruz y raya: si hay que reformar, se reforma pero para reforma como ésta, “pa qué”. Esta reforma es un adminículo de restricción del gasto. Si realmente se quiere frenar el chorro de dinero público, metan la tijera en la casta gobernante, que de gobernante tiene poco y de clan ultramasónico, una barbaridad. Con millones de desempleados, a pesar de los cientos de miles de funcionarios a los que han cercenado su dignidad, frente a la masa de desahuciados y por expulsar de sus viviendas, viene el señor Rajoy y nos presenta un paripé de cambio administrativo.

Dice Felipe González que no le complace el “váyase señor Rajoy” como movimiento cacofónico que ya ha iniciado su compañero Rubalcaba. Pero es que no queda otro remedio. Si el presidente del gobierno de España, un millón de veces mejor que el impresentable Zapatero pero no por ello buen regidor, sigue perpetrando actuaciones como la presente, habrá que gritarle lo del “váyase” en vez de solicitárselo con voz meliflua. A gritos. Es cierto que en poco más de un año, se ha reducido el déficit y el país vuelve a gozar de cierto aprecio internacional. No lo pongo en duda. Pero a costa de quién. De los políticos ladrones, no. De los gabinetes de mando de las comunidades, menos. De los empresarios mangones, una leche frita. A costa del pueblo. A cuenta de los ciudadanos. Gracias a la paciencia infinita de nuestra gente. Merced a las dosis de somníferos de las televisiones que nos “regalan”, a precio alto, los partidos de fútbol y los programas de cotilleo íntimo.

Si yo invito a mis amigos y pagan éstos, soy el tipo más generoso del mundo. Es que no tengo nada para mí, ensalzarán mis biógrafos de cabecera. La reforma de la Administración Local es un brindis al sol que más calienta. La permanencia de casi toda la banda de asesores de los ayuntamientos y de las diputaciones, de las comunidades autónomas y de las empresas y organismos públicos, es una vergüenza. Una vergüenza mayúscula. Todos a la calle, hombre. Estos asesores son, en la inmensa mayoría de los casos, pájaros de mal agüero que aguardan, con el pico abierto de par en par, los miles de euros mensuales que agradecen su obediencia ciega al jefezuelo de la tribu partidista. Para asesorar, ya están los altos funcionarios de la Administración. Qué puñetas pintan estos desarrapados de la sociedad en funciones que precisan una alta formación. No conozco a un colegio de abogados, de arquitectos, de médicos o de bibliófilos en pasta que pague sueldos a asesores no relacionados con sus oficios ni destacados por sus conocimientos sobre el cultivo del algarrobo. Si piden asesoramiento, entre sus propios miembros.

El que el Ayuntamiento de Huelva pierda dos de sus veintinueve asesores, es un escarnio. El que la Diputación de nuestra provincia conserve a toda la partida de desahogados que se dicen asesores y más parecen asezorros, es una puñalada en la dignidad de los empleados de ambas instituciones.

Esta reforma de la Administración Local es toda una chapuza. Una indecencia que se nos quiere vender como un cambio radical de rumbo. Pues miren ustedes, no. No y no. El timón del país está en manos de una persona legitimada por las urnas, no se niega. Sin embargo, ese señor está incapacitado, por su cobardía, por la falsedad de sus promesas, por la realización de sus deberes a base de los apuntes y trabajos de los demás, para seguir al frente de la nación española. Lo digo hoy y lo avancé ayer. El voto que le concedí y la defensa que de su figura hice, me las como con patatas. Y me indigesto.

Eso sí, antes Rajoy que Rubalcaba, que Lara, que Rosa Díez y que toda esta cohorte de banderilleros de salón. Si don Mariano no atiende la invitación de salida, pues nos conformaremos con recordarle lo que Aznar trasladaba a don Felipe. Salvo que la Providencia le haga rectificar y asuma el rol que nos vendió en las elecciones. Lo que pasa es que la rectificación es improbable si se tiene en cuenta que el gran demagogo D. Mario Jiménez se postula declarando que la reforma "es una voladura controlada de la democracia municipal" y el pope de la izquierda de caviar, don Diego Valderas, ya apunta hacia un recurso de inconstitucionalidad. Don Mario y don Diego, en pos de aumentar la nómina de asezorros afines a sus personas y a sus partidos. Los ciudadanos, en cambio, nos escandalizamos de que no los eliminen a todos de un plumazo por inútiles y vividores.

Asesores, sabios, sí. De la propia casa pública. Asezorros, golfos, a medrar entre la basura del partido que los alimenta. Reformitas chapuzas. Reformistas, chapuceros. Mario y Diego, banqueros de dinero público y empresarios de empleos infames.

Un saludo.

sábado, 16 de febrero de 2013

EL MACRÓFONO


Sé que no existe. Que el diccionario se refiere a micrófono. Pero el método seguido por la agencia de detectives de Barcelona ha tenido tal repercusión mediática, que me he permitido la licencia.

El caso de espionaje en Cataluña me retrotrae a la época franquista más dura. Entonces no se necesitaba micro para enterarse de todos tus secretos. Un par de zurriagazos te liberaban, de golpe, claro, de las intimidades más ocultas. Se cantaba ópera partiendo del "jondo" lamento de tus desdichas presentes y por llegar. Verdaderos especialistas en la materia hacían trabajitos de una fineza impar. Alguno de aquellos "coach" de la voz vive todavía y pasea su figura señera por calles y plazas de la capital.

No hablo de tortura en esta fecha aunque haberla, como las meigas, estoy convencido de que la hay. Hoy día, el suplicio viene después de sacarte la manteca de tu pensamiento y de tus confesiones. Te ponen un artificio de sonido en un florero y una cámara de video en la esquina de una lámpara y te sacan el personaje que llevas dentro. La Camarga es un ejemplo de restaurante utilizado para estos menesteres culinarios de recónditas entrañas. En el comedor, poco social y sí muy socializante y catalanista, los clientes gustan de decirse verdades que no confesarían a su madre. Mucha la fuerza de un buen manjar y de una espirituosa copa, o botella, de vino.

El suplicio, decía, viene después. Grabada la conversación, la cinta vale millones. Depende del caché del político o del famoso. Parece ser que desde el ministro del Interior al comisario europeo están en el catálogo de videos en venta. Tremendo. Mientras, la policía camina detrás de la noticia. Las sempiternas mangas verdes.

La democracia por la que tanto luchamos nos la han convertido en un vertedero inmundo. Me consuela que, a pesar de todo, seguimos dentro de su seno. Lo que me malicio es que, a este ritmo, se nos olvide que la forma es consustancial al fondo. Si falta la primera, el segundo se llama dictadura negra. En cuyo caso, necesitaremos megáfonos para que nuestro grito de alarma llame a la defensa general de nuestras libertades.

Si los franquistas levantaran la cabeza, se apuntaban a las prácticas de los contratistas de método 3. Mucho más barato y menos sangrante. Dónde va a parar.

Un saludo.

CÓMICOS DE LA LEGUA

De nuevo los premios Goya. Demasiado nombre para tan escasos apellidos. El genio de la pintura no tiene asimilados en el cine. Ni de broma. Ni los caprichos ni los disparates. Cuánto menos los retratos.

A los cómicos de la legua, más literatos que los academicos de la lengua y más intelectuales que nadie, les gusta la marcheta. Contra el gobierno de la derecha, todo está permitido. Los comprometidos con el pueblo pero que ni comen ni visten ni viven como el pueblo, se relamen en su día de gloria, efímera como su talento, cortito.

Como de cine saben poco, la política guiará sus pasos en la gala. Infelices. Para llamar la atención, las películas no tienen espectadores. Les queda el telediario y el informe semanal, la noria y tres programas basura de la sexta o de la cinco.

Se enganchan en la rueda de la subvención y producen menos que Bárcenas, el de los sobrecitos.

Confío en que el acto de entrega de premios discurra conforme a normas de pacífica cortesía y no acorde a reglas de indignados comisionados por los de Rubalcaba y los suyos.

Cuestión de horas para salir de dudas.

Un saludo.

jueves, 14 de febrero de 2013

TRAJES PARA BOMBEROS


 Que no de bomberos. Trajes y corbatas. Palos de golf y plumas estilográficas. Los bomberos del consorcio provincial de Málaga son funcionarios que se distinguen por su buen hacer y su mejor vestir. Llama la atención lo de las corbatas. Seiscientas corbatas para el personal. No se extrañen. Los incendios se apagan mejor con corbata que despechugados. Dónde va a parar. En cuanto a los palos de golf, son el complemento ideal de yuppy bomberil. En cuanto a las estilográficas, para autógrafos. No hay bombero que se precie que no firme doscientos o trescientos carteles fotográficos diarios.

La cosa no es de broma. Una auditoría externa pone de manifiesto esta práctica en el consorcio provincial de bomberos de Málaga entre los años 2008 y 2011. El gobierno de la entidad, en manos de la coalición perfecta para elevar a alta costura la confección de los uniformes de estos abnegados trabajadores. Cómo qué coalición. La que rige los destinos de nuestra desgraciada Autonomía desde que Valderas y Griñán decidieron salir de su armario político e ideológico. Se querían tanto, tan fascinados estaban por el dinero público, abrazaban con tanta intensidad el poder de la Comunidad, chupaban con arte desmedido la pipa de los impuestos de los andaluces y se aferraban con tal calor a los recortes presupuestarios, que el amor triunfó más allá de los dimes y diretes de la gente. Juntos y revueltos.

Si hay que comprar corbatas a los bomberos, como si en vez de mangueras se les suministra búcaros y en lugar de vehículos habilitados, motocicletas de gran cilindrada. Lo que importa es trincar y facturar. El interventor debe estar de contento que aplaude con las orejas. Y si el señor, o la señora, ha mostrado su conformidad, cómplice total. Y si se opuso y no denunció la tropelía, cooperador por omisión.

Estamos a la espera de que Sánchez Gordillo, el piquetero de Mercadona, se dé una vuelta por la zona. Si se decide a hacerlo, a ver si tiene narices de mostrar las golferías de quienes se han embolsado dinero del pueblo con facturas de la élite. De la élite del golf y de la cúpula del ladrón. O ladrona. Psoe e Iu, vinculados por facturas de corbatas y de palos de golf para bomberos.

Si no nos la dan al amanecer, nos fusilan en la madrugada.

Un saludo.

miércoles, 13 de febrero de 2013

INICIATIVA POPULAR


Golazo por la escuadra en el último minuto. Sin necesidad de penalti injusto el último segundo de la prórroga. El Partido Popular puede ganar un partido que tenía más perdido que el barco del arroz. El partido del pueblo se juega en el Parlamento y no en la casa de Rubalcaba. La decisión de Rajoy de admitir a trámite la iniciativa popular para regular la dación en pago y paralizar los desahucios es un acierto, un pleno al quince.

El movimiento ciudadano se ha nutrido de corrientes diversas que han convergido en una llamada a la sensatez y al cambio de estructuras oligárquicas. La seguridad jurídica es posible cuando se garantiza la tranquilidad social. El problema del paro ha generado una solución de solidaridad ciudadana impensable en épocas de malabarismos financieros y de neones artificiosos. La Constitución se vivifica con acciones de este tipo.

La iniciativa popular, unida a las presiones institucionales ha conseguido otro éxito en un mismo día. Gallardón se ha bajado el termómetro de la arrogancia y se ha metido su soberbia entre los cromosomas de su ambición. El escándalo de las tasas judiciales se ha reducido a categoría de cabreo. Algo es algo. En vez de diez, será cinco o seis. A la baja, como los salarios o las libertades o las rentas disponibles o la calidad de la enseñanza o las atenciones sanitarias.

El tercer éxito de la jornada, día feliz entre tanto tiempo aciago, nos los proporciona el Tribunal Supremo. La Sala de lo Contencioso se ha cargado el indulto que el señor Zapatero, modelo de psoecialismo y ejemplo perverso de lo que el socialismo ha de ser, concedió al banquero Alfredo Sáenz. El indulto del poderoso caballero don dinero fue un exceso. El Gobierno carece de potestad para suprimir los antecedentes penales de nadie.

Queda mucho por hacer. Si a Bárcenas se le coloca en su sitio y a Rajoy se le inocula la virtud del coraje, la iniciativa popular nos regalará hermosas prendas democráticas. Me relamo de gusto sólo con pensarlo. Que así siga.

Un saludo.

martes, 12 de febrero de 2013

JUECES SECTARIOS


Leo la noticia en un diario digital. En la España del post-aznarismo, las serpientes se vuelven hidras y las lenguas destilan veneno mortal. La corrupción se viste con tela de calidades diversas. Si malo el político que se llena el bolsillo, peor el juez que hace gala de su potestad y nefando el fiscal que escarba en según qué estercoleros.
 
Un juez de la jurisdicción social ha hecho acto de presencia intimidadora en la política del PP. El hombre se dirigía a su domicilio y entendía que la única forma posible de acceder a su vivienda era pasar por la madrileña calle Génova. Lo mismo era su recorrido habitual y el señor gustaba de besarse diariamente con su rutina. El problema es que en esa calle, el PP tiene su sede central y la misma, como suele ser habitual, estaba tomada por la policía que evitaba que los manifestantes  de guardia, emisarios del esperpento partidista de la dizque izquierda de Serrano, se aglomeraran en torno al edificio.
 
Pero cómo se atreve la policía a impedir a un altísimo magistrado español a deambular por donde le salga de la toga y le entre por las puñetas. Esta policía no es democrática, mecaschis. El juez, al menos el protagonista de la historia, es un ser superior al que no cabe aplicar la norma que rige para el común. Su autoridad no puede ser cuestionada por unos funcionarillos del tres al cuarto a los que se recortan sus ingresos. Esa policía defiende al PP, exclama colérico el miembro del sanedrín judicial. Sin embargo, su ilustrísima, no. Como poco se posiciona junto a los adversarios políticos e ideológicos del Gobierno de la Nación. Y avisa a los agentes que quiere su identificación. Se van a enterar, parece que masculló el distinguido caballero. Menudos prepotentes, suspiró mientras se erguía majestuoso sobre el pedestal de su rango. Los ciudadanos no pueden atravesar Génova en momento puntual. El humilde juez, sí. El juez es modesto, sencillo, asequible. Los agentes, una panda de soberbios. A pesar de que les mostró su carnet profesional, los guripas se mantuvieron en su sitio. A dónde vamos a legar si los policías tratan por igual a todos.
 
Me pregunto qué sentenciará este ser extraordinario cuando los destinatarios de sus resoluciones respiren derechas o izquierdas o muestren signo alguno de superioridad económica. Me cuestiono si este esclarecido prohombre ha leído a Montesquieu o su conocimiento constitucional proviene de las declaraciones de Alfonso Guerra. Eso sí, que empapele a los números de los cuerpos y fuerzas de seguridad que osaron contrariarlo. Por encima de este juez, nadie, ni dios. Vivir para ver. A este paso, los juzgadores pretenderán imponerse sobre el Ejecutivo y el legislativo, de similar forma a como Gallardón quiere maniatar al poder judicial. Qué espectáculo. Vivir para ver.
 
Un saludo.

lunes, 11 de febrero de 2013

JOYAS NO LUCIDAS


Conversaba el pasado sábado en la cafetería habitual. Sobre la mesa, tres cafés. Un tema recurrente: la historia y el derecho.

En el meollo de la cuestión, el independentismo. La lengua como fuerza y la lengua como pieza de valor incalculable.

En las escuelas de toda España, el catalán debiera gozar de horas obligatorias, dije. Silencio y confusión entre mis interlocutores. Sacudida la sorpresa inicial, las réplicas. Todo entiendo y procuro comprender los argumentos todos. Me siento español por los cuatro costados y disfruto el castellano como lengua oficial del Estado. Sin embargo, las joyas lingüísticas que nuestro país atesora no pueden guardarse en el arcón de los prejuicios ni en la soledad de las leyes. Siempre quise aprender catalán. Cualquier lengua enriquece el conocimiento y agrega colores a la sabiduría de lo general porque aporta nutrientes especiales a la comprensión del mundo.

Ningún ciudadano de España puede felicitarse por ello si desconoce la mentalidad burguesa de uno de sus territorios o su arte singular o la idiosincrasia de su gente o la voluntad de mestizaje de su población o su lengua vernácula. Quien es dueño de varias joyas, por qué va a lucir siempre la misma. Por qué se critica hasta la censura que otros conciudadanos saquen a pasear la joya secundaria frente a la esplendorosa y espectacular.

En las escuelas, insisto, en las escuelas, el castellano vehicula el aprendizaje de los chavales. Pero si se enseña el inglés, cómo es posible que, al tiempo, porque son compatibles, no se active el aprendizaje del catalán. La vida sería más sencilla y productiva si en vez de restar, sumáramos. Tantos rótulos de centros bilingües como signos de identidad progresista y, sin embargo, se relega el catalán a las fronteras geográficas de un territorio.

Servidor se postuló siempre en este camino. Si “lingua imperium est”, qué nos impide tocar el cielo de la ambición legítima al leer, escribir y dialogar en castellano y catalán. O en otras. Abrir las mentes no es rajar las cabezas. Jibarizar la cultura sí es síndrome de la chusquería nacional que nos rompe los dientes y nos ataca el estómago.

Un anillo, bien. Dos, mejor. Tres, ni te digo. Cuantos más, mejor. Anillos de integración, que no círculos de rompimiento. Y no de gloria, precisamente.

Un saludo.

domingo, 10 de febrero de 2013

LA CRÍTICA Y LA IRA


 Afirmaba Fuller, mucho antes que Schopenhauer, que un hombre no debe airarse ni por lo que puede remediar ni por lo que no puede remediar. La filosofía es la ciencia de la sabiduría que jamás se alcanzará. A no ser, claro, que nos dejemos mecer en la cuna del determinismo. Ocurre a los iracundos como a los borrachos: que cuando se someten a la adormidera de la inconsciencia,  la verdad aflora con más descaro. Sin embargo, en estos momentos de pérdida pasajera del raciocinio, la cordura es pasada a cuchillo por la irrefrenable ofensiva de esa ira convertida en injuria desatada. La ira nos lanza a la temeridad y al arrojo pero acaba sumiéndonos en el odio.

Mis recientes artículos sobre el caso Bárcenas y sus demoledoras consecuencias me obligan a meditar sobre su alcance. Ejerzo la crítica desde la penumbra de mis luces. No me dejo llevar por la cólera y procuro hacer de la reflexión mi palanca de mover mi mundo. He pedido la dimisión de Rajoy e incluso la convocatoria de elecciones generales si el presidente no da explicaciones convincentes sobre los ingresos y los pagos publicados por el periódico El País. Desde mi punto de vista, todas sus declaraciones resultan, además de insuficientes, comprometedoras para la democracia. El dolor que me produce verter estos comentarios se mitiga con la creencia de que es mi deber contribuir a la ejemplarización de la vida pública.

Durante los años de gobierno de Zapatero, he dado la cara, para que me la rompieran, a favor del Partido Popular. Si mis diatribas, algunas de dureza contrastada, contra el Partido Socialista han servido para espolear la actitud resignada de tantos conciudadanos, mala persona sería yo si ante la contemplación de las corruptelas de los sobresueldos, diera la callada por respuesta. Abomino de los dirigentes del Psoe que han convertido las instituciones en un albañal. Del mismo calibre es mi repulsa hacia la cúpula del PP que ha debido y podido limpiar la casa de la decencia y, sin embargo, ha preferido esconder la basura de unos cuantos bajo las alfombras y en los rincones.

 La función última de la crítica es que satisfaga la función natural de desdeñar, lo que conviene a la buena higiene del espíritu. El maestro Pessoa  nos enseñó que, para la buena higiene del espíritu, la crítica ha de satisfacer la función de desdeñar, esto es, tener a menos juzgándolo por indecoroso, mostrar indiferencia y despego denotando menosprecio.

La crítica airada pierde su valor de juicio ponderado y se alinea en las filas de la maldad. Con todo, el despecho o la decepción son malquerencias que el ánimo engendra cuando uno advierte el desengaño sufrido en la consecución de sus deseos. Es posible, muy posible, que esta crítica hacia el partido del Gobierno, proyectable hacia cualquier institución, esté alimentada de mi disgusto, de mi sentimiento vehemente, por la actitud de aquellos a quienes confié la fuerza de mi voto. La presente no sería, pues, la crítica de la ira pero sí de la desesperación por el precipicio que nos aguarda.

Porque ¿en adelante, qué? ¿Qué nos espera a los que confiamos en la democracia? Me reitero. Por el bien de los valores cívicos, los golfos, del signo que sean, deben ser extrañados de la vida política. Y esta expresión, ésta sí, está preñada de enojo, de desagrado, de exasperación y de rabia.

Un saludo.

A PASAR LISTA

 Me parece un delito. Lo de Montoro como ministro y lo de Hacienda como institución. O uno y otra. Se dice que El País y El Mundo pueden aparecer en la lista de morosos de la Agencia Tributaria. Sus deudas son impresionantes, se rumorea. Si son tales, por qué no se airean hasta ahora.

Cuéntase, en este punto, que don Montoro está cabreado por los ataques de ambos periódicos a causa del caso Bárcenas. Sobre todo, se enfatiza, si se apuntan al máster de ética que quieren impartir al PP. Ellos, que deben tanto, deberían callarse. Que no lo digo yo. Que se atribuye a don Cristóbal.

Mire, señor ministro, mire y lea. Si Vd. se indigna ahora, es porque antes o no veía o no quería ver o le convenía más callarse. En cualquiera de las tres situaciones del simio sordo, mudo y ciego, no caben eximentes para su conducta. La deuda de estos rotativos con Hacienda debe ser satisfecha con la misma celeridad con que los bancos arrebatan sus viviendas a los pobrecitos que no pueden pagar la cuota de su gigantesca hipoteca. Con la misma rapidez con que apremian y embargan al currito de a pie que, como carece de influencia, se ve desposeído por los recaudadores de impuestos. Cuanto reproche a esos dos medios por la razón esgrimida, es una puñalada al corazón de la Constitución, de las leyes y de la igualdad de los ciudadanos.

Por qué ahora sí y no antes, repito. Si se portan bien con el señorito, se le borran "les heures de punition". Acaso porque uno y otro medio están despellejando la forma de contabilizar sus cuentas  o porque tratan de silenciar la libertad de expresión mediante chantajes más o menos simulados. Si los rotativos españoles deben dinero a Hacienda, aplíqueseles la ley con rigor. Sin concesiones. Sin titubeos. Como a todo quisque. Lo demás dispara la chimenea del trato de favor, del tráfico de influencias y de la prevaricación en toda regla.

A ellos y a los clubes de fútbol. A todo el que se ampare en su tradicional burladero del tendido siete para ver los toros desde la barrera contemplando las faenas del torero rico y la muerte a puyazos del toro pobre.

Señor Montoro: no siga metiendo la pata que la mano de algún conmilitón ya está más que sucia. Es preferible que se esmeren en la asepsia de la lengua que, como es bien reconocido, por la boca muere el pez. Y lo dicho: todos cristianos. Incluidos los poderosos directores de la prensa escrita y audiovisual. Sea adepta a sus consejos o rebelde a sus políticas.

Un saludo.

sábado, 9 de febrero de 2013

LA LIBERTAD PERDIDA


Los franceses son maestros en tácticas envolventes y en dialécticas diabólicas. El chauvinismo y el degaullismo son apéndices de la idea del rey sol que fue Luis XIV. El estado soy yo, decía el monarca. Las libertades son nuestras, gritan los franchutes.

Cuando la guerra con Irak, franceses y alemanes se opusieron a cualquier tipo de intervención. Frente a norteamericanos y británicos. Cómo era posible esa actitud ante un conflicto en el que la dictadura arrasaba derechos y mutilaba libertades. No convenía. Sencillamente, esa partida de póker les era adversa. Crudo.

Pasa el tiempo y Malí cobra actualidad. Sin perder un segundo, el socialista Hollande proclama que su país quiere europeizar la lucha contra el terrorismo en ese estado africano. Aparece como el libertador. Un Napoleón de vía estrecha. Sin embargo, la operación bélica cuesta dinero y, ay, que no me toquen el bolsillo. Que las potencias del viejo continente ayuden a sufragar gastos de logística. Se trata de una acción imprescindible en aras de la seguridad y del respeto a los derechos humanos. En Malí. En Irak, no.

Los defensores de Husseim eran patriotas. Los soldados del bando antifrancés son terroristas. Puñalada a la etimología y voladura controlada de la historia. Los esbirros de Bush querían arrebatar a los iraquíes su integridad y su soberanía. Las tropas francesas se proponen devolver a los malienses esa integridad y soberanía que alguien, no Francia, les birló. Cruda su pasión.

No tienen  remedio. Estos franceses son la pera limonera. Toda la vida. Si repasan la historia que enseñan en las escuelas galas, se quedarían sorprendidos. La Chanson de Roland exalta las virtudes del jefe muerto en Roncesvalles. A manos de quién. De un ejército hispano, no. De una guerrilla pirenaica, tampoco. De los vascones, qué va. De terroristas. Los franceses dicen que los que se cargaron a las mesnadas de Rolando fueron terroristas. Patriotas, ellos. Los demás, escoria.

La libertad perdida. Más que perdida, extraviada. A conciencia.  Cuando interesa, la sacan en procesión. En épocas de intervención militar, la administran ellos.

Lo que maquinan. Lo que urden. Lo que presionan. Lo que hacen. Ellos son la grandeur. Los demás, pequeños. Oh, la la.

Un saludo.

jueves, 7 de febrero de 2013

MOVIMIENTOS ILUSORIOS

Las referencias periodísticas sobre movimientos internos en los partidos políticos me hacen maldita la gracia. Ya sé que el mensajero se hace eco de lo que ocurre en el entorno mediático y, a fuer de rellenar espacios, reescriben la historia del dedal de madera. Se crea una expectativa de cambio que despierta emociones sinceras que duran lo que un globo de feria cuando se desprende de la mano de un niño.

Las listas abiertas, la modificación de la ley electoral y tantas otras propuestas de regeneración son como pompas de jabón. Efímeras en el aire, provocan resbalones cuando se precipitan al suelo. La pluralidad democrática se encauza en los partidos políticos. Por fortuna. La desgracia adviene, sin embargo, cuando esas organizaciones toman tal fuerza que rompen su molde y, conscientes de su poder, abandonan el sentir de las mayorías y se enrocan en la influencia decisiva de sus cúpulas dirigentes. Con lo cual, en vez de cracia, gogia y en vez de demos, aristos.

Salta la noticia, mil veces difundida, de que la Izquierda Unida de Valderas quiere retornar a su origen asambleario. Allá por junio, cuando los calores del estío comiencen a sofocar los cuerpos y a explosionar los ya caldeados ánimos de algunos decepcionados por la coalición, algún avisado ordena colocar aparatos de aire acondicionado para temperar los sofocos. Como en Qatar.

Pero de qué hablan. Quién va a creer que la dirigencia de IU va a romper el acuerdo chollo firmado con el Psoe de Griñán, el de los EREs. La hoja de ruta que suscribieron no vale el papel en que se acuñó. El incumplimiento de las medidas pactadas estaba más previstas que las ayudas a los bancos manirrotos. La desnaturalización de las izquierdas forma parte del bosque en que se pierden, a conciencia, los mandamases que acceden a una esfera de cargos públicos bien remunerados. Entre el follaje de jara y arbustos varios, las ideologías echan la siesta de los injustos. La coherencia es un valor a extinguir en esta partitocracia que nos ahoga como una neofórmula dictatorial.

La política se ha convertido en una profesión bien pagada y mejor servida. Decenas de años subidos a los Ferraris del ordeno y mando crean una dependencia que no se supera con metadona ni con química alguna. La Asamblea dirá en verano lo que quiera. Yo me adelanto, sin hacer gala de augur, y apuesto a que las cosas seguirán como están, muy mal, porque en Izquierda Unida no hay más voluntad que la de Valderas. Y la de quienes, como don Diego, se reparten las instituciones, cobran pingües sueldos, enchufan a sus allegados, se sacuden los recortes, regatean al desempleo y lucen las sayas del uniforme sincorbatista.

A vivir, que son dos días. Luego, sus discursos ocultarán sus hechos. Podredumbre. Qué más quisiera yo que IU fuera izquierda, aunque esté desunida.

Un saludo.

miércoles, 6 de febrero de 2013

LOS GASES DE FELIPE


Por donde quiera que vayas, el hedor invade las calles. Y no es por las huelgas sucesivas de los empleados municipales de limpieza. El mal olor tiene raíces más profundas. Sus efluvios no enferman a las pituitarias sino que tocan directamente a las narices. Se trata de las poluciones integrales de una parte de la casta política que consejos vende que para sí no quiere.

Cuando estábamos a punto de doblar la última hoja del calendario del pasado año, don Felipe González renunció a su cargo de presidente del Consejo de Participación “Doñana”, en el que si se distinguió por algo fue por los novillos, lo cual dicho de este paraíso terrenal de Huelva, queda muy bien. La gente se preguntaba qué había picado al expresidente socialista a aceptar esa altísima dignidad institucional. Los bien pensados consideraban que el sevillano lanzaba guiños a los ecologistas. Los mejor informados se maliciaban de una treta política a fin de permitir que la serpiente de crudo atravesara la provincia desde Badajoz a Huelva. Los más listos de la clase, entre los que no me incluyo, dieron en la diana cuando aseguraban que este hombre era un entusiasta de las estrategias de distracción. Y acertaron. Hasta qué punto.

Don Felipe es un consejero distinguido y, si no yerro, accionista, de una importante empresa española, Gas Natural, líder en el mercado de distribución español.  Las casualidades/causalidades de la vida nos traen el parto de las dunas almonteñas.  A un mes de distancia de su dimisión, el señor González vuelve a la palestra de la influencia porque su empresa ha recibido el nihil obstat del Gobierno de Rajoy y del Ministerio de Cañete para convertir gran parte del espacio natural del Parque en una especie de almacén de hidrocarburos. El hombre que amaba los caballos no tenía tiempo, argumentó en su calculada defección, para seguir presidiendo el susodicho Consejo. Pobre. Cuántas ocupaciones y qué ejemplo de desinterés económico más interesado.

Mientras tanto, y una vez más, se regatean las leyes, se fintan los principios, se defrauda al personal. Tan progresistas son los políticos y tan intenso su amor por la naturaleza, que si es cierta la consecuencia de intervención de los gases expelidos por los dinosaurios, va a ser un simple resfriado con lo que nos deparará una fuga del material conservado por la empresa del sector. Así anda mi homónimo Francisco Velasco, director de explotación y producción de Fenosa, metamorfoseando lo que sea menester, desde la legislación hasta la declaración de impacto ambiental. Qué vida.

El conseguidor/muñidor se apunta un gran tanto. Es el Mesi/Cristiano de la política española. Aquel abogado marxista de su juventud queda lejos. Sus principios han devenido finales. Las arenas, lodos. El pueblo, masa. La democracia, poder. Los valores, dinero. Qué lujo de persona. De joven, quisiera ser otra vez yo. No sea que los gases señalen por donde pasan algunos.

Un saludo.

LARGO DE AQUÍ

 Hoy, Cataluña. Mañana, País Vasco. Más tarde, la tierra mediterránea y toma su relevo el paisaje cantábrico. Así una y otra vez. Hasta el infinito. Es la grandeza de la libertad de expresión fruto del Estado de derecho que España es.

El nuevo lehendakari del gobierno de Euskadi es el peneuvista Urkullu. La fuerza política emergente en aquella Administración pública es Bildu, que incluye a un sinfín de simpatizantes de la banda etarra. El nacionalismo adquiere una fuerza inusitada aunque no sorprendente. Se veía venir. Y en su afán de expulsar a España de sus fronteras, han llevado a cabo una barbaridad tras otra.

La última, que podría ser definitiva, es la exigencia de que la Policía y la Guardia Civil abandonen la región. A continuación, la ertzainza toma posesión del cortijo de las fuerzas de seguridad y sanseacabó. Si España quiere trozo, que traiga al ejército. Bien  pensado. No es que sean listos y nosotros, tontos. Es que son contumaces y nosotros, veletas. Es que su bandera surca los suelos de los bandarras y la nuestra atraviesa los cielos de la bandurria.

La policía y la guardia civil fuera de allí, exigen. Como si animados por la fuerza de su aliento fétido, se convencieran de que los interlocutores del Estado huirán de aquellos parajes. Luego, a desmilitarizar el territorio. Por último, una fortísima campaña de fumigación que extermine los virus de españolismo. De uta are. Las peticiones de uno se deben compensar con las firmes negativas de otro. Resoluciones firmes a solicitudes temerarias. Nada de silencio administrativo. Elocuencia gubernamental.

ETA se halla detrás de cualquier movimiento genocida. La expulsión de la policía y de la guardia civil convertiría el campo autonómico en una viña sin vallado. Los españoles que no han sido gaseados hasta la fecha comprenderían de pronto lo que fue el holocausto judío.

Largo de aquí, de España, los malnacidos que hablan con la garganta de la violencia. Fuera de nuestro país los canallas que asesinan cuerpos como secuestran voluntades. Lejos de la civilización los salvajes que se visten con togas bajo las que esconden las dagas que cortan la sangre de la libertad.

Los españoles somos todos quienes habitamos un palmo de la superficie que, histórica y jurídicamente, conforma el territorio de España. Incluidos Cataluña y Euskadi. A quienes no satisfaga este status, lejos de aquí. La inmensa mayoría nos quedamos con lo que es nuestro. Porque nos corresponde. Largo. Fuera.

Un saludo.

lunes, 4 de febrero de 2013

NEOFEDERALISMO


La cabeza bajo el ala. El ala del sombrero de los embozados. Cuando escucho las salidas de pata de banco de alguno, recuerdo los tirones de oreja que el propio Alfonso Guerra propinó a Pepote García de la Borbolla cuando, allá por la década de los noventa del pasado siglo, se le ocurrió la idea de nombrar el federalismo como futuro de organización del Estado de España. A Pepote se le salieron los congojos por los ojos. No hacía sino expresar un sentir más que latente en un amplio segmento de la dirigencia socialista. Esto quedó así. En apariencia, claro.

Las bravuconadas secesionistas de los catalanistas más radicales y menos liberales hacen mucho ruido. Son como niños molestos a los que sus padres o sus maestros tienen consentidos para que molesten lo mínimo a costa de concederles mil caprichitos. La culpa, claro, no es de los chiquillos. Hay que mirar a los tutores y advertirles que, por la vía que transitan, el batacazo es impepinable. Con los federalistas ocurre un tanto de lo mismo. Con tal de hundir la cabeza en la olla de los historicismos trasnochados, defienden esta fórmula de organización estatal con la rabieta del chavalín mimoso al que nadie ha enseñado maneras ni inculcado normas de convivencia.

Tres puñetas importa a Mas y compañía la propuesta del Psoe. Si quieren el tambor, no aceptarán un sonajero. Si desprecian la lealtad institucional, qué leches van a respetar un Estado federal. Si se ciscan en una Constitución rabiosamente democrática, nadie espere un sometimiento a las leyes que emanan del pueblo. Ellos quieren el tambor.

Y digo yo que no sé si sería más fácil enseñar al que no sabe o adiestrar, en el buen sentido, al que se deja arrastrar por sus instintos. No hay ser humano que deje de responder a estímulos positivos. Todos aprendemos si se ponen en juego los resortes adecuados. Bastan la firmeza y la sabiduría. Y viceversa. Si a estas cualidades agregamos la de la voluntad de humanizar la política y la de limpiar de corruptos nuestras instituciones, el éxito es seguro.

Claro que para alcanzar ese punto de inflexión, hay que tener idea de diálogo y noción de crisis. Demasiado. Demasié. Neofederalismo, bueno. Por vías democráticas de libertades y derechos.

Un saludo.

CAMPAÑAS DE DESPRESTIGIO


 Psoe y Pp. Pp y Psoe. En su lucha por el poder, que no por el gobierno, no hay cuartel. Ni hoy ni nunca. Una de las armas arrojadizas que emplean con más frecuencia y menos originalidad es la de acusar al adversario de iniciar y alentar campañas para destruir la credibilidad de las organizaciones y cargarse el prestigio de los líderes. Todo vale con tal de ganar unas elecciones que, en definitiva, son la llave que abre la puerta blindada al poder quasi absoluto.

Felipe González tuvo que soportar la ola de informaciones sobre los GAL y los fondos reservados. Aznar se ciñó el cinturón hasta el último agujero a fin de contener la respiración con el Prestige y el atentado de Atocha. Zapatero sintió en la progresiva escualidez de su sonrisa las desgracias de la política económica que él defendió. Y Rajoy. Don Mariano se enfrenta ahora a la acusación interna de los sobresueldos emanados de la tesorería de su propio partido. A partir de los hechos, las campañas. Bueno, y qué. Son los gajes de un oficio que proporciona altísimos beneficios. Ninguno de los cuatro presidentes supo salir del atolladero al que condujeron sus errores cuando no sus malévolas intenciones. Sólo Aznar padeció las consecuencias de su buen hacer gubernamental. Contra él si hubo campaña y bien orquestada.

 El partido de la oposición hurga en la herida con el fin de captar votos entre los hinchas menos furibundos. A esta tarea dedican todos sus recursos de financiación. Es lógico. Hay mucho en juego. En este sentido, el papel/papelón de los medios de comunicación resulta decisivo a la hora de bascular la intención de los electores hacia una facción o la otra. El objetivo no se reduce a detectar la llaga. Se trata de ampliarla y de frotar contra ella gérmenes patógenos con la idea de prolongar el macabro espectáculo. Nada que objetar. Lo del juego limpio y el lema de que lo importante es participar, está muy bien pero en los negocios, el que no ambiciona, tiene los días contados.

El quid de la cuestión es la acción o la omisión equivocadas. Todas las campañas contra Felipe se hubieran ido al traste si los investigadores de El Mundo no hubiesen puesto de manifiesto que estaba pringado hasta las equis. En el caso Bárcenas, es fácil explicarse los motivos del miedo a este sujeto. Los tiene a todos trincados por los cogollos. A casi todos. Si no, de qué no hubieran presentado tropecientas querellas contra los difamadores. Las injurias y las calumnias tienen su tope cuando colisionan frontalmente con la exceptio veritatis que se puede documentar y probar. En ese momento, los intrépidos defensores de su honor manchado comienzan a titubear y trasladan sus cuitas desde los tribunales de justicia a las auditorías de cuentas internas. Confesos. He ahí la excusa que reafirma la acusación.

A falta de otras majaderías verbales, la reiterada campaña conspiranoide. Ninguna tendría éxito si, por medio, no se ofreciese alimento gratis a los descubridores de trapos sucios. Rajoy no ha dado la cara como le es exigible. A Cospedal se la pueden partir. ¿Y Sáenz de Santamaría? ¿Por qué dice la vicepresidenta que a ella la registren? ¿No será que nada tiene que temer? ¿Es creíble, que, en base a esta teoría que sustento, le resbalen las campañitas y los chirigoteros? Da que pensar. Ni siquiera necesita exponerse a la pantomima de firmar declaraciones juradas ante la tesorera actual del partido.

Si la prima de riesgo nos tenía asfixiados, estas noticias pueden suponer la pérdida absoluta de aire. Servidor se postula sobre la dimisión de Rajoy. Si no teme que le registren, adelante. Mientras no convenza a los españoles sobre su inocencia, debiera largarse con viento gélido.  La única campaña posible es la del campo llano sin montes ni aspereza. Los esfuerzos varios encaminados a retratar su limpieza son tan fútiles como los intentos de Griñán para justificar la asquerosidad de los EREs.  El prestigio se lo labra uno mismo. El desprestigio infame siempre parte del hilillo suelto de una corbata, de una camisa o de una chaqueta. Basta una rápida acción de corte y confección.

Un saludo.