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jueves, 31 de mayo de 2012

IBIGLESIA

La desastrada situación de España no desvía a los pescadores de ventaja de su objetivo de sacar tajada. Como sea y a costa de lo que sea. Que seis millones de españoles se coman el marrón del paro no basta para sacudir sus conciencias. No les remuerde la crítica coyuntura de nuestra economía. Algunos se solazan en la hierba seca de los incendios separatistas. Los conflictos exteriores alimentan sus ansias de destrucción de lo español. La lluvia de la descomposición arrecia y los enemigos de la paz social abren nuevos frentes contra el Gobierno a fin de intensificar el desgaste.

Entre las brechas más desconsoladoras se halla la del IBI a la Iglesia. El problema del Estado se reduce a una institución y se concentra en un impuesto. Las profundas heridas que desgarran al cuerpo ciudadano no reclama la compasión del verdugo. Éste quiere, además, que el sufrimiento se manifieste a través de piteras menos sanguinolentas pero igualmente emotivas. Si la Iglesia no paga el IBI, España se cae en pedazos.

Los carroñeros de la política se movilizan al olor de las presas heridas. La Iglesia, dicen, es tan rica y, al tiempo, tan avara, que utiliza su influencia maligna para vivir eternamente en paraísos fiscales. A la iglesia se debe, opinan los argumentadores de pompas de jabón, el déficit del país, el descalabro económico, el expolio de los mercaderes especulativos y el fraude bancario. A la Iglesia. A por ella, arengan los más adelantados de la caterva.

A fin de sacudir la pasividad de las instituciones y su afinidad con tan poderoso poder fáctico, se azuza a jóvenes y mayores para que la Iglesia pague el Impuesto de Bienes Inmuebles. La Iglesia católica, por supuesto. Y junto a ella, todas las organizaciones afines. Aparte, que se suprima lo de la casilla del Impuesto sobre el Rendimiento de las Personas Físicas. Y si es posible conducir al cadalso a las jerarquías romanas, que no se quede en el intento.

Rubalcaba no ocupa posiciones de retaguardia en la ofensiva. No es que el exportavoz del Gobierno del GAL sea anticlerical, que el angelito lo es en grandes dosis. Es que dispara contra lo que huela a doctrina religiosa cristiana. Le importa una higa la encomiable labor social de la Iglesia. Su objetivo es el de destrozar los cimientos de una institución que remonta su historia a milenios y el de soltar sus férreos vínculos con el pueblo. En tiempos de Rocío, que se cierre la ermita si sus administradores no pagan lo que deben. Cosas de mentecatos.

A los partidos políticos y a las organizaciones sindicales, ni tocarlos. Los nuevos iconos sagrados de la modernidad no se veneran en templos. Se adoran en sedes como la de Ferraz. De cuando la democracia se convierte en demoniocracia. Cuestión de letras y de fonemas. Los descreídos sin maldad alentaremos la actual vigencia del Concordato con la Santa Sede pues, como saben, pacta servanda sunt. Los descreídos malévolos basarán sus postulados en que las cosas pueden modificarse pero están como están, rebus sic stantibus. Los creyentes y no creyentes con la peor leche pugnarán por poner a la venta el patrimonio de la Iglesia, desde San Pedro del Vaticano al Moisés que esculpiera Buonarotti. Con las ganancias de la enajenación, se terminaría con el hambre del mundo. Un cuarto de hora.

Pero serán miserables que no ven más allá de su propia necedad. Nada es cuestión de azar. La dialéctica del miedo y de la bronca atiza en momentos de crisis como la que padecemos. Los de la izquierda estalinista se saben la lección al dedillo. O mejor, al IBIdedillo.

Un saludo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

FILTRACIÓN, ESTAFA Y PILTRAFA

El enemigo en casa. Rubalcaba descubre topos en el partido. Cuando reina el miedo, la vida clandestina se hace hueco. El Psoe sabe mucho de miedos y de clandestinidades. La práctica activa solidifica la técnica de generación de terrores y las estrategias de ocultamiento. En democracia, estas actitudes comportan un plus de maldades. Las arañas tejen su tela atrapadora en escenarios de suciedad. Los donlimpios acaban con gérmenes y bichos de todo tipo. Si la araña negra jesuítica que relatara Blasco Ibáñez tuviera su correspondencia en la política actual, Rubalcaba se llevaría todas las papeletas para encarnarla. Así le va a su partido y peor aún al país.

Don Alfredo ha culpado a doña Maruja Menéndez, hija del almirante golpista, de filtrar informaciones. En vivo y en directo. La araña captó la irrupción pero la tecnología cazó a la araña. Los medios audiovisuales hacen diabluras entre los entrometidos más avispados. Nadie está exento de ser pillado en sus propias trampas. La expresión “siempre habla un cojo” tiene predicamento especial en la figura del secretario general de los psoecialistas. Cómo que por qué. Porque estamos ante el Messi de los artífices de divulgar indebidamente información secreta o confidencial. Claro que cuando se le mete un gol, los lamentos del genio se oyen en todo el orbe. Eso no se hace, clama el gran espía.

Nada se puede esperar de quienes hacen del imperativo categórico de Kant una frase sólo aplicable a los demás. Quienes ponen un cirio pascual al mal y una vela capilar, o una cerilla, al bien, se revelan como personas de ínfima consistencia moral. Pellejos de carne flaca y desechos de comidas. Hay pulsos que se pierden por no saber medir las fuerzas propias o las del adversario. Por encima de los pulsos, las derrotas suelen ser consecuencia de lenguas viperinas incontroladas. Tanto me da la húmeda de la señora Menéndez como la del papa negro del partido de los psoecialistas españoles. En cualquier caso, el segundo tiene potestad e intención de echar a la calle a la primera y la primera se aferra al escudo salvador del discípulo aventajado de intrigas y boatos que es su Tomás Gómez particular.

La facilidad de unos y otros para mentir se materializa en su capacidad lineal para disculparse. No porque admitan el error y la injusticia. A causa de la trascendencia pública de haber sido pillado con las manos en la masa. En esta España de telecincos y de cuatros o de sextas, se puede vilipendiar a cualquiera y mancillar su dignidad por un discúlpame de dos segundos. Expuestas las disculpas, subsanada la injuria. Cinco minutos después se reproduce el esquema. Y así sucesivamente.

Piltrafillas y filtradores. Estafadores.

Un saludo.

martes, 29 de mayo de 2012

SINALAGMA

El sinalagma es un cultismo griego. Se refiere a relaciones de reciprocidad en los contratos. Se trata de relaciones obligatorias a cargo de dos personas, de modo y manera que la prestación de una de ellas es la causa de la otra. Caracteriza a las relaciones sinalagmáticas el que su cumplimiento ha de ser simultáneo. O sea, un obligado no puede exigir al otro si antes él no ha cumplido o ha ofrecido la prestación comprometida. Así, si uno de los obligados no cumpliere, el perjudicado puede elegir entre resolver la obligación o exigir que se cumpla, reclamando ser resarcido por los daños y exigiendo los intereses.

Si los programas electorales vinculasen contractualmente a los políticos con los votantes, los primeros embridarían sus lenguas y los segundos no votarían a la ligera. Las críticas acervas que este articulista ha dirigido al Psoe tienen hundidas sus raíces en el desprecio para con sus promesas y en la mofa reiterada hacia el electorado. Estas raíces no crecen hacia abajo en el caso del partido que fundara Pablo Iglesias, sino que son aplicables a cualquier formación política que se burle de la reciprocidad que debe presidir su contrato verbal y público. En este caso, el Partido Popular está perpetrando un atentado contra la letra y el espíritu del programa que firmó con el pueblo.

El caso Bankia es una vergüenza. Mírese por donde se mire. Si el Partido Popular ha sido engañado por Zapatero, denúnciese a todos los niveles y por todos los conceptos. Si no lo hace, que explique los motivos de su afasia. En caso contrario, vaya a contar mentiras al puesto de su enconado adversario de la calle Ferraz. Tanto pedir transparencia al Psoe para despeñarse por el mismo agujero negro que su enemigo político. Si la regeneración de la vida española se concretaba en impedir que la luz penetre por todos los escondrijos, aviados estamos. No es de recibo lo de Bankia. Las explicaciones no pueden esperar a mañana. Han de darse ayer. Con luz y taquígrafos. Resulta inadmisible que los ciudadanos paguemos las chorizadas de unos directivos bancarios y las incongruencias cómplices de los gobernantes democráticos.


Fernández Ordóñez debe comparecer desde ya. Y Rodrigo Rato, un cuarto de hora después. Tras ellos, los consejeros que han colocado a la entidad al borde de la quiebra. Contra lo que repite Alonso, portavoz del PP, la comparecencia conviene e interesa ahora mismo. Pocas veces mostraré mi satisfacción con mayor entusiasmo si, de verdad, Cayo Lara o Rosa Díez llevan la pendencia a los tribunales. Es una decisión inaplazable.

Si se quiere devolver al pueblo español la confianza en sus rectores democráticos, basta de telones y de cortinas. Que entre aire. Que estamos muy cabreados con esta sucesión interminable de embustes. Menos puertas cerradas. Ninguna puerta cerrada. Los españoles tenemos la suficiente madurez para distinguir lo bueno de lo malo, al golfo del honrado, al gañán del señor y al político de bien del politicastro del infierno. Los trapos sucios que se encuentren, han de exponerse. Si producen náuseas, ya vomitaremos donde podamos. Es preferible evacuar antes que aguantarse las náuseas.

Las relaciones recíprocas no pueden ser unilaterales. Es un oxímoron de lo que está aconteciendo en España. La democracia está perdiendo masa muscular y, además, tiene las articulaciones anquilosadas por la canallería de unos cuantos sinvergüenzas. Sean del partido que sean.

Un saludo.

lunes, 28 de mayo de 2012

QUÉ LISTO ERES.

Este juntador de letras gusta de hacer juegos de palabras. A falta de méritos más distinguidos, un poquito de ingenio. El listo es Griñán. Eres listo, José Antonio. Por muchas razones. La largueza política del presidente andaluz se plasma en los ERES. La ingeniería de la corrupción encuentra en los expedientes de regulación de empleo la cima de la desvergüenza. Si además de cooperar, por acción u omisión, en la creación del fondo de víboras venenosas, lo niega, habrá que expresar, con repugnancia: qué listo eres.

La propia Cámara de Cuentas se atreve a decir que el exconsejero de Economía y de Hacienda, en tiempos del virreinato de Manuel Chaves, incumplía la normativa sobre la financiación irregular del dinero guardado para subvencionar a empresas en crisis. No es que la Juntasuna huyera del derecho administrativo. Es que lo violentó. La responsabilidad no recaía únicamente en el exconsejero Fernández o en el exdirector general del desempleo. Todo el Gabinete de Chaves participaba, en una medida u otra, del gran fraude. Las actas del Consejo de Gobierno pueden ser, si no se han destruido/falseado/triturado, la prueba del nueve de la gigantesca estafa institucional. Qué listo eres, Griñán.

Lo eres. Lo es. Asfixiado por la justicia, se busca a un comunista de boquilla para frenar los ímpetus de la izquierda decente y se apoya en un fiscal de su cuerda para tirar petardeos al carruaje de la juez Alaya. Además de sectarios, machistas. Valderas el de las tetas gordas y Llera el de la mujer guapa. Uno y otro hacen descansar su feminismo de taberna en los atributos físicos de las mujeres y no en la categoría profesional de las féminas. Qué listo eres, Griñán.

Griñán exhibe a Valderas como su listo útil. Las críticas a los recortes de meses atrás se han concretado en excusas de demagogo de actualidad. Griñán ha pasado del denuesto a la santificación. Los milagros de la Iglesia son estrambotes y ripios comparados con el poder taumatúrgico de los nombramientos a dedo. El brazo incorrupto de Santa Teresa ha dejado el sitio al índice digital de Sangriñán. Respecto a la investigación de los ERES, las palabras se hacen lamentos. Eso de la transparencia y de la cooperación con la justicia, está bien como teoría programática. Ahora, lo de llevar a la práctica las promesas de regeneración moral, eso no. A la juez Alaya van a seguir dándole quina santacatalina. En su lugar, el Parlamento de papel higiénico potenciará las comisiones obreras y ugetistas de la investigación interna. El gran plan de choque del nuevo Ejecutivo guillotinador andaluz será el compromiso de distraer a la opinión pública con pesquisas del tamaño de una aceituna.

Qué listo eres, Griñán. Qué listo eres, Valderas. El bollullero pidió en marzo la dimisión del primero y en abril se sienta a la derecha del papá violentador. Si hay que esperar una reacción esclarecedora de Valderas, siéntense a esperar. Las líneas rojas de su ideología se han vuelto amarillentas por el desuso ético. Cuando salgan dientes a las ranas, entonces. Oiga, que se ha descubierto alguna especie con ellos. Ya. Nada que ver con la de Valderas. Muchos confunden la excepción con la regla y a las ranas con los sapos.

Un saludo.

domingo, 27 de mayo de 2012

OPERACIÓN MANTA


María José Rodríguez es una destacada militante del Psoe de Huelva. Nada quiero decir sobre los cargos públicos que ha venido ocupando como consecuencia de su filiación partidista. Cada uno es designado para lo que hay. Sea como fuere, doña María José Rodríguez se coloca a la vanguardia de las descalificaciones y de las ofensas gratuitas. No cabe alternativa distinta en el país que, durante ocho años, ha venido esquilmando el expresidente Zapatero. La mentira forma parte del ADN político de esta casta de acodados en la mastaba romboidal de los faraones antidemocráticos.
Llegada la ocasión, ha sido el turno de la señora Rodríguez para llamar mentirosos a los miembros del Pp. A causa del AVE. La fragilidad de la memoria se fortalece con el jarabe de las hemerotecas y las informaciones de las redes sociales. Mentirosos los del Pp. Se puede carecer de sentido común, pero la dignidad es consustancial al ser humano. Cómo es posible que esta psoecialista de cartón y trillo lance esta invectiva sin que la lengua no se le pegue al cielo de la boca.
Dicen que cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo. La demoníaca política desarrollada por el psoecialismo en Huelva atiza el fuego de la discordia y de la bronca en predios vecinos con la clara intención de que el humo ajeno oculte las barrigas llenas de los jefezuelos. Mentirosos los populares, dice. Entonces, qué tipo de mentiras adornan las declaraciones de Mario Jiménez sobre las promesas incumplidas. Si los populares son embusteros, qué término será propiamente aplicable a las decenas de imputados del Psoe por prevaricación, falsedad documental y toda una panoplia contemplada en el Código Penal.
La Operación Manta es un acto de defensa de posiciones bombardeadas desde dentro del propio partido. Cada golfada es una mina que hace saltar por los aires la credibilidad de su ideología. Cada imputación o procesamiento de sus alcaldes y consejeros, una puñalada al corazón de las instituciones que han corrompido a fuerza de coimas. Y así, hasta cubrir hectáreas de terreno otrora fértil desde un punto de vista de la democracia.
Los mandatodo del Psoe mejor harían en regenerar su casa. Se les conoce por sus actos. Se les distingue por sus palabras. Enfangan cuanto tocan. Y si es para cobrar, reviven a los muertos.

Un saludo.

CONTROL EFECTIVO

Cuando Aznar gobernaba y Zapatero obstruía, las Cortes se conducían por la aritmética popular. En democracia, no cabe otra. Si se disfruta de la mayoría absoluta, la cautividad del Parlamento obedece a los números. Así fue con Felipe, con Aznar y, ahora, con Rajoy.


Curiosamente, Adolfo Suárez ni José Luis Rodríguez bebieron las mieles/hieles de ese triunfo electoral. Algunos subliman sus frustraciones aludiendo a tópicos como el de la pedagogía política o el del respeto a los valores de las minorías. Cantinelas cansinas que quieren convertir en virtud lo que no es sino fracaso. Y en este caso, la cortedad de escaños se compensa con liberalidad hacia los prestamistas usureros. Suárez bailó con la más fea situación que jamás tuvo entre brazos presidente alguno. Y eso que Aznar debió cargar sobre sus espaldas la traición infame de los atentados de Atocha.


Es verdad que Aznar hizo uso, que no abuso, del decretazo. Lo mismo que manoseó Zapatero en más de una ocasión. Rajoy tampoco se ha resistido a esta práctica tan legal como discutible. Las tentaciones napoleónicas forman parte del sistema. Cosa distinta es que los líderes nos den el cambiazo de los valores por las vanidades del feriante. Peor aún que se refugien en el doctrinarismo decimonónico para ahogar su falta de ideas.


En esta tesitura, las camarillas fernandinas reverdecen en la primavera de los calores de estío. Las francachelas se concretan en prestaciones sociales, en avalancha de subsidios, en subvenciones a discreción, en cosechas de asesores golfos, en extensas gamas de coches oficiales de lujo, en el pago de dietas millonarias y en toda una parafernalia de despilfarros que escandalizan a los más experimentados. Es lo que pasa con los mentirosos y con los demagogos. Es el destino de los pródigos desvergonzados. Que vacían las arcas familiares y, bramante el estómago, vuelven al hogar en busca del perdón paterno y, de paso, de nuevos recursos para necesidades imperiosas. La eterna parábola. Patrimonializan la herencia y socializan los perjuicios. Qué hacer si ya no tengo crédito y las ubres están exhaustas. Resistir. Ande yo caliente… Que los proveedores no nos prestan más. Que los socios se plantan. Que la Merkel ha puesto el candado.


El socialismo rechaza a la condición humana, a Dios e incluso al orden natural. El psoecialismo reduce todo a cenizas para que, tras la derrota, el vencedor no pueda aprovechar los campos ni el ganado ni cualquier riqueza. La nada. La tierra quemada es la nada. El perdedor no quiere dejar al adversario ni un gramo de facilidades para llevar adelante lo que él no pudo hacer. Es el odio llevado a las últimas consecuencias. Caiga quien caiga y muera quien muera. La teoría de la tierra quemada se subsume en la política obstaculizadora y antipatriótica de Zapatero, digo de Rubalcaba.


Un saludo.

viernes, 25 de mayo de 2012

LADINOS

Tantas veces. Lo han hecho de manera tan reiterada, que actúan de memoria. Sin mirarse. Tienen asimilado el esquema de entorpecimiento y lo aplican como la vietnamita de los setenta escupía copias llenas de tinta.

El Psoe de La Línea se sitúa al otro lado de la cama. Por la parte que da al Peñón. Dando el culo a la zona española. Teme a los britanizados y siguen su aire. A los españoletos, como a los niños, se les contenta con unas carantoñas y alguna gasolina. Lo que saben los gachones. Especialmente en lo que respecta a socavar los cimientos del Gobierno del PP. Según los intrépidos dirigentes psoecialistas, los provocadores son los barcos españoles. Y detrás de ellos, apuntan maliciosos, se encuentra el Pp. La eterna canción del despropósito.

Los pescadores españoles, armados hasta los dientes con sus redes, se introducen en aguas jurisdiccionales de Gibraltar para joder a los llanitos. Cuando llegan las patrulleras, les lanzan pescado fresco, con lo mal que huele, y lanzan improperios del tenor: por favor, déjennos trabajar en paz. Es que no se puede aguantar. La soberanía de Gibraltar es tan elevada que los sucios barcos de pesca andaluces no pueden manchar la mar océano de la roca ni dirigir la palabra a tan altos dignatarios de la represión. Y como sigan en sus treces, la Royal Navy. La Guardia Civil del Mar no sabe si echarse a llorar o si solicitar la baja por depresión. En todo caso, los del Psoe, a lo suyo.

El patriotismo de Zapatero se prolonga en el tiempo. Ya lo decía el inefable José Bono: los españoles preferimos que nos maten antes que matar. Tendrá desvergüenza. A este paso, los pescadores gaditanos deberán saludar con hurras los avisos disuasores de la policía de Gibraltar. Desgraciados, que sólo tienen una madre.

Llama la atención. Que se admita, por parte del Psoe, la acusación innoble y rastrera del gobierno gibraltareño, acerca de la peligrosa y orquestada provocación de los marineritos españoles, toca las narices. En esa dirección, pueden disparar ametralladoras contra nuestros pesqueros, bajo la coartada de invasión marítima de la roca. De esa manera, a falta de Irak, los psoecialistas linenses podrían responsabilizar a Rajoy de estar detrás de una operación cuidadosamente premeditada para desafiar la soberanía, jurisdicción y control del Reino Unido sobre esas aguas.

El Tratado de Utrecht se está redactando en 2012. Si por los de Rubalcaba fuera, que se anexionen todo el Campo de Gibraltar. En vez de aspirar a ser la novena provincia andaluza, que se conviertan en una nueva colonia británica. Alma de súbditos y de arrastrados.

Un saludo.

UN SEÑOR PLANTÓN RECTOR

Los señores rectores de las universidades españolas, que son el ciento y la madre, han regalado un soberano plantón al muy polémico y prestigioso sociólogo Wert, a la sazón ministro del Gobierno del PP. La precisión partidista tiene su importancia, no crean. Si la cita hubiese sido concertada por el Psoe, dudo muy mucho de la unanimidad del desencuentro.

Los señores rectores del montón de universidades españolas están muy disgustados. Con el Gobierno del PP, claro. Los rectores de las universidades andaluzas no tienen razón alguna para cabrearse con la Junta de Griñán y Valderas. Por favor, qué disparate. Seguro que están al día de las deudas contraídas por el Gabinete autonómico y toda la culpa es de Rajoy. Sin descartar a Aznar, eso sí, que para eso hizo lo que dicen en Irak.

Los señores rectores, muchos de ellos a bordo de lujosos vehículos oficiales, representan a la élite del conocimiento del país. Y eso viste mucho. Dónde se va a poner el infeliz Wert que no haya sido trillado por los miembros de la CRUElla de Vil. El ministro se atreve a rechazar la celebración de un Consejo Extraordinario para debatir el Real Decreto de medidas urgentes de racionalización del gasto educativo. Desde luego.

Los señores rectores están de uñas. De garras en algunos casos. La universidad española, por cierto situada entre los pueblos bárbaros del “limes” de las doscientas mejores del mundo, no podrá progresar con estos recortes. Que acuchillen o tijereteen a los niveles inferiores de la Enseñanza que, algún día, habrán de nutrir las facultades, eso no es de su interés. Si los universitarios noveles arrastran losas de ignorancia, no serán los rectores quienes denuncien ese lastre ni establezcan unos filtros mínimos. Eso no.

Los señores rectores quieren dialogar con Rajoy. Igualico que los señores feudales de CC.OO y de UGT cuando pretendieron puentear a la ministra de Trabajo por no sujetarse a sus exigencias. Si la universidad está en manos de semejantes negociadores de pitiminí, habrá que cuestionarse el papel de dichos dirigentes y, sobre todo, la administración que llevan a cabo de tan esencial servicio social.

Los señores rectores deberían responder del nivel académico de sus Centros. Y mostrar la realidad de los horarios de algunos catedráticos de ciertas facultades. Por ejemplo: ¿es cierto que muchos de ellos concentran toda su actividad docente en dos días a la semana, a fin de dedicarse a otras actividades los otros tres días? A ver si los recortes de los que se quejan tienen su incidencia en derechos no reconocidos y en acciones que se niegan a profesores de Primaria, de Secundaria o de Formación Profesional.

Los señores rectores debieran mirarse menos el ombligo, dejarse de demagogias baratas en estos tiempos de seis millones de parados y cooperar en el camino de la distinción de las universidades. Si quieren hacer política, ya saben.

Un saludo.

miércoles, 23 de mayo de 2012

INDEPENDENCIA DE LOS LIBRES


Tolerancia entre iguales. Tolerantes y tolerados en un plano de igualdad, lo acepto. Si el poderoso tolera los errores del débil o el banquero, las miserias del bancario o el capitán, los despistes del soldado y, así, en una interminable lista de jerarquías, entonces, métanse el vicio de tolerar en la virtud de mostrarse intolerante con la discriminación.

La libertad y la independencia se mueven, conceptual y realmente, por el tartán de los estadios vacíos que costaron un ojo al contribuyente para honra y prez de la Petronila de turno. Sin embargo, la libertad es un patrimonio jurídico. Nos podemos creer libres y sentirnos felices en la jaula de oro de los canarios. No reconocen el estado opresivo de la situación y, en consecuencia, no podrán desarrollar el potencial propio ni sentir en las carnes el aire gélido del polo ni el calor tórrido del trópico. Su libertad se adormece entre los estertores de una felicidad tejida con hilo del diablo. No se subyuga a nadie pero se soporta el yugo subliminal de los que se acomodan al hastío de la servidumbre o de la esclavitud. La realidad son las sombras. Nada existe tras la caverna.

La independencia dicta mensajes distintos. Felizmente opuestos. Desde un punto de vista jurídico, es independiente el que no está sometido a la autoridad de otro. Ya sea por razones físicas, por motivos monetarios o por causas emocionales. La independencia arrastra autonomía y la autonomía nos condiciona el grado de autosuficiencia. El máximo grado de la estupidez humana se manifiesta en la cautividad del propio pensamiento. A partir de esa cadena, los gestos, los actos, las palabras o los deseos se suceden en la cola de los corderos que van silentes camino del degüello. En Granada, el paseo de los tristes ha dejado de ser la travesía obligada a la última morada. Hoy es la espléndida plaza que, sin dejar de sujetarse a la Alhambra, pregona su festividad entre bares que se asoman al río de oro. Otra vida es, pues, posible. Y deseable.

La libertad de la muerte ha cedido su plaza a la independencia de la vida. Lo de morirse carece de mérito. El desafío está en vivir. Si se es libre e independiente, a “uta are”. Si lo segundo, “a are uta”. En todo caso, no se engañen. Meter la bola a los demás, es trasunto fugaz. Si no podemos ser siempre independientes, conformémonos con un rato. Cuanto mayor el período de tiempo, avísenme para que les admire.

Ese tesoro no toca en sorteo alguno. Se gana a pulso.

Un saludo.

martes, 22 de mayo de 2012

FINAL DE COPA

Huir de los problemas. Huir. El eterno destino de los débiles. La huida de sí mismo. Huida como alejamiento. Escapada del daño. Miedo ante la realidad. Abandono, deserción, espanto, evasión, ausencia. La vida como evaporación es aire casi nunca limpio.

La señora Esperanza Aguirre acumula, en los últimos meses, una retahíla de declaraciones muy poco afortunadas. La penúltima es su deseo de que la final de la copa del rey de fútbol se suspenda y se celebre a puerta cerrada. No soporta la posibilidad de que, como ya sucediera, se ultraje al Jefe del Estado, en este caso al Príncipe, a la bandera de España y al himno de la nación. Que son delitos, argumenta. Hasta ahí de acuerdo. La presidente de Madrid mezcla lo subjetivo con lo objetivo y una gobernante de su altura no debe meter los pies en esos charcos. Los ultrajes pueden ser delitos. Sin embargo, para calificarlos habrá que esperar a que los hechos se produzcan. A quién no le pasa por la cabeza abofetear a un maldito etarra asesino o a un pederasta violador y no por ese pensamiento se le puede atribuir una falta o delito de agresiones. El pensamiento es libre. Los hechos, tozudos. Sin embargo, las relaciones de causa-efecto deben ser probadas.

En el país de la Inquisición y de la censura previa, preferimos tapar antes que limpiar. Síntoma de afecciones antidemocráticas. Tengo en gran estima a la señora Aguirre. Me parece una mujer de enormes capacidades políticas a la que sobra, de vez en cuando, algún resabio de autoritarismo mal entendido. El fútbol es un fenómeno de masas que a las masas adormece. Gracias al balompié y a los medios audiovisuales que retransmiten los partidos, el país está en calma, sofronizado por los reflejos de los futbolistas e inquieto por los comentarios de las tertulias de la salsa rosa de la pelota. Si no fuera por ello, de qué forma sería posible una paz social en un pueblo que sufre la desgracia de millones de parados.

Matar mosquitos a cañonazos es una terapia nada recomendable. Prohibir resulta válido en la medida que las leyes y el sentido común así lo manifiesten. Menos mal que doña Esperanza no sugiere que la policía detenga, cachee y ponga a disposición del juez a los miles de aficionados que mancillan nuestra Constitución, se ciscan en las leyes y se mofan de los sentimientos patrióticos de millones de españoles. Por fortuna, la presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid no alienta a una manifestación de espíritu nacional español en los aledaños del estadio del Manzanares a fin de silenciar con gritos y/o palos a los disidentes de las normas y a los piratas de los sentimientos de los demás.

Si vascos y catalanes se reúnen en un escenario público para dar rienda suelta a sus frustraciones de no sé qué, considérenlo una terapia de grupo aconsejada para sujetos que, a falta de razones, se alimentan de vísceras. En el ruido descubriremos el fuero carpetovetónico que guardan en su interior y el perfil de australopitécidos que todavía persiste en ellos. Ya sé que estas reacciones no son propias de países civilizados ni de regiones cultas. Pero en qué familia no se crían especímenes destinados al cuidado del “hermano mayor” o del psiquiatra más reputado. La fuerza de unos no ha de ser contestada con la fortaleza punitiva del Estado. Sí reconducida. Sí encauzada. Sí orientada.

Que el estadio del Atlético de Madrid se llena de senyeras e ikurriñas, pues muy bien. Son banderas tan españolas como la rojigualda. Que gritan a los príncipes de Asturias, adicionénlo en el debe de los chillones y en el haber de los herederos de la Corona. Que piden independencia, pues que se escuche bien alto y claro. De cien mil gargantas no pasan. Sobre ellas domina el silencio de millones de personas que distamos y discrepamos de sus bravatas. Menos prohibir y más informar.

La fiesta del fútbol sólo puede ser empañada por los estragos de los talibanes. Si ellos quieren guerra, la sociedad tiene preparada las leyes de la paz. Todos podemos amar a Cataluña y a las Vascongadas sin por ello odiar a España. En caso contrario, no estaríamos mentando a personas, sino a cretinos y/o animalitos. No encender palabras en el polvorín de los denuestos. Por favor, no fumar. Advertencia final: ni en San Mamés ni en el Camp Nou se permite rascarse mientras suenan los respectivos himnos de la región y ondean las banderitas tú eres guapa. Allí las libertades se las pasan por el forro de sus cajas. Para ellos, el imperativo categórico de Kant es lo mismo que la parabellum o la kale borroka. Cosa de borricos.

Un saludo.

lunes, 21 de mayo de 2012

A LA CAZA DEL BORBÓN


La paradoja. Mira al avaro, en sus riquezas, pobre. El cazador, de su presa, pieza. La cacería de Bostsuana puede ser el epitafio de una sentencia largamente prevista. La Guerra de Sucesión se sigue librando mucho antes de que muriera Carlos el Hechizado. La España católica y monárquica es, al mismo tiempo, la España capaz de concebir al Quijote y de acuñar su propia leyenda negra. En el safari africano, la fotografía nos muestra a un elefante disparando sobre su perseguidor. Nunca una víctima logró tan sonada venganza sobre su verdugo. Por eso, la paradoja. Lo inverosímil y lo absurdo se presentan con apariencia de verdad contradictoria.

Izquierda Unida es un grupo cercado por su propio sinsentido. Algunos de sus dirigentes siguen encaramados al árbol del bolcheviquismo. Creen que la república es la opinión del común y el sentir de la ciudadanía. Insensatos. Estas cosas no son cuestión de creencias. Se certifican y punto. Yo creo que es la expresión fatídica de los incompetentes y de los fundamentalistas. La fe es patrimonio interior de la persona. La constatación de las hipótesis discurre por caminos del método científico. En tanto desprecian la religión, enaltecen la ideología comunista como el bálsamo de fierabrás que cura todos los males. El brazo fiero es, en realidad, la idea que anima a estos demócratas de pacotilla. De la pesadilla del estalinismo no han despertado estos caciques de gulag y de checa.

Cualquier manifestación es buena para ondear las banderas tricolores de la Segunda República. La oportunidad se la presentaron calva con el coñazo, con perdón, del paquidermo. El error del rey va a costar un borbón y tres cuartos del otro a don Juan Carlos. Si la cara es el espejo del alma, la aparición del Jefe del Estado implorando perdón por el error que no se va a repetir, es todo un muestrario del “acollonamiento” de Su Majestad. Desde este “disparadero” de opiniones, ya hemos advertido sobre el aura de romanov que se formaba sobre la Familia Real. La aureola no es, precisamente, de santidad. Es el distintivo que los nazis colocaban en las prendas de los judíos. Los ataques a la monarquía son una reedición del antisemitismo y un atentado contra la democracia.

Si hay que reformar la Constitución, acúdase al procedimiento legislado. En tanto el pueblo se decide y los padres de la patria dejan de jugar a los congresitos, traten de que la dinastía Borbón siga reinando, que no gobernando, de forma ligeramente similar a como en Inglaterra lo hace la de los Windsor. Llamazares no se quiere enterar de que el Parlamento ya se ha pronunciado al respecto. O es que prefiere una pistola y dar el tiro de gracia al rey.

El destino de los Borbón es bien triste. La sangre azul de la realeza se ha teñido tantas veces de rojo... Las fotografías que ilustran este artículo pueden hacer reflexionar a más de uno sobre el determinismo de los genes y sobre la dialéctica de la historia.

Agradezco a la profesora Valdivieso su aportación. Hagan ustedes las suyas.

Un saludo.

domingo, 20 de mayo de 2012

CAJAS DE FORROS

Mira que tenían su sentido. Mira que desarrollaron un papel fundamental en la economía. Mira que crearon empleos. Mira que eran de fiar. Mira en qué la han convertido. Las cajas de ahorro se han transformado en cajas de forros. Guaridas y abrigos de vestidos ideológicos. Cubiertas de cuotas tableadas de obediencias y mangoneos. Preservativos de eyaculaciones violentas. Trampas levantadas por organizaciones con ánimo de lucro e intención de fomentarlo.

Un colega homónimo, e insisto en lo de la homonimia, me reprocha con bastante estilo el eufemismo de culpa in vigilando que atribuí al Banco de España en su desdichada actitud frente al caso Bankia. Que existen delitos, presuntos, más llamativos, lo sabía pero no suelo decir aquello no puedo probar. Desde falsedad documental a estafa y desde apropiación indebida a fraude fiscal. Desde traspasos de préstamos millonarios a constructores amigos y a blanqueo de capitales. La corrupción se mueve entre los suelos de mármol del imperio cajista como Juanito por su casa. El Fiscal General del Estado del PP, el señor Torres Dulce, ha declarado su beligerancia contra la corrupción. Y yo que me lo creo. Obras son amores, señor Torres.

La corrupción es un mal extendido en la sociedad democrática. Los gobiernos central y autonómicos han escrito un nauseabundo manual sobre geografía de la utilización de los medios públicos en beneficio privado. No es que se corra el riesgo que el cáncer se enquiste. Es que ya forma parte de la patología orgánica. Hasta el punto en que, siguiendo a la Real Academia de la Lengua, la corrupción se materializa en diarrea y los síntomas de evacuaciones líquidas frecuentes no se cortan ni a golpe de medicamentos ni a base de tapones. Tal es la dimensión de la enfermedad.

Argumenta el señor Fiscal General acerca de la incursión en tipo delictivo del cobro de ciertas cantidades por parte de los directivos irresponsables y golfos que han contribuido al descrédito de instituciones de ahorro que fueron modelos de solidaridad social. Y yo le digo al señor Torres Dulce que si toda la pólvora se gasta en esa vía de investigación, es preferible darle carpetazo. Para ese viaje, las alforjas, de tan trilladas, pierden consistencia y son un lastre. Lo que se ha de pesquisar es la relación de complicidad de los partidos políticos y de las organizaciones sindicales que integran los consejos de administración con los créditos concedidos. Las averiguaciones de la policía judicial deben centrarse en escudriñar las cuentas, en examinar los balances, en examinar los impagados, en rastrear la causa de los desahucios de los más desvalidos y las condonaciones y olvidos de las deudas de los “amigüitos” del alma. Por ese sendero y en ese terreno.

Recomiendo al señor Torres Dulce que husmee especialmente por Huelva. Concluirá que la influencia del Psoe en nuestra provincia no se detiene en el nombramiento de cargos públicos o en la creación de una administración paralela o en la subvención a medios incondicionales a su causa o en el cobro por sanar a muertos. Ni mucho menos. En la Caja que llevaba el hermoso nombre de nuestra ciudad. Explore por ahí. El humo le conducirá inexorablemente al fuego.

Que su actividad fiscalizadora no da para más, pues bájese en la próxima. Uno está de autoridades con poder hasta el gorro. Y, sin embargo, huérfano de poderes con autoridad. Así es imposible. Los fangos de la economía no son generados por el Banco de España. Se producen en el interior de las entidades bancarias. Desde dentro. Desde muy dentro.

Un saludo.

sábado, 19 de mayo de 2012

EL OTOÑO DEL PATRIARCA

En la historia universal de la literatura, la obra del mismo título de Gabriel García Márquez nos describe una elegía sobre la soledad. La soledad del dictador. Las atrocidades de quien gobierna sin más leyes que las de la fuerza. El ansia por echar años a la vida aunque sea a costa de quitar vida a los años. A los años de los demás. La muerte ajena vale un cachito de metal impuro. La deuda del país se soporta mientras un pedacito de costa pueda venderse al mejor postor.

El otoño del patriarca carece de la belleza narrativa de la sonata de Valle Inclán. Sin embargo, mete los dedos en la llaga de tus remordimientos hasta el dolor. Hay quienes consideran que el patriarca es una referencia caribeña a la muerte natural de Franco. Tal vez sea así. Sin embargo, no lo creo. García Márquez es demasiado mago para un truco tan simple. Entiendo que el premio Nobel sumergía su relato en las tragedias griegas de la antigüedad clásica. Y desde este regreso al túnel del tiempo, nos invitaba a asumir la fuerza del individuo frente al mundo de colectividades gregarias y sumisas.

La matriarca es, en realidad, el disco duro de los patriarcas. La madre, la esposa o la amante están detrás de los sueños y de las pesadillas de quienes conciben el poder como fusta o como relicario. Látigo de castigo a ignorantes, súbditos o cabezas de ganado. La matriarca no es Ángela Merkel. Lo es la idea de una Europa Unida que no acaba de cuajar en la mentalidad castrante de siglos de conflictos. Europa se ha ido gestando en un caldero expuesto al fuego de milenios entre guerras de religión que olían a imperio y entre imperios ideológicos que sabían a rezos. La matriarca esconde las arrugas de su ajado rostro entre inyecciones de bótox y de euros. La comunidad económica era un señuelo para la unidad política. Un anzuelo envenenado en el que picaron los más torpes de la clase y los más listos de la panda. En el tren de la prosperidad europea, pocos tiran del convoy mientras la mayoría no resiste la tentación de ser remolcados. Al fin y a la postre, los furgones de cola son casi todos y todos lamentan la potencia y la velocidad de las dos locomotoras.

En ese proceso, el espectador se apiada de los viajeros más perezosos en vez de alentar el esfuerzo de los maquinistas. Éstos despliegan voluntad y técnica. Los otros, pereza y necedad. Mas todos quieren ser cabeza de león aunque se sepan cola de ratón. Grecia se hunde en el abismo de su inoperancia fáctica. Pide asistencia constante a cambio de nada. Portugal calla y otorga. España se debate entre lo que quiere y no se atreve. Italia desgrana los pétalos de su propio trébol. Alemania sigue erre que erre. Si desacelera, la crisis se alargará sin término fijo. Si descuelga vagones inútiles, la velocidad se incrementará pero el batacazo aguarda a la vuelta. La soledad de la Unión Europea no viene dictada por la política alemana. Está escrita en el frontispicio del templo que Europa nunca podrá ser. El odio religioso de antaño no tapa hogaño las maniobras ideológicas de los mercaderes de ese templo imposible.

La UE es el otoño de la matriarca. El Gobierno mostrará su inteligencia si evita el descuelgue. Formar parte de ese tren siempre nos llevará a alguna parte. De otro modo, nos convertiremos en el centro del cementerio de los elefantes abatidos a balazos en safaris de lujo organizados por los responsables de la caravana ferroviaria. Una tragedia del siglo XXI. Al tiempo.

Un saludo.

GIBRALTAREÑA

En clave de guantanamera de los tres sudamericanos. Gibraltareña. El asunto de Gibraltar es cansino. Cansa porque nos sentimos impotentes. Impotentes. No reivindico territorios sino derechos. Si Utrecht delimitó fronteras, a conformarse con lo que hubo. Los británicos son maestros en el negocio de la piratería y doctores en la ciencia del comercio. Si se precisa una guerra, conflicto al canto. Dispusieron de tropas bien entrenadas y de recursos adecuados. Lo mismo que ahora. Las bravuconadas de Las Malvinas costaron miles de vidas a los argentinos. En el campo de Gibraltar, La Línea no es una raya fronteriza. Es una linde que separa una península gigantesca de otra minúscula. La primera desahoga sus frustraciones en la coca y la segunda debe su euforia a la ína. La figura del primo de Zumosol se corporeiza en la Gran Bretaña que parece aislarse pero que zorrea su patrimonio allá donde se encuentre.

No es la hora de analizar jurídicamente la cuestión de soberanía. Tampoco exploraré los laberintos de la historia. Me detengo en la realidad de cada día. Gibraltar tiene poder. España, no. Los complejos y los miedos son malos acompañantes de personalidades con hambre de futuro. Desde Franco, las relaciones con los gobernantes gibraltareños se escriben en un manual de baja autoestima. El cierre de la verja hizo verter ríos de tinta. Las críticas en el sentido de aprobación del cierre como de rechazo al mismo fueron continuas. Como siempre, los españoles quijoteábamos nuestro pánico bajo muestras de apoyo al pueblo del peñón. Con Peregil representamos la triste historia de someter por la fuerza a unos desventurados pastores marroquís. Ya quisiera que la contundencia de entonces se hubiese empleado, siquiera como didáctica de la diplomacia internacional, en la reocupación del peñasco. Demasiado peligro.

Inocentes. Peregil tuvo un coste muy elevado a corto plazo. Si alguien se asombra, acuda a los archivos de los servicios secretos del país alauita. Pregunte por la conexión francesa de Casablanca. Hunda los morros en las aljamas que proliferan en la antigua Al Andalus. Desde un punto de vista geoestratégico, el papel de España es esencial, mucho más que el que desempeña el vecino Marruecos. Sin embargo, desde una perspectiva de la dinámica de calentamiento o enfriamiento de los vendavales norteafricanos e islámicos, la pantalla del Ritz es más abrupta y descarnada que la penibética. El valor de la vida de los habitantes de las tierras del Sahara no cuesta un tercio de la del españolito. Ellos lo saben. Quien nada tiene que perder, su fuerza se computa en grados de fiereza. Los que se acostumbraron al confort del desarrollo, dejaron la austeridad, los esfuerzos y los callos de las manos en los que pueblan el limes del imperio de la UE.

Gibraltar juega a lujo y a delito. Juega. Representa el papel de zapato al que no molesta la chinita española. Será al revés. No. Es tal cual. Los narcos, los pescadores de no sé qué, los dueños de paraísos fiscales, y un ejército de trotamundos endurecidos por el ambiente de aventura, se curten en la adversidad y en el desafío continuados. Quienes no servimos para otras cosas, nos chuleamos ante cabreros solitarios y agachamos la cerviz ante el estoque del esbirro. La Guardia Civil está a merced de un par de lanchas británicas y las fronteras de antaño se amplían ganando terreno al mar. Al mar jurisdiccional español.

Como falta otra cosa, bailamos sevillanas y cantamos gibraltareñas. Al final, hacemos chistes de nuestra cobardía y nos reímos por detrás del inglés con acento andaluz de la población limítrofe. Ya les digo. Mozas aquellas. Cuidadín, que os metemos en Marbella a la Royal Navy. País de ciegos.

Un saludo.

viernes, 18 de mayo de 2012

SE SIENTE. UPYD ESTÁ PRESENTE

Pocos refranes tan demoledores como el que dice “dónde irás, buey, que no ares”. El destino va ligado, con frecuencia, a los genes. El escorpión que aguijonea a quien lo salvó, se excusa con el rutinario “es mi instinto”. Somos animales en similar proporción al agua de nuestro cuerpo. O acaso más.
En el mundo de las relaciones humanas, la idea maniqueísta de buenos y malos es posterior al hecho contrastado de las buenas y de las malas obras. El cainismo y el abelismo constituyen el resumen bíblico de una sociología de la humanidad. Cierto que los matices son importantes, pero no son definitivos. Un observador de la vida política –ahí aflora como en pocos ámbitos el animal interior que cobijamos- aprecia de un vistazo el golpe de mentiras que acompaña a las declaraciones de cualquier gobernante. Se trata de latiguillos verbales, de movimientos giratorios de las manos, de la estudiada dejadez de la camisa sin corbata, de la formidable bocanada de oratoria previamente cocinada y así, hasta un centenar de tics desveladores de los recovecos de un personaje cualquiera.
Rosa Díez nunca fue santa de mi devoción. Jamás. A veces, despertó en mí una esperanza de que el cambio era posible. Admiré su contundencia dialéctica y su habilidad mediática. Una mujer no tan preparada intelectualmente como tatuada a conciencia para el mundo del espectáculo. Puedo admitir que, alguna vez, llegué a creer en la sinceridad de su mensaje. Necio de mí que lancé invectivas contra ella durante su período de Consejera en el Gobierno vasco de Ardanza. La señora Díez se posicionó entonces como una mujer que ansiaba hacerse perdonar su castellano apellido, como tantos otros maketos, a base de atacar a cualquier español que agrediera la imagen del País Vasco y de su gente. Lo propio en gente cuya personalidad se cuantifica en el número de votos posibles y en la elongación de años de mandato. Hasta que Redondo Terreros le arrebató la Secretaría General del Partido Socialista de Euskadi. A partir de la fecha, la andadura errática de doña Rosa recorrió los tranquilos mares del europarlamentarismo. Punto de inflexión. Copernicano giro hacia el conservadurismo más prosaico. La señora Díez viró hacia el lado de la permanencia protagonista. Su rol en el Psoe se tornó tan deslucido que la recuperación del brillo precisaba un paseo por el túnel del lavado antietarra. Se hizo españolista a la vieja usanza. Imitaba a Mayor Oreja pero jamás alcanzó la coherencia del popular vasco.
En Asturias, ha pactado con su Psoe. En Madrid da lecciones de patriotismo político, de economía social y de superioridad ética. Las más lista del hemiciclo y la más modesta. El repelente niño Vicente se encarna en la figura, ya sexagenaria, de una mujer ambiciosa. Imbuida de los rasgos innatos y/o aprendidos de la dirigencia psoecialista, no se despoja de la herencia de sus coetáneos Felipe, Damborenea, Rubalcaba o Barrionuevo.
Es la cola de las estrellas fugaces. Rosa Díez es un asteroide fugitivo. Una desclasada política. Sabe lo que quiere mas no halla acomodo. Y, por tanto, ni el reconocimiento. Allá ella con sus problemas. Se ve, se siente, Rosa Díez está presente.
Un saludo.

miércoles, 16 de mayo de 2012

BORRÓN Y CUENTA VIEJA

La península no bascula ya al oeste. Se inclina por todas partes y cabecea hacia cada una de ellas. Los ríos de la Meseta vierten a ratos en el Atlántico, a ratos por el Mediterráneo. Las aguas del Cantábrico oriental siguen movidas aunque su furia provoca terror.

Cuando una plataforma se desgaja de su base, el destino es el balanceo. Las cosas van mal en España. Qué vamos a descubrir. El efecto Rajoy despertó gran atención pero las mudas son vulgares. La armada del desempleo incrementa sus filas con nuevos contingentes venidos de los escuadrones de trabajadores estacionales. Las empresas aprovechan la reforma laboral para rodearse de incondicionales. Las administraciones concursales remueven los fangos de la deuda y la elevan en pocos meses. Los trámites oficiales atrapan a los acreedores en una espiral de papeleos disuasores. La banca se escuda en su tradición monopolística para justificar sus golferías especuladoras. El sistema social tiene más agujeros que un colador. La clase política permanece sumida en su propia incompetencia y en su avaricia. Los movimientos sociales se reducen a actos folklórico-festivos con exhibición de banderas republicanas y pancartitas de indignación mediática.

En este mismo terreno de la nadería y de la superficialidad de acción, la educación no retrocede. El fracaso escolar, sin embargo, sí va a disminuir. Con menos presupuesto, profesores y alumnos van a sacar mejores notas a su labor. El oropel de las tecnologías del porno, del viaje barato o de los mensajes electrónicos abandonará los centros docentes y se notará positivamente. La sanidad no irá a peor. Se quedará en los niveles de los últimos años. Menos dinero pero similares resultados. Todos respondemos a los incentivos económicos pero los profesionales honrados no dejan a sus pacientes en la estacada. Ni mucho menos.

Las Autonomías no deben desaparecer. Por el contrario, han de ser fortalecidas. Constituyen el hito de un Estado descentralizado que sabe dar solución a problemas concretos. Las fuerzas centrífugas no son desestabilizadoras. Lo de Euskadi o Cataluña es un canto a la recentralización territorial de España. En lugar de una capital, tres. Los independentistas no critican la acción centrípeta de Madrid. Homenajean a los reaccionarios de la Generalitat o de la Lehendakaritza. Autonomías, al alza política. Pero sometidas al control financiero de España. No se puede consentir, un día más, ni el despilfarro de gobernantes sin escrúpulos ni la idea de reinos taifas. Todos nos morderemos las uñas con los recortes pero nadie ha de escapar al destino de los techos de gasto. Igualito que los clubes de fútbol que lucen millonarias deudas a la Seguridad Social. Cómo se permite una tropelía de este calibre. Los defensores de una Constitución sin Título VIII debieran erigirse en adalides del cumplimiento estricto de las leyes.

El problema no es tanto de política como de mentalidad y de cultura. Si los españoles nos aplicáramos en el ejercicio constante y regular de nuestros deberes cívicos, acaso las soluciones vendrían por el carril del AVE. No se trata de indignación nacida en sectores ideológicos de la izquierda o de la derecha. El cabreo nacional está provocado por la escopeta del Antiguo Régimen. Algunos pretenden volar con servicio de lujo a precios de low cost. Otros quieren volar aunque el avión parezca un autobús de línea urbana, con todos los pasajeros en pie.

Es hora de borrar garabatos de la vieja cuenta. Cuando hayamos superado el estrato del psicoanálisis individual y colectivo, abriremos el cuaderno de la cuenta nueva. Entonces, sí. Entonces.

Un saludo.

martes, 15 de mayo de 2012

LA DIPUTACIÓN DEL CERROJO

Siete como si fueran setecientas. El nivel de incompetencia de los dirigentes psoecialistas de la Diputación de Huelva sólo es equiparable al elevadísimo listón en el que han colocado su desvergüenza política. Tantos ejemplos y tantas causas para tamaña aseveración se concentran en un concepto, el Palacete de la Plaza de las Monjas, en una idea, la de vivir a cuerpo de marqués, y en una intención, la de hacer de la dictadura un traje de hadas democrático.

Los profetas de medio pelo lanzaban el mensaje esperanzador de que el cambio de Petronila por Caraballo ventilaría las sucias estancias del organismo. Que a la opacidad de la señora se opondría la limpidez del caballero. Frente a la mala praxis de una presidente, el sentido común del sucesor. Ante el derroche de medios públicos de la señora Guerrero, la política de austeridad del pariente de Mario Jiménez. Ni una. Nos pronosticadores del adviento de la honorabilidad no acertaron ni en la pasta. Imaginen la cochambre de las páginas del libro.

Transparencia Internacional ha clasificado a la Diputación de Huelva, digo del Psoe, a la cabeza de la oscuridad de Andalucía. Tres mil horas de sol al año para que vengan unos vampiros e impongan el reino de las tinieblas. La oficina ha pasado de la siniestralidad al alcantarillado. Eso sí, la pandilla del puño que mustia a la rosa niega la acusación. Jamás he conocido a un réprobo que admita su maldad. Ni existe humilde que se proclame el más sencillo entre los mortales. José Martín, que pasa por cortocircuitador oficial de comunicaciones libres por la universidad municipal de Aljaraque y una de las cabezas mejor amuebladas en el triste oficio del endeudamiento público, asegura que el equipo de Caraballo trasciende lo transparente y se eleva en el rompimiento de gloria de lo cristalino. Turbio personaje el que vende como oro el latón dorado.

Si son capaces de firmar un contrato dañino para las arcas públicas; si adjudican puestos de responsabilidad a razón de su cercanía a las consignas del partido; si subvencionan a medios en base a la resonancia monocorde de las virtudes del poder; si despiezan la credibilidad moral y económica de sus opositores; si pagan sueldos desmesurados a asesores de festín y de mariscos; si hacen de la carrera funcionarial un slalom sólo salvable por los militantes del bipartito y del sindicalismo verticalizado de Comisiones y de Ugeté; si nadie sabe dónde tiran los cuartos de los contribuyentes; si rugen de ira cuando se les muestra el retrato del monstruo que son; si son capaces de fomentar un aeropuerto de cartón a precio del de Nueva York; si se mueven en ese submundo de traiciones al pueblo en paro y por desemplear; si…, entonces, qué puñeta de organismo es el presente.

No existe puerta. Ni ventanas. Una fortaleza maciza. Sin más vanos que los agujeros morales de los esbirros guardianes. Todo él es un cerrojo. El cierre al movimiento del aire. Un estado sin conciencia. La Diputación de Huelva no tiene alma. Es un robot que se alimenta de la corriente eléctrica y del enchufe. El enchufe, de cajillo. Empotrado en el muro de la indignidad. Por años. Hasta que los ciudadanos aprehendan lo que vale un peine.

Un saludo.

lunes, 14 de mayo de 2012

CONSEJEROS DE RTVA

Si quieres paralizar una investigación urgente, ordena una comisión. El dicho no ha perdido actualidad. Las instituciones que se rodean de consejo de administración, lo mismo. Designan consejeros y asesores que ni previenen ni orientan ni guían. Enredan. Intrigan. Embrollan. Meten cizaña.

La noticia del día es el nombramiento de un político del Partido Popular en el Consejo de Administración de Radio Televisión de Andalucía. Por su parte, Izquierda Unida propondrá al sustituto del recién nombrado Viceconsejero de no sé qué para que cubra la vacante del personaje. Cambio de cromos. De cromos. Estampitas. Timo de. En lo alto de la ola de la crisis, los que predican ejemplaridad en el gasto se piden “primer” para meterse unos miles de euros en sus bolsas. Después se quejan del rugido de la muchedumbre. Vayan a paseo.

Uno reprocha con cierta frecuencia la pésima política de comunicación del Pp. El mismo lamento dirigido a la sabihondez propagandística del Psoe. Unos por defecto y los otros por exceso, ocupan los ejes del flujo de la influencia y de la subvención. Canal Sur necesita los mismos consejeros que el nonato aeropuerto de Huelva o el monumento a la nihilidad que es el de Castellón. O sea, ninguno.

Diecisiete sabios de Grecia integran la pandilla de administradores de Canal Sur. Menos mal que no llegan a las dos docenas. La calidad alcanzaría entonces cotas de subsuelo aterradoras. La deuda del juguetito nos tiene cogidos por donde el toro empitonó a El Cid. Desde que el Areópago de la vergüenza se constituyó, sus sesiones han contemplado las diatribas de los sindicalistas en representación de CC.OO y de UGT, de los barandas de los empresarios, de los escuderos mudos de corporaciones locales, de los “ángelsiseñor” de la Junta y los voceros dorados de organismos sin postín. No sabría decirles cuánto nos cuesta cada reunión del Ente. Lo que sí les acredito es que la deuda desborda las necesidades de cientos de familias en paro.



Asesores de qué y administradores de quién. La eliminación del órgano sólo comportaría beneficios. Aparte de los económicos, los de motivación. Andalucía sabrá que una cuadrilla de desahogados deja de vivir a cuenta del erario. Un consuelo. En modo alguno, los programas de la teletonta andaluza se resentirán por tan luctuosa pérdida. Si a la extirpación de este apéndice sin función se uniera la erradicación simultánea de los miles de puestecitos de confianza de los políticos, el enojo social se rebajaría varios enteros. Así, paso a paso, sin necesidad de prescindir del medio televisivo, nos permitimos el lujo de mantenerlo bajo auspicios de racionalidad y control.



La tierra para quien la trabaja. De holgazanes y gandules, no les digo hasta dónde. Exprésenlo ustedes.



Un saludo.

domingo, 13 de mayo de 2012

LA CADENA DEL FRAUDE PÚBLICO

Granada. Granada tuvo que ser. En la ciudad nazarí la Fiscalía ha implicado a una decena larga de funcionarios de la Diputación por varios presuntos delitos. Todos los delitos están relacionados con cobros indebidos, con fraude a la Administración Pública y con falsificación de documentos. Todos los delitos tienen detrás a un alto cargo de la Institución. No falla. La pescadilla vuelve a morderse su cola. El móvil, la pasta gansa. El ganso, el Organismo oficial. Y digo yo, dónde los interventores, dónde los funcionarios no pringados, dónde los mecanismos de control.

Madrid. De allí al cielo. Gómez Benítez es un personaje de la vida social de la capital de España. Catedrático, abogado, consejero. Todo un preboste. El caballero defensor de Baltasar Garzón ha interpuesto una denuncia ante Fiscalía contra el señor Dívar, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. La ofensiva es una cuchillada al corazón del gobierno de los jueces y un cañonazo a la credibilidad personal del más alto órgano de la jurisdicción española. O sea, que no se anda con chiquitas. Detrás de la actuación del garzonista, uno se pregunta por la estrategia que se diseña. No se sabe si quien molesta es Dívar o el verdadero objetivo de la machada es Dulce, Fiscal General del Estado. Para mí, que lo segundo precede a la primera tesis aunque una y otra se hallan imbricadas.

En cualquier caso, el mundo de las intenciones y de las operaciones políticas se mueve en el éter de los pensamientos, y la veracidad de los hechos reclama su protagonismo independiente. Así, la cuestión es saber si la denuncia es falsa o certera. En el primer caso, los círculos psoecialistas sufrirían una derrota rayana en la hecatombe. En el segundo, el señor Dívar debería hacer las maletas desde ya. No entro en los intereses, torticeros o no, del señor Gómez Benítez. Es su problema. Me centro en la tozudez de los hechos. Y si es verdad que sus ilustrísimas abusan en los gastos y reducen la semana laboral a la mínima expresión, habrá que llamarles al orden. Y si es cierto que, aparte de abuso, existe delito, que cada uno cargue con su responsabilidad.

La Administración Pública no puede ser una cueva de mangantes. Si la Fiscalía interviene activamente en los señalados casos de Granada y de Madrid, se abrirá un respiradero de justicia. Sería deseable que ese orificio mínimo se fuera ensanchando hasta la transparencia. Porque, no nos equivoquemos. Como los anteriores, hay miles de casos de corrupción en los que el Ministerio Público ni está ni se le espera. Y los dineretes están en la base de todos ellos. Vil metal.

La cadena de fraude es una cadena de favores. Los administrados soportamos la falta de libertad y los administradores disfrutan del producto del fraude y de los beneficios de los favores. Qué patulea.

Un saludo.

sábado, 12 de mayo de 2012

BANKIARROTA

La que fuera Caja Madrid es una ruina, un desastre, una quiebra. El producto de una gestión deficiente e incluso fraudulenta. España es un país sufridor de bancarrotas. Superarla nos ha costado riñones. Recuerden. La bancarrota de 1872 se sorteó vendiendo Minas de Rio Tinto a los británicos. Sentido del negocio por parte de unos y sinsentido de Estado. Pero bueno, era otro contexto. En cualquier caso, hemos aprendido bien poco.

El caso Bankia causa grima. A los dislates de otras cajas de ahorro gobernadas por forajidos de guante blanco, se une la entidad que presidió Rato. Responsable del desastre financiero no es el exvicepresidente de Aznar. Algunos mequetrefes falsarios lo elevaron a la peana como si fuera un sortilegio contra la mala suerte. Necios. La suerte acompaña al que trabaja. La fortuna acumulada es patrimonio del que especula, de quien negocia en las lindes de lo legal o del que hace de la manipulación su arma de destrucción masiva. Los pequeños ahorradores de Bankia no son culpables del batacazo. Responsables, sí. El Banco de España tiene culpa in vigilando. En cuanto al Gobierno de Zapatero, qué les voy a contar si en el colmo de la majadería se ensoberbecía del mejor sistema financiero del mundo. La culpa de la debacle es de los gestores. La responsabilidad, compartida.

Alguien puede creer que la nacionalización de Bankia es la panacea. Por favor. Los activos bancarios acumulan una enorme cantidad de residuos tóxicos. Tal, que puede modificar el medio ambiente financiero y apuntar a la desaparición del sistema. La regulación bancaria ha sido el cuento de la buena pipa. En cuanto a los vigilantes de la ley, tan ineptos como los comisarios de policía a los que roban en sus narices los depósitos de cocaína incautados. En este sentido, ya no sé si el ladrón es el culpable o cómplice del servidor público. Los papeles se han intercambiado a fin de borrar rastros. Es posible que los buitres carroñeros se libren de la cárcel. Lo que es más que probable es que miles de empleados pierdan su trabajo y otros tantos depositantes sufran el mal del corralito. Sin embargo, lo que se da por seguro es que muerta Bankia, no desaparece la rabia. Miren ustedes. La banca moderna lo que menos hace es prestar. Se dedica a invertir y a especular soportando riesgos mortales. No para beneficio de los españolitos más ahorradores, sino de las águilas imperiales que gobiernan las grandes empresas participadas por esta banca.

Las deudas de las citadas empresas son himaláyicas. Se conocen sobradamente. Se permite a sus administradores presumir de beneficios cuando el agujero cancerígeno se observa desde el exterior. A ver quién le pone el cascabel al tigre de esa enfermedad extendida. La bankiarrota es, en verdad, bancarrota. Y lo malo es que todos miran para otro lado. Rajoy tiene la oportunidad de frenar la hemorragia. Si busca el consenso de Rubalcaba, estará perdido. Lo de Grecia va a ser de traca comparado con lo de España. La Champion´s League se juega en campo de barbecho. Pena, penita, pena.

Un saludo

viernes, 11 de mayo de 2012

NEOCONSEJERO

El recién nombrado consejero de Justicia del Gobiernito de Griñán se ha estrenado metiendo el zapato en un charco inmundo. Parece como si dedicarse al enredo fuere la condición sine qua non para su designación. El señor Llera, fiscal, ha cambiado el Ministerio Público por el Ministerio privado. Y las puñetas hechas por confeccionarlas personalmente. Introducir críticas jurídicas a la juez Alaya estaría bien si se realizan en el seno de su oficio. Lo que está mal, y no es maniqueísmo, es efectuar reproches desde la peana de la actividad política, sobre todo desde el cargo institucional que ha prometido o jurado defender. Como si el gran problema de la Justicia andaluza fuera el ingreso en prisión del señor Fernández, exconsejero de Empleo.

Los juzgados de Andalucía tienen el honor de contar con un personal de altísima categoría profesional. Pese a ello, miles de sentencias por ejecutar. Si atendemos al Derecho Público, bastaría al minister autonómico echar un vistazo a los contenciosos administrativos para tomar conciencia de las barbaridades actuantes de la Administración Pública. Los jueces y los secretarios judiciales no dan abasto. Lo mismo se recurre una multa de sesenta euros que la resolución arbitraria de un expediente sancionador o la responsabilidad patrimonial derivada de un accidente callejero que provoca una alcantarilla desplazada. Con tantos mimbres para tejer un nuevo concepto de cesta judicial, el señor Llera la emprende con la innecesariedad del encarcelamiento del que fuera altísimo responsable de la Junta cuando el Gran Jefe era presidente del Gabinete autonómico.

Por la misma regla de tres, el novísimo consejero debiera pronunciarse sobre la privación de libertad del señor Guerrero y de su chófer. Sin embargo, mutis por el foro al respecto. La compuerta se ha situado en la persona del consejero y si alguien acciona el mecanismo de apertura, las aguas, no precisamente limpias, podrían empapar a más de uno de sus colegas de la Junta. Y digo yo que cómo es posible la discrepancia con la juez Alaya y no ofrece su cooperación para que las investigaciones de la magistrada estén libres de tantos obstáculos. Por ejemplo, por qué ha de ser el PP quien impulse el proceso e insta a que se reclame a la Junta veintiún expedientes de modificaciones presupuestarias del fondo de reptiles por un importe superior a mil quinientos millones de pesetas. O habrá que pensar que don Emilio se ha instalado en el sillón de la jefatura superior de Defensa Jurídica del griñanato. Porque no despreciemos las declaraciones del exconsejero Fernández relativas a que todo el Consejo de Gobierno conocía, desde 2001, las precitadas modificaciones.

Para rematar la faena de la barbaridad política, el señor Llera admite que el proyecto de Ciudad de la Justicia pertenece al campo de la ciencia ficción. O sea, que el proyecto en marcha y a toda vela que anunciaba la señora Hermosín es una realidad paralizada, empantanada y frustrada que consagra la demagogia como el panfleto democrático de bolsillo de los gobernantes psoecialistas.

Empiezan como terminaron. Muy mal. Y con tendencia a más elevadas cotas de empeoramiento. Si el protagonista de la crónica de sucesos es un señor fiscal, qué aventuras llevará a cabo el izquierdista que, parafraseando a Basagoiti, tiene los mismos títulos universitarios y académicos de Homer Simpson. Progresar, nada de nada. Pero escuchar la palabra progresistas, miles de veces. Cada día.

Un saludo.

jueves, 10 de mayo de 2012

VALDERAS LIMOSNEA

Qué diferencia a Valderas de Anguita. Pregunta de respuesta interminable. Si se expusiera de forma correcta, la cuestión sería qué tienen en común ambos personajes. En este caso, la contestación sería escueta: la militancia en IU. Y paren ustedes de contar. De la pinza contra la corrupción felipista impulsada por el político de Córdoba, a la pinza contra el hedor griñanista autocolocada por el exedil onubense, hay un reguero de pólvora incendiaria de valores. Y si digo de valores, acompañen de ideologías.

La alianza infame suscrita entre don Diego y don José Antonio no trae causa de una voluntad concomitante de gobernar Andalucía. Nada de eso. El señor Griñán se asegura unos cuantos años de impunidad mientras el señor Valderas se emborracha de poder institucional. Uno y otro han firmado un pacto de supervivencia en la cosa pública. No hay más objetivos que los reseñados. Y si no, cómo explicamos a los mortales que el vicepresidente sea el tercero en el protocolo y que las Consejerías reclamadas sean desalojadas de las competencias que antes poseían. Valderas es un vicepresidente vacío que acepta su destino por ser un político lleno de ambiciones. En cuanto a los consejeros designados por Izquierda Unida, más de lo mismo. Se creyeron bosques frondosos y amanecieron como floreros mortecinos.

Se dice en los mentideros periodísticos que Griñán ha engañado a Valderas. Nadie se cree ese dicterio. Es provocador e insultante. A un caimán de la política como Diego no le clava un embuste un depredador de la Junta como José Antonio. Uno y otro tienen más conchas que un galápago. El contrato suscrito por ambos no está viciado de consentimiento y sí revela objeto y causa. Se trataba de arracimar influencias y de abrir agencias de colocación. Tú me dejas mandar y, a cambio, yo satisfago tu sed de empleos selectos. El pícaro pide limosnas y el hidalgo arruinado paga con la bolsa del pueblo.

Si tuviera sentido de la elegancia política y de la moral, Valderas exigiría a Griñán el mantenimiento de las Consejerías y la devolución íntegra de sus competencias. Que el mandamás se niega, pues ya es mayorcito. Para pedir limosnas y para otras muchas cosas. Allá él.

Un saludo.