La
falta de argumentos es el sustitutivo de la carencia de razones. Desde
que el PP gobierna España, va para año y medio, la prensa dependiente
del Psoe grita a los cuatro vientos la rendición de la soberanía
española en el orden económico y la entrega de la plaza a la Alemania de
Merkel. Pues muy bien. Pero qué falso.
España
no es colonia alemana. Ni puede serlo. La intervención de la Unión
Europea en los asuntos económicos de los países miembros sí pasa por el
ejemplo y la autoridad de los teutones a la hora de establecer controles
y de obligar a cumplirlos. No se puede hacer un presupuesto anual a
sabiendas de que los ingresos y los gastos van a arrojar un incremento
del ya gigantesco déficit. Alemania avisa de la ilegalidad y reclama una
corrección. La señora Merkel no gobierna en nuestro país ni en ningún
otro distinto al suyo. Eso sí, tiene la santa y sana voluntad de decir
despilfarrador al que derrocha sin tino y de colocar los filtros que le
venga en gana para seleccionar a sus compañeros de viaje europeo. Es lo
que hay.
Zapatero
dejó el país en unas condiciones tan extremas que, de mantener el
descenso vertiginoso, hoy estaríamos tan intervenidos como Chipre y
presos de un corralazo que ríase de los pinipons de sus ciudadanos. La
información no manipulada nos ofrece miles de muestras del descontrol
que reina en aquellos territorios cuyos gobernantes viven la juerga
perpetua a costa de la sangría impositiva de pueblo. Verán.
La
Cámara de Cuentas de Andalucía ha apuntado la existencia de
"deficiencias de control interno" en las subvenciones concedidas por la
Junta de Andalucía a empresas privadas y a familias e instituciones sin
fines de lucro, por lo que recomienda la implantación "de manera
progresiva de las nuevas tecnologías en la concesión de los diferentes
programas de ayudas y subvenciones". Y quién canta a la Junta las
verdades del barquero. Verán.
El
Banco de España informa que Andalucía cerró el año 2012 con una deuda
pública por importe de 20.544 millones de euros, equivalente al 14,5 %
del PIB. Verán.
Si
no tenemos una Merkel capaz de poner coto a este desbarajuste,
ahoguemos de una vez por todas al país. España no es una colonia
alemana. Qué va. España es una pupila que debe ser instruida con fuertes
dosis de heterodisciplina en tanto nadie se entera de que la
autodisciplina es el mejor remedio para ser autónomos. Nadie. Nadie se
entera.
Un saludo.
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