El
director de Empleo es inocente. La cúpula del Psoe, también. Los
sindicatos amigos, ni qué decir tiene. Aquí sólo hay dos culpables. La
juez Alaya y el perro.
Quién
puede dudar de la honorabilidad de ese sindicalista de tronío que es
Lanzas. Nadie, por favor. Y de la irreprochable actitud de Griñán. Un
perturbado cualquiera. De don Chaves, mejor no mentarlo. Es la
transparencia por antonomasia. Alaya y el perro policía.
Ya
es mala suerte. La señora magistrada supera su enfermedad y se tira a
la piscina encontrándosela llena de agua. Y para terminar la competición
acuática, aparece el chucho y nos da a todos una clase de baño por
ochenta y tantos mil eurazos.
Lo
mismo necesitamos menos detectives y más canes. Igual sobran jueces
funcionarizados y faltan árbitros con dos pares de bemoles.
Tengo clara una cosa: yo soy inocente. Y otra: Griñán, tú no ERES ajeno. Por último: el perro es una joya.
El
verbo ser se conjuga en Andalucía en segunda persona del singular del
presente de indicativo: ERES. Sin embargo, los deseos de regeneración de
los ciudadanos se expresan en el presente del subjuntivo: que juzguen a
los maleantes, que los metan en el trullo, y que nos liberen de una vez
por todas de tanto chorizo de guante blanco, puño en alto, roja rosa,
carnet sindical y acta de parlamentario.
Indicativo: ERES. Subjuntivo: que se haga justicia.
Un saludo.
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