Lo
de Comisiones Obreras es para comer aparte. El sindicato más glorioso
que ha producido el movimiento obrero está echando a perder su bien
ganado prestigio a manos de no sé qué bastardos intereses de su cúpula
directiva. Nacido en pleno franquismo, el sindicato de Marcelino Camacho
ha entrado en un callejón sin salida y está preso de las arenas
movedizas de su ambición empresarial. El sindicato que defiende al
trabajador frente a la explotación de la empresa se ha convertido en una
empresa con denominación sindical para romper con la propia historia de
los héroes, sí los héroes, que lo fundaron.
Toxo
es el último eslabón de una cadena de secretarios generales que han
vendido su alma sindical al patrón del partido socialista y que han
preferido crear un holding antes que poner su estructura al servicio de
los obreros. Sic transit gloria mundi. La coalición con Méndez, líder
máximo de la correa de transmisión del psoecialismo más grosero, es la
puntilla a su credibilidad. Montarle dos huelgas generales a Rajoy en el
plazo de diez meses de gobierno, tiene miga. Miga y mucha mala leche.
Dos huelgas generales a sabiendas de la herencia recibida por Mariano y,
sobre todo, desde la seguridad de que este legado ha venido emponzoñado
por sus causahabientes, el muy ilustre Zapatero y su no menos delfín
faisánico, el señor Rubalcaba.
En
tanto en el estado español cometen tropelías de esta guisa para
reventar a la derecha, en Cataluña se meten el rabo entre las patas y
adulan la excesiva política de recortes de Artur Mas. En cuanto a
Andalucía, qué les voy a contar. Sus homónimos, Psoe e Iu, dominan las
riendas de la covacha gubernamental. En consecuencia, aquí paz y mañana
gloria. Los recortes de Griñán y de Valderas son determinados por Rajoy.
La corrupción de las instituciones es resultado de la maldad de Rajoy.
La sanidad y la educación públicas se venden como entregas felonas al
sector privado. La Junta permanece indemne. Se necesita tener poca
vergüenza.
Les
cito el caso de Huelva. El hospital “Juan Ramón Jiménez” revela la
podredumbre moral de esta Junta y la catadura agrimensora de Comisiones
Obreras. En el centro sanitario se acumulan camas averiadas en los
pasillos de acceso a los vestuarios. De producirse una emergencia, el
protocolo de evacuación se agrietaría por todas partes. Con ser verdad
estos hechos, CC.OO. silencia los recortes acometidos por la consejera
de Salud y sus adláteres provinciales. Cómo es posible que no se
manifiesten en las calles con similar ímpetu al que muestran cuando de
zaherir al Pp se trata. Su vara de medir no es de este mundo sindical.
Se trata de una varilla de laboratorio que se usa para medir el nivel de
las subvenciones recibidas de la Junta andaluza. Como quiera que el
nivel es bien elevado, a pesar de la pobreza creciente de los
ciudadanos, ellos, agradecidos al señor, hacen amagos de protestas y
después publican estadísticas. Meten en el mismo saco tres kilos de oro y
tres gramos de lata. Luego, dividen entre dos.
Ya les digo, para negra, negra, la seguridad social. Ay Comisiones, quién te saludó y quién te reprocha.
Un saludo.
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