A
ver si algún ingenuo pensó que la comisión investigadora del Parlamento
andaluz sobre la golfería de los falsos EREs iba a cargarse a Chaves y a
Griñán. Ni por un momento. Bueno es Valderas para perder en Sevilla la
silla. Se alía con Belcebú para mantener su poltrona. La misa fue
cantada.
La
comisioncita ha investigado en los charcos postreros de las avenidas
anegadas por las intensas lluvias de la corrupción psoecialista. A ver
qué conclusiones van a sacar. Que los huesos no eran humanos. Por favor.
Y, además, sin posibilidad de rectificación de informes. El escándalo
político de los expedientes de empleo moja hasta los ojos a los dos
últimos presidentes de la Junta. Mas no se preocupen, que para salvar a
los caudillos, los izquierdosos unidos de Diego y los izquierdillas
vendidos de Moro se las componen como los mejores dodotis.
Son
taimados porque el poder empalaga los sentidos de los más golosos. Son
necios en tanto reconocen que los autores intelectuales del perverso
diseño administrativo y presupuestario que dio lugar a la falta de
controles, fueron los exconsejeros Viera y Fernández. Anda y nosotros
con estos pelos. Como si los mentados gobernantes de la nada con sueldos
del todo fueran miembros de la realeza europea y no ejecutivos del
Gabinete de la Junta. Se quieren ir ya. Alguien puede pensar que con
estos políticos cabe una regeneración moral de Andalucía. En vez de
fondo de reptiles, lo del Consejo de Gobierno de Griñán y de Valderas es
un animalario de reptiles sin fondo. Sin fondo y sin forma.
Aquí
no ha pasado nada y aquí no paga nadie. Todos los dedos del Psoe
apuntan hacia el exdirector general de la cocaína. Cómo que por cuánto
tiempo. Hasta que se desdiga de sus acusaciones y, genuflexo, vuelva al
redil de la obediencia y de la sumisión al dios del dinero y del poder.
Total. Los hechos son nimios, infantiles. Vamos a armar esta trifulca
por unas equivocaciones inocentes. Nada. Esto va a quedar en aquí paz y
después gloria.
Qué
de extraño en una región donde el poder democrático se manipula al son
de subvenciones, subsidios, mamandurrias, coimas y otras criminalidades
del estilo. Dónde está la rareza del informe exculpatorio si los autores
del mismo son arte y parte del conflicto. Ojito con decir lo que omitió
la Cámara de Cuentas porque los tentáculos de la Junta son poderosos y
emponzoñados.
Cientos
de millones de euros, miles de millones de pesetas desviados a los
bolsillos de unos bandoleros. Luego llegan éstos y ponen el grito en el
cielo por los suicidios de algunos desahuciados, lanzan denuestos contra
la inmoralidad de los bancos y cajas que ellos mismos gobiernan, se
quejan por los recortes educativos y sanitarios a causa de un dinero que
la jerarquía se fundió y llaman a la huelga general contra el PP, desde
la convicción indecente de que los EREs fueron, en definitiva, una
invención canallesca de la derecha.
En
esta película no hay intriga ni suspense. Desde el casting hasta el
estreno, el pueblo sabía el final. No podía ser de otro modo. Con
directores como Griñán o Valderas y extras como los parlamentarios
investigadores, el the end se veía venir desde el inicio. Valientes
representantes democráticos nos ha tocado en desgracia. A nosotros. Los
de la Junta es que se desternillan de risa.
Un saludo.
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