Cómo
que no. Que sí y mil veces sí. Comunistas de boquilla y capitalistas de
condición. Izquierdistas de labia y derechistas de acción. Los de
Izquierda Unida se aferran al vil metal mientras entonan canticios de
igualdad social. Los bancos son tan malos como la Iglesia hasta que se
pliegan a las exigencias del poder. A ellos piden préstamos y con ellos
negocian la redención del crédito impagado.
La
gente del Psoe puede escribir manuales sobre condonación. Desde los
colectivos al partido a los individuales a militantes significados,
Chaves está en condiciones de firmar contratos de exclusividad con las
entidades bancarias, especialmente las cajistas. Los beneficios
obtenidos en el doble juego del perverso capitalismo financiero y de la
ubérrima obra social de las cajas, se contabilizan en cientos de
millones. Si hay que pagar, pues se paga, dicen los de Izquierda Unida
de Andalucía, pero para qué pagar si desde las consejerías y desde los
consejos de administración puedo someter a los bancos. Los curritos, los
parados, los autónomos, las pequeñas empresas, sí han de pagar. Los
partidos con poder en el poder, ya se verá.
Si
la coalición que se proclama de izquierdas pero que vive el lujo de la
derechona ha admitido que Unicaja y Cajasol perdonen sus cuantiosas
deudas, qué no estará dando a cambio. A ver si alguien se va a creer, a
estas alturas de la engañifa institucional, que Medel regala el dinero.
Lo vende al mejor postor. Y nos sale caro, muy caro, a los
contribuyentes. Con la llegada a la Junta, IU se ha abonado al caballo
ganador del vivo como un marioconde y dos goirigolzaris. Valderas ejerce
de cardenal laico y los ambrosianos se inclinan ante el peso de su
firma. Quién será el torpe que se atreva a decir al orondo clérigo de la
curia izquierdosa que va en pelotas haciendo el ridículo más espantoso.
Le cuesta la dirección, el área, el negociado y el mismísimo puesto de
trabajo.
Resulta
llamativo. La demagogia de la dirigencia de IU repugna a cualquier
observador imparcial. Arremete contra Bankia por estar dirigida por
Rodrigo Rato y apenas gimió contra el escándalo de Caja Castilla la
Mancha donde tenía que dar cuentas Hernandéz Moltó. Lanza gritos de
cólera contra la entidad madrileña y adeuda a la misma un porrón de
millones de pesetas. Exigen la cabeza de Rato pero apoyan la gestión de
su representante en esa corporación. Se produce la paradoja de que,
intervenida BFA-Bankia, España se ha convertido en socio bancario de
Fidel Castro ya que la nueva banca es propietaria de casi la mitad del
accionariado de la Corporación Financiera Cubana.
Unos
reparten hostias y otros distribuyen ostiones. IU, hostias sin
consagrar y ostiones bastos. Las ostras finas se las comen ellos. Si es
con champán francés y en compañía de banqueros amigos, mejor que mejor.
Eso sí, con licencia para, a la salida, vestir la pana y clamar contra
el podrido sistema financiero al que tanto aman. Comunistas de piñon.
Capitalistas de puñal.
Un saludo.
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