Mira
por dónde, manifiesto, en esta ocasión, mi coincidencia con el
movimiento DemocraciaYa. Qué bien. El grupo ha presentado una querella
contra los diputados por Madrid que, a pesar de disponer de residencia
habitual en la capital, cobran dieta de vivienda. Lo mismo se queda en
el acto. Pero qué acto. Hermoso. Igual la ley te dice que no se infringe
la legalidad. Sin embargo, tendrá que comerse la irrazonabilidad y la
irregularidad del cobro.
Algo
se avanza. Llevar a los tribunales esta ristra de triquiñuelas me
resulta gratificante. Los movimientos ciudadanos no pueden quedarse en
movilizaciones casposas que perjudican al pueblo por encima de las
buenas intenciones de los convocantes. A los juzgados. Cualquier indicio
de delito o de apropiación indebida ha de someterse a la jurisdicción.
De esta manera, muchos ciudadanos aceptarán que los cabecillas de la
movida no dirigen sus dardos contra el PP, sino que tiran a dar contra
los corruptos de cualquier partido o de cualquier organización sindical o
empresarial. Sean Rajoy, Rubalcaba, Méndez, Toxo o Rosel.
Sea
como fuere, si los juzgadores no condenan, al menos que los denunciados
devuelvan las dietas inmerecidas al erario público. A ver si por lo
menos se les cae la cara de vergüenza ya que no tienen pudor en la mano.
Un saludo.
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