Los
maestros de la manipulación que son los capitostes psoecialistas
encargados de la actividad divulgativo-desinformativa, han vuelto a
poner una pica en Flandes ahora que la Fundación IDEAS se halla en la
encrucijada de decir la verdad, lo que es imposible, o de tragarse sin
escrúpulos estomacales el aceite de ricino de las repulsa morales y
legales.
Continúan
golpeando, eso sí, el flanco barcenero y gurteliano de la derecha, pero
lanzan al aire un nuevo parámetro de discusiones sociales. Y para ello
recurren una vez más a la iglesia católica y a sus representantes. Como
son pieza fácil y ponen la otra mejilla, los diputados socialistas del
Congreso quieren que el Gobierno de España explique cuánto cuesta al
pueblo el sostenimiento de los acuerdos con la Santa Sede. Hace un par
de años, reinando Zapatero, la cuestión era baladí. Hoy, durante el
período de Rajoy, el tema resulta inadmisible y de urgente aclaración.
Cómo son.
En
vez de aclarar los posibles fraudes de su propio partido y del PP, los
sesudos parlamentarios de la izquierda de pitiminí meten la mano en el
coste fiscal de los curas. En tiempos de recesión económica, se impone
investigar las causas de la riqueza de las naciones. Se necesita
cinismo. Las persecuciones suelen producirse en épocas de crisis y los
extremistas sacan tajada de la pobreza más extendida. El cristianismo
marcó alto el listón de la fe de sus seguidores hasta hacer mártires a
muchos de ellos. Cuando uno advierte la naturaleza de la mentira y la
iniquidad de las acciones, tiende a ponerse del lado de los más débiles.
En esta costa de la sociedad, los desempleados, los desahuciados, los
hambrientos, los mendigos, reclaman que, en vez de caridad, se aplique
la justicia. Los congresistas del Psoe se apoyan en las obras de fingida
misericordia antes que edificar el auténtico templo de la ley.
De
esta manera, llegamos a la sempiterna canción: si quieres un puente
hacia Mallorca, tiende una línea aérea de bajo coste. Para atender las
necesidades espirituales de la población, basta con respetar las
creencias religiosas de cada uno. De todas ellas. Algunos niñatos se
mofan de la Macarena porque no tienen bemoles para burlarse de la fe
islámica. Partída de cobardes.
Un saludo.
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